La excesiva preocupación por los demás no nos deja disfrutar del momento presente. Por eso debemos estar aquí y ahora, respirando instante a instante en atención plena. Por Josep Maria Gasset.
“Hasta que no llegaste a casa no pude dormir en paz”, le decía la madre preocupada a su hijo. Este es un ejemplo recurrente que encontramos a diario, cuando no nos permitimos vivir nuestra vida y la vinculamos casi exclusivamente en la preocupación por los demás. Pensamientos negativos (¿y si…?), ver riesgos donde no existen, siempre querer mantener a los tuyos a salvo, evitar el sufrimiento a los demás, son a costa una tortura mental innecesaria.
Eduard Bach aconseja para esto Red Chestnut. Dice de él: “Es el remedio ideal para aquellos que encuentran difícil dejar de angustiarse o inquietarse por otras personas. En muchos casos llegan a dejar de preocuparse por ellos mismos, pero sufren mucho por quienes siente afecto, augurando constantemente que algo desafortunado les pueda suceder”.
Todos estos remedios que Eduard Bach nos legó son muy valiosos para poder gestionar adecuadamente el miedo, pero todos ellos carecen de valor sin la conciencia que nos permita ir a fondo en el origen del miedo y desvelar los misterios profundos asociados a las sombras de nuestro inconsciente, tanto personal como colectivo.
Remedios homeopáticos
Hay otra serie de remedios que también pueden contribuir a manejar mejor el miedo. A lo largo de los años he podido ver muchos casos en los que la Homeopatía encauzaba situaciones difíciles y por ello voy a compartir algunos remedios útiles.
Hablaremos primeramente de los remedios que denominamos de un modo práctico las tres “as”: Arnica Montana, Aconitum y Arsenicum Album.
¿Quien no conoce el Arnica Montana? Es un remedio muy popular y se utiliza generalmente para los golpes y para el dolor. Siempre que analizamos un remedio buscamos los factores mentales o emocionales que están asociados al mismo. Hahnemann nos recuerda que asociado a cualquier remedio siempre habrá síntomas mentales o morales.
En el caso de Arnica, uno de los factores mentales más característicos es el miedo. ¿El miedo a que? Una paciente me decía: “Es que este dolor hace que tenga miedo a apoyar el pie e incluso a andar. La memoria del dolor me impide comprender mi mejoría y no puedo ver mi avance”.
Cuando hemos recibido un golpe ya sea físico o emocional, se genera una memoria de dolor y esta impide que realicemos nuestra vida con normalidad y no nos atrevamos a apoyar el pie o a apoyarnos en alguna emoción que está dolida. Por ejemplo, en caso de un accidente de coche, luego no somos capaces de conducir. Para superar este miedo debemos tomar Arnica y poco a poco recuperar la confianza.
Si el golpe ha sido emocional debo tomar Arnica con mucha más insistencia, ya que este dolor está en mi continuo mental y no va a permitirme repetir experiencias similares aunque sean satisfactorias. Si ha habido un golpe muy fuerte, surge frustración asociada al dolor, afectiva o de cualquier otra índole.
En una ocasión atendí a una persona que había sido despedida de su trabajo de un día para otro sin ningún motivo. y le supuso un golpe emocional terrible al que no podía darle la vuelta. Hicimos, pues, un tratamiento intensivo de Arnica utilizando potencias muy altas. Y al cabo de un tiempo pudo de nuevo rehacer su vida y afrontar el reto laboral sin la frustración del dolor de la rotura.
Estos son algunos de los ejemplos de Arnica, pero podría poner un centenar de ejemplos de choques afectivos, roturas emocionales y muertes de seres queridos. Arnica no solo sirve para el dolor, sino para la prevención del mismo y para cuando tengo miedo a una situación dolorosa. Por ejemplo, ir al dentista. Yo sé que posiblemente puede hacerme daño y sufro de estrés por anticipación, y el mismo día decido no ir porque estoy sufriendo un dolor que todavía no he vivido. Arnica puede ayudarme a ir al dentista, preparar mi mente y mi cuerpo para gestionar mucho mejor el dolor.
Miedo súbito
El miedo puede presentarse también de un modo muy violento, como una amenaza a mi supervivencia. Puedo tener una fiebre aguda muy alta y siento que voy a morir, o estoy subiendo al avión y me entra la angustia porque mi mente imagina que puedo tener un accidente y entro en pánico. En estos casos un remedio que puede ayudarnos es Aconitum Napellus. Este remedio se utiliza de una forma general en casos de fiebres altas, cuando ha entrado un frío intenso y provoca fiebre son gran inquietud y miedo.
Se trata de un miedo agudo que nos llega a desesperar y tememos por nuestra vida, incluso pedimos ayuda porque no sabemos cómo podemos salir de esta situación. En este momento una toma de Aconitum nos podría ayudar a darle la vuelta , calmarnos y afrontar la situación aguda sin estar desesperados como si fuera nuestro fin. La mente ilusoria asociada a Aconitum es delirio de que va a morir, de que algo grave le va a pasar.
Por eso cuando nuestra mente se encuentre en estos casos podemos recurrir a algunas tomas de Aconitum. Era el caso de un joven de 20 años que no se atrevía a montar en avión a pesar de tener muchas invitaciones para pasar unas vacaciones agradables con sus familiares. Empezamos con un entrenamiento en vuelos cortos tomando Aconitum antes del vuelo y también cuando se presentaran los pensamientos catastrofistas, durante el vuelo.
Conseguimos que poco a poco el miedo a la muerte o a una catástrofe fuera cediendo y la mente ilusoria conectara con la realidad de poder disfrutar del momento presente. Finalmente propusimos que hiciera un vuelo transoceánico y pasar un verano estupendo con su familia y sus amigos. Así consiguió conectar con el momento presente y vivir disfrutando de una mente liberada del miedo.