El yoga es una ciencia integral que abarca el cuerpo físico, la mente y los aspectos más sutiles de la existencia humana. Sin embargo, todo este trabajo profundo empieza, inevitablemente, por el cuerpo. Por eso, tanto practicantes como profesor@s de yoga deben tener un conocimiento sólido de la anatomía. Escribe Noelia Insa.
Este conocimiento no solo enriquece la práctica, sino que también nos ayuda a prevenir lesiones, a comprender mejor cómo fluye la energía a través del cuerpo y a profundizar en el autoconocimiento.
En yoga, comprender la anatomía es esencial, no como un conocimiento estático, sino como una herramienta práctica y viva que se puede aplicar a nuestras sesiones diarias.
El cuerpo burdo como base del trabajo energético
En la filosofía del yoga, se reconocen distintos niveles de existencia o cuerpos: el cuerpo burdo (físico), el cuerpo sutil (energético) y el cuerpo causal (mental). Todos estos niveles están interrelacionados, pero el punto de partida es el cuerpo físico, ya que es el vehículo a través del cual experimentamos el mundo y donde empezamos nuestro viaje hacia el autoconocimiento. El trabajo en el cuerpo es fundamental para avanzar en las capas más sutiles del ser.
En yoga, las posturas y movimientos (asanas y vinyasas), no son un fin en sí mismas, pero son un medio crucial para equilibrar el cuerpo y prepararlo para prácticas más internas y sutiles como el pranayama, el trabajo energético y las prácticas de concentración y meditación. Si el cuerpo físico no está bien alineado, fuerte y flexible, la energía no podrá fluir libremente a través de los canales sutiles (nadis), lo que puede obstaculizar el progreso en niveles más profundos.
Anatomía funcional: un enfoque aplicado al yoga
Cuando hablamos de estudiar anatomía para el yoga, es crucial hacerlo desde un enfoque funcional. Esto significa que no se trata de memorizar una interminable lista de huesos, músculos y ligamentos de manera abstracta, sino de adquirir un conocimiento práctico y aplicable a nuestra propia práctica y a la enseñanza del yoga.
La anatomía en el contexto del yoga debe ser algo vivo y dinámico, que podamos entender en movimiento. Cada postura tiene un impacto específico en diferentes partes del cuerpo, y el objetivo es que tanto l@s practicantes como l@s profesor@s comprendan cómo y por qué el cuerpo responde de determinada manera. Este enfoque no solo nos ayuda a ejecutar las posturas correctamente, sino también a adaptar la práctica según las necesidades individuales de cada persona.
En una clase de yoga, saber cómo funciona la columna vertebral es crucial para evitar lesiones y para entender cómo aplicar las modificaciones adecuadas en posturas como Paschimottanasana, por ejemplo. Pero más allá de entender la columna desde un punto de vista teórico, lo importante es saber cómo usar este conocimiento para guiar a los estudiantes de forma segura y efectiva. La enseñanza de la anatomía en yoga debe ir más allá de la teoría y centrarse en cómo aplicar ese conocimiento en cada clase, en cada postura.
Además, cuando un@ profesor@ entiende cómo funciona el cuerpo a nivel anatómico, es más fácil construir secuencias equilibradas y coherentes, donde cada postura prepara el cuerpo para la siguiente, facilitando una práctica fluida y segura. Las secuencias de Vinyasa Krama, por ejemplo, están diseñadas específicamente para trabajar de esta manera, comenzando con posturas más simples que calientan el cuerpo y preparan las articulaciones antes de pasar a posturas más desafiantes.
Práctica segura: cómo el conocimiento anatómico previene lesiones en el yoga
Uno de los aspectos más importantes de conocer la anatomía del cuerpo es la prevención de lesiones. En una práctica de yoga, es fácil empujar los límites del cuerpo más allá de lo que es seguro si no se tiene un buen conocimiento de cómo funcionan las articulaciones, los músculos y los ligamentos. Entender, por ejemplo, cómo se mueve la columna vertebral y cómo las diferentes capas musculares interaccionan entre sí puede marcar la diferencia entre una práctica que fortalece el cuerpo y una que lo daña.
Además, el yoga es una disciplina que invita a la autoobservación y la introspección. Conocer la anatomía nos ayuda a estar más conscientes de los límites y capacidades de nuestro cuerpo, evitando compararnos con los demás y fomentando una práctica más personalizada y compasiva. En este sentido, el yoga nos invita a «escuchar» al cuerpo y a honrarlo en cada momento, lo cual es posible si comprendemos cómo está estructurado y cómo funciona.
Conocimiento del cuerpo como vía hacia el autoconocimiento
El yoga considera que conocer el cuerpo es una forma de acceder a un conocimiento más profundo de un@ mism@. El autoconocimiento no es solo un proceso mental, sino que empieza por habitar el cuerpo plenamente, entender cómo funciona y cómo nos movemos por el espacio. A través de la práctica consciente de posturas y técnicas de respiración (pranayama), nos volvemos más sensibles a las sensaciones y patrones que surgen en el cuerpo, lo que a su vez nos brinda una mayor claridad mental y emocional.
El yoga postula que el cuerpo y la mente están intrínsecamente conectados, y lo que ocurre en uno afecta al otro. Por ejemplo, tensiones acumuladas en el cuerpo físico, como los hombros rígidos o la tensión en la cadera, pueden ser el reflejo de emociones reprimidas o estrés mental. Al explorar el cuerpo de manera consciente y profunda a través del yoga, no solo liberamos el cuerpo, sino que también liberamos la mente, lo que nos lleva a una mayor sensación de bienestar integral.
El cuerpo como templo
En el yoga, consideramos el cuerpo como un “templo”, el vehículo a través del cual accedemos a experiencias más profundas de consciencia. Este enfoque implica un profundo respeto hacia el cuerpo, y parte de ese respeto es conocerlo bien. Conocer nuestro cuerpo es, de hecho, el primer escalón hacia amarlo. Es a través de ese conocimiento que podemos desarrollar una relación más compasiva y consciente con nosotr@s mism@s, aprendiendo a cuidar de nuestro cuerpo y a respetar sus límites.
Cuando entendemos cómo funciona nuestro cuerpo, no solo evitamos lastimarlo, sino que también podemos apreciarlo por lo que es: un sistema maravillosamente complejo que nos sostiene y nos permite vivir cada experiencia. Esta comprensión transforma nuestra práctica de yoga en un acto de amor propio, donde cada asana y cada respiración son una oportunidad para honrar el cuerpo tal y como es.
Si te interesa profundizar en estos conocimientos y llevar tu práctica de yoga a un nivel más seguro y consciente, te invito a las Jornadas de Anatomía y Vinyasa Krama, que se celebrarán los días 16 y 17 de noviembre de 2024 en Centro Shen Dao, Mislata, (Valencia), y que impartiremos el Dr. Marco Palomar y yo misma, Noelia Insa.
Durante estas jornadas, exploraremos en profundidad la anatomía del aparato locomotor y cómo aplicarla a la práctica de yoga para prevenir lesiones y diseñar secuencias seguras y efectivas.
Fechas: 16 y 17 de noviembre de 2024
Precio: 135€ (con descuentos para profesor@s de yoga)
Para inscribirte, escríbeme a noelia@insayoga.com
Noelia Insa es profesora de Yoga Vinyasa Krama, formadora de profesores y escritora en revistas especializadas en Yoga. Con una amplia formación en filosofía del Yoga y como alumna del maestro Ramaswami y otros maestros del linaje de Krishnamacharya, Noelia comparte su conocimiento a través de cursos presenciales y online en Insayoga.com.