La evidencia de que, tarde o temprano, todos vamos a morir, ha generado siempre en el ser humano diferentes actitudes. Desde la negación y el rechazo hasta su reconocimiento como medida del valor de la propia vida. Esta opción es con la que se identifica la Fundación Vivir un Buen Morir.
Realizar un acompañamiento de calidad a los que están en el trance de la muerte no solo es el mayor don de caridad que se puede hacer por una persona. También, y muy especialmente, nos enseña a vivir con autenticidad, o lo que es lo mismo, a ser felices. Pero ¿cómo podemos acompañar para facilitar un buen morir? ¿qué entendemos por un buen morir?
Para contestarnos estos interrogantes la Fundación Vivir un Buen Morir pone en marcha diferentes actividades que abarcan tanto la labor formativa como la asistencial. También ha creado un foro de encuentro quincenal para que pacientes, familiares, cuidadores y personal sanitario en general puedan comunicarse horizontalmente, con el máximo nivel de autenticidad y sinceridad, y puedan poner en común sus respectivas experiencias, en un marco de exquisita receptividad y respeto.
¿Cual es la misión de la Fundación VBM? Constituye la finalidad de la Fundación promover una cultura social para facilitar un buen morir y mantener los valores de la cultura de paz y de crecimiento espiritual basados en el amor compasivo, la sabiduría y la ecuanimidad, impulsando y organizando actividades culturales, educativas, sociales y sanitarias, en beneficio del mayor número de personas posible.
Objetivos de la Fundación
• Promover una conciencia social para ayudar a vivir una buena muerte mediante un acompañamiento de calidad y unos cuidados paliativos generalizados a toda la sociedad.
• Formar a personas para que realicen un servicio de acompañamiento de calidad a enfermos terminales; esta formación estará dirigida a:
- Personal sanitario en instituciones hospitalarias, médicos, personal de enfermería, auxiliares de clínica, etc.
- Cuidadores de residencias geriátricas , además de su personal sanitario.
- Cuidadores en el entorno domiciliario del enfermo terminal.
- Voluntariado.
• Facilitar el acceso de cualquier persona a cuidados paliativos de calidad, bien sea en su propio domicilio, en residencias u hospitales.
• Potenciar el cuidado de calidad en los aspectos psicoemocionales y espirituales de los enfermos terminales y de su entorno familiar, más allá de cualquier confesión religiosa.
Valores de la Fundación
• Abordar el tema de la propia muerte y la del otro con libertad de conciencia, sin dogmas religiosos ni culturales. Cada persona, cada situación, es única, y sólo en el contacto directo con ella es posible sentir qué es lo apropiado en cada momento. Esto requiere un ejercicio de escucha interior profunda y valentía.
• Aprender a afrontar la expectativa cierta de la propia muerte nos enseña a vivir con autenticidad , y nos ayuda a ser buenos acompañantes en los cuidados a los que van a morir. Nos permitirá acompañar con verdadero respeto y humildad, tratando de comprender lo que puede estar sintiendo la persona que está en el proceso de morir.
• «El miedo a la muerte es proporcional al miedo al amor». «Aprender a amar es aprender a perder: amar es aceptar los propios límites, aceptar la propia impotencia, y estar ahí, en la aceptación de lo real» . Esta es la actitud sana para afrontar la propia muerte y la de los demás.
• Es necesario cuidar amorosamente la atmósfera en la que se desarrolla la vida de la persona en estado terminal, para que pueda morir en paz, en silencio y serenidad, y lo más consciente posible. Para que pueda vivenciar su últimos momentos, que son de gran sutileza espiritual, culminando la plenitud de la existencia sin perturbaciones físicas, materiales ni emocionales. Esto es ayudar a bien morir, que es el mayor acto de amor que se puede hacer por alguien.
• Contemplar los cuidados paliativos como el arte del acompañamiento al buen morir. Ayudar a paliar el dolor e incomodidades físicas no es más que una de las cuatro dimensiones a tener en cuenta: es preciso además, identificar y atender las necesidades emocionales, cognitivas y espirituales del paciente terminal y su entorno.
Más información: http://www.vivirunbuenmorir.es/default.asp