El asana es muy importante cuando se realiza con la adecuada actitud mental, pues entonces trabaja en tres planos: el físico, el mental y el energético. En el genuino hatha-yoga, los movimientos de hacer y deshacer la postura se efectúan con lentitud y consciencia. Escribe Ramiro Calle.
La postura se mantiene inmóvil durante un tiempo, en tanto se fija la atención en el cuerpo y se hace una respiración pausada por la nariz. Hay que evitar cualquier esfuerzo excesivo al hacer o mantener la posición. Con llevarla al límite razonable, ésta desprende todos sus beneficios.
Lo importante es vivir la postura de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro. El tiempo de mantenimiento es muy importante para interiorizarse y conectar con los estiramientos, masajes, presiones en puntos vitales y centros de energía.
El cuerpo se convierte en un soporte meditacional y de ayuda para unificar la mente. Se efectúa así el trabajo consciente sobre el cuerpo, que es como una escalera hacia el radja-yoga o yoga psicomental.
La sesión admite muchas combinaciones. A modo de referencia facilito las tablas incluídas en mi web. Como insisto tanto en mi libro Sadhana (Editorial Kairós), el secreto está en la práctica asidua, la motivación inquebrantable y la paciencia.
Ramiro Calle
Más de 50 años lleva Ramiro Calle impartiendo clases de yoga. Comenzó dando clases a domicilio y creó una academia de yoga por correspondencia para todo España y América Latina. En enero de l971 abrió su Centro de Yoga Shadak, por el que ya han pasado más de medio millón de personas. Entre sus 250 obras publicadas hay más de medio centenar dedicadas al yoga y disciplinas afines. Ha hecho del yoga el propósito y sentido de su vida, habiendo viajado en un centenar de ocasiones a la India, la patria del yoga.
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