Silencio es difícil de encontrar en cualquier lugar del mundo, pero cuando se trata de la ciudad de New York, parece imposible. Sin embargo… si silencio y yoga es lo que buscas en esta ciudad, ¡lo vas a tener! Te voy a enseñar dónde encontrarlo. Por Koncha Pinós-Pey.
Imagino que acabas de aterrizar y lo que realmente necesitas es una toma de tierra americana. Vamos a empezar flotando en el maravilloso Central Park (www.centralpark.com). Es un lugar donde tienes garantizada la paz, y seguro que no te vas a aburrir, incluso aunque vayas un domingo y te encuentres a las familias paseando perros y niños. Central Park te ofrece una refrescante y solitaria escapada, en sus más de 18 acres de espacio abierto. Puedes ir en barca, observar la flora y la fauna. Solo en el lago se pueden contemplar más de 800 especies de aves. Podemos hacer una meditación caminando, sentados en las enormes rocas de piedra, abrazar a los arboles, disfrutar de los intensísimos olores. Hacer yoga con algún grupo que practica al aire libre, estirarnos con los orientales que practica tai-chi cada mañana, tomar un té orgánico en sus terrazas contemplando cómo los rascacielos se funden en el bosque que fue Manhathan…
Un poco del mejor yoga
Si hay una ciudad que ama y vive el yoga, esa ciudad seguro que es NY. Después del parque, ¿qué tal un poco de yoga? Mis estudios favoritos son: Pure Yoga (www.pureyoga.com), algunos dicen que el mejor estudio de yoga del mundo. Lo que sí es cierto es que tienes todas los tipos de yoga imaginados para practicar en sus siete centros: Anusara, Vinyasa Flow, Asthanga, Hatha, formas de yoga desconocidas, de la mano de los mejores profesores de NYC. Puedes tomar una clase particular, en grupo, hacer un curso. Todo es posible, sin problema.
Otro estudio maravilloso es OM Yoga (www.omyoga.com). Cyndi Lee, fundadora y amiga desde hace muchos años, es la primera maestra occidental que fusionó el Hatha yoga con el budismo tibetano, en la práctica y en la enseñanza. Fundó en 1988 el Om Yoga Center en NY, y rápidamente se convirtió en la meca de los yoguis del mundo. Cyndi es conocida en New York por su dinamismo, creatividad, cadencia armoniosa en las secuencias del yoga, por poner todo su amor y contemplación en la enseñanza. Además toda la escuela respira no-competitividad, cosa difícil en NY. Cuando Cyndi no está en la esterilla, la puedes encontrar tomándose un capuchino en la cafetería de enfrente, escribiendo mientras ve la gente pasar. Cyndi escribe por los codos. Su ultimo libro May I be Happy, donde cuenta todas sus memorias sobre el yoga, ha sido elogiado por todos los críticos, incluyendo el duro New York Times.
Un centro abierto a la vida
New York tiene una historia de acogida increíble, y el ejemplo más claro es el New York Open Center (www.opencenter.org). Cuando Walter Bebe lo abrió en 1984 tuvo la visión de crear algo nuevo, que fuera más un foro de ideas y experiencias de vanguardia de la conciencia en la sociedad que vivían. Algo que ayudara a estar profundamente conectado en NYC. Al principio, esa conciencia que parecía global fue tomando más la forma del insight (interiorización), hasta llegar a la capa de la más profunda espiritualidad. Las generaciones de practicantes y buscadores que han bebido del Open Center NY agradecen ese punto de partida de investigación y apertura.
En Open Center han hecho mucho camino en todos estos años, y han conseguido encontrar un equilibrio entre los valores y el activismo. Los programas, los profesores y los temas van desde la comprensión profunda de la salud, relación cuerpo-mente, la psicología profunda, tradiciones místicas, esotéricas, muerte compasiva, inversiones responsables, impacto de la humanidad en el planeta, energías renovables, arte, culturas del mundo. El centro está abierto siempre. Y este año, por ejemplo, ha presentado 500 programas profundos para todos los públicos.
Pensando en todos, no solo en los que pueden pagarlo, regala el 20 % de su presupuesto anual a organizaciones que necesitan sus servicios: comunidades pobres marginadas, trabajo preventivo de salud pública que enfatiza la auto-sanación, clases de nutrición apropiada, de chi kung, meditación, yoga… El proyecto conocido como InReach atiende también a grupos que sufren enfermedades degenerativas o alcoholismo, drogadicción, violencia domestica, enfermedades mentales y ancianos. Es un modelo de autoempoderamiento a través de técnicas prácticas para hacer frente al estrés, construir la salud mente-cuerpo y desarrollar recursos internos que permitan hacer frente a la adversidad y los desafíos en una ciudad como NYC. InReach es para postrarse. A través de sus doce centros comunitarios ofrece servicios sociales a enfermos de sida, cáncer, mujeres abandonadas, hospitales, centros de salud mental. En resumen, Open Center es un gran corazón abierto que busca dar un significado más profundo en sus vidas y participar del sufrimiento newyorkino transformándolo.
Dos oasis en la metrópoli
No podemos acabar nuestro OM en NY sin hablar del Museo Rubin de Arte (www.rmanyc.org), donde nada es más palpable, sencillo y pacifico que el arte asiático. Tibet, Himalaya, Mongolia, India, China. Fue creado originalmente como un espacio de religiones indígenas; un tema como la salida al sufrimiento en las diferentes culturas fue su hilo conductor. La vida después de la muerte, la importancia de la religión, el valor del arte… pasando por los grandes yoguis. Objetos rituales, pinturas, esculturas, textiles, libros, audios, un hermoso restaurante… Todo lo que uno puede imaginar y más en ese espacio que deja atónito al occidental sediento de Oriente.
Si aún te quedan fuerzas, no puedes dejar de visitar la Casa del Tíbet de NY (www.tibethouse.org). Fue fundada en 1987 por S.S XIV Dalai Lama como una institución que asegura la supervivencia de la cultura tibetana, presentándola con una visión profunda, bella y especialmente de arte en libertad para todos los ciudadanos del mundo. Un espacio que es capaz de inspirar a las personas la esperanza y los esfuerzos de hacer que la paz prevalezca en la tierra. Un oasis en la metrópolis.
Y un edén para finalizar
Vamos a acabar este día con un festín para nuestros cinco sentidos. Disfrutemos en el Jardín Botánico de NY (www.nybg.org), que contiene una de las mayores colecciones del mundo de flora. 250 hectáreas que incluyen 50 jardines donde habitan más de un millón de plantas, 30.000 árboles, algunos con más de 200 años, y una exquisita colección de 8.000 orquídeas, la mayor del mundo. Caminar por él Botánico es encontrarse en los bosques tropicales, desiertos, observar plantas carnívoras, acuáticas y la colección mas hermosa que he visto de palmeras.
Cada vez que vengo a esta ciudad me educa sobre la función de la belleza como forma de generar conciencia, inspirando y apreciando la comprensión de la diversidad… Sea en plantas, animales, personas o culturas. Ommm NY, amada Maestra, gracias por tu generosidad.