Una secuencia de ásanas es una práctica completa que permite a un yogui o a una yoguini trabajar el cuerpo físico, la mente y la envoltura energética, para expandir su supraconciencia, es decir la conciencia de ser. Escribe Pedro López Pereda.
Toda nuestra vida es un viaje de autorrealización que comienza cuando descubrimos nuestro cuerpo y lo exploramos con nuestros inexpertos sentidos. Después, poco a poco, nos vamos internando en un mundo de estímulos que nos permite activar nuestra atención, estimular nuestra percepción, aumentar nuestra comprensión y despertar nuestra conciencia.
El yoga aparece en nuestras vidas cuando necesitamos una práctica, disciplina o ciencia trascendente con la que trabajar el cuerpo físico, la mente y nuestra envoltura energética para expandir la conciencia del ser.
De esta forma son más fáciles de entender las siguientes palabras de Max Strom: “No importa lo profundo que llegues en una postura, lo importante es quién eres cuando llegas allí”.
¿Qué es la supraconciencia?
La práctica de secuencias de ásanas incide directamente en nuestro crecimiento interno y en nuestro nivel de conciencia: “La clave del crecimiento (interior) es la introducción de dimensiones de conciencia en nuestra vida”. (Lao Tzu)
Si tuviésemos que definir la supraconciencia de forma rápida y sencilla, podemos decir que es la conciencia del ser.
Resumiendo, si la supraconciencia es luz y nosotros somos luz, nosotros somos supraconciencia.
¿La conciencia crece, se desarrolla, se expande…?
Cuando realizamos una secuencia de ásanas es muy importante entender correctamente estos tres conceptos:
→ Desarrollar
Se entiende por ‘desarrollar’ la mejora de la función y las capacidades humanas.
La capacidad es la cualidad que permite a alguien realizar algo. Desarrollamos la energía, o capacidad de hacer, la sensibilidad, o capacidad de sentir y la inteligencia, o capacidad de procesar datos. Estos tres desarrollos se corresponden con los tres chakras primarios (Muladhara, Manipura y Vishuddha) y en geometría sagrada con el cuadrado, el triángulo y el círculo
→ Crecer
Se define ‘crecer’ como autorrealizarse hasta alcanzar la madurez.
Crecemos en creatividad, amor y sabiduría, que se corresponden con los tres chakras complementarios (Svadhisthana, Anahata y Ajna) y en geometría sagrada con la luna creciente, el hexagrama y la espiral.
→ Expandir
La segunda acepción de la RAE lo define como transformar los rayos procedentes de un foco luminoso en luz que se propaga en todas direcciones.
Para entender mejor estas definiciones y comprender su relación con el yoga, voy a poner una metáfora que suelo utilizar bastante en mis escritos. En ella comparo la supraconciencia con la red Internet en los siguientes puntos:
1.El primero es muy básico: la red Internet es sutil, la supraconciencia también.
2. Para desarrollar nuevas páginas web necesitamos un equipo tangible: un hardware y un software especializado. En yoga, para expandir la conciencia del ser, necesitamos desarrollar primero nuestras capacidades físicas, que se centrarán en los chakras primarios: nuestra energía, nuestra sensibilidad y nuestra inteligencia.
3. Para crecer en Internet necesitamos mejorar los contenidos del sitio web para poder posicionarnos en el lugar adecuado de la pantalla de inicio del motor de búsqueda. En yoga nos “posicionamos” cuando crecemos en creatividad, amor y sabiduría.
4. Para poder subir a Internet las nuevas páginas web tienen que estar diseñadas en diversos lenguajes de programación, como el HTML (Lenguaje de Marcado de Hipertexto) que estructura el contenido y las presenta en navegadores.
Para ascender los frutos del yoga utilizamos lo que podemos llamar el método de armonización “ARA” (Amarillo, Rojo y Azul), el “VNV” (Verde, Naranja y Violeta) o ambos a la vez, que convierten los colores en luz.
Estos métodos armonizan nuestros chakras y sus contenidos.
5. Al publicar las páginas web, Internet crece. Al ascender nuestros frutos del yoga se genera nuestro crecimiento interior.
6. Al llevar Internet a diferentes lugares del planeta, Internet se expande. Al llevar nuestros frutos al plano superior se expande la conciencia del Ser como un foco de luz que se propaga en todas las direcciones.
Secuencias completas
Al ejecutar una secuencia completa de ásanas manteniendo la mente en paz, la alineación adecuada, las aperturas correctas y la atención plena, conseguimos ascender, en su medida, los frutos de nuestra práctica al chakra Sahasrara.
En el proceso tenemos que activar de forma homogénea los chakras primarios, los chakras complementarios o ambos grupos de chakras a la vez. Según la práctica realizada, el ascenso se producirá por el canal Sushumna o por Ida y Pingala.
Pedro López Pereda. Creador del centro Namaskar de yoga y autorrealización en la línea de Antonio Blay. Presidente de la Fundación Yoga y de la Asociación Yoga Meditativo. Miembro de la Asociación Nacional de Profesores de Yoga. Maestro de Reiki.
Ha publicado, entre otros libros: El mandala oculto (2017), El cuenco vacío (2018) y Las leyendas del Yoga. El origen mitológico de la meditación, el pranayama y las posturas de yoga (2021).