La vida almada

2024-10-01

La vida es como ir en bici. Presta la atención justa para hacer con cuidado y habilidad, y aprende a gestionar tu mente-corazón de modo que dejes de ser un bidón de gasolina agujereado, escuches tu voz interior en la cueva de tu corazón y vivas sintiendo tu alma, la vida y la luz misma, dentro y fuera de tu cuerpo. Escribe David Rodrigo. 

vida almada

La vida es como ir en bici. Lo dominamos perfectamente, por lo que no requiere apenas atención. Nuestra acción cotidiana también es a menudo así. Entonces, ¿qué hacemos con nuestra atención cuando vamos en bici? Pensamos en las musarañas. Nuestra mente divaga, saltando frenéticamente de pensamiento en pensamiento, en un fluir de cosas unidas sin sentido por nuestro pensamiento, con el estímulo de las percepciones exteriores y el recuerdo en nuestra memoria. Y, con la mente, viaja siempre nuestro corazón, porque es en realidad mente-corazón, pensamiento-emoción, palabra-acción.

Así nos perdemos en un frenético deambular mental y emocional sin sentido, sin conclusión, sin otra causa más que los propios saltos de la mente, sin otra dirección más que la confusión.

Sin saber dónde queremos llegar con nuestras vidas ni, por tanto, qué hacer para lograrlo. Nos perdemos a nosotros mismos, nos malgastamos. Nuestra energía, atención, pensamiento, amor, emoción, motivación, pasión, fortaleza interior, luz, esfuerzo, palabra, acción… dispersos en un calidoscopio de cristales de colores rotos en constante movimiento disperso y sin sentido, sin alma ni dirección.

Una pérdida que nos convierte en peleles, en títeres de nuestro destino labrado con esfuerzo y sin sentido por nuestra confusión, y así creamos nuestra pérdida de ser y de vida.

Mira

Vivimos como bidones de gasolina agujerados, y quemamos al movernos.

Una pena, con solución. Mira.

La vida cotidiana efectivamente es como ir en bici, no requiere de mucha de tu atención. Ya sabes ir en bici, fluye casi por sí mismo el pedalear por el mismo camino, con sus cuestas y llanos, como también en realidad tu vida cotidiana. Prueba.

Haz lo que tienes que hacer en tu vida diaria, prestando la atención justa y necesaria para hacerlo bien, con cariño y destreza. Observa que, haciendo con la justa atención tu actividad cotidiana, te sobra mucha atención, amor y poder. Ahora, no lo pierdas. “Yoga es maestría en la acción” (Bhagavad Gita, 2.50).

No dejes que tu mente se arrastre a las musarañas siguiendo la percepción de los sentidos y el vitral roto de la iglesia polvorienta de tu memoria, tus impresiones mentales, activas, latentes o subconscientes y potenciales.

¿Cómo?

Simplemente, primero, estate atento y observa el proceso cognitivo:
Una percepción estimula un pensamiento-emoción en tu mente-corazón, según lo que ya tienes ahí, almacenado en tu mente, fruto de tus anteriores percepciones, pensamientos, emociones, valores, acciones y experiencias. Y tú te apegas a ese pensamiento-emoción de tal modo que en ese momento eres ese pensamiento-emoción. En la práctica, no en la realidad, pero en la realidad sentida, vivida, te conviertes en aquello donde va tu mente-corazón.

Y lo que eres, el pensamiento-emoción, cambia a una velocidad vertiginosa. Y así constantemente, en vigilia y en sueño. ¡Menos mal que hay un tercer estado de experiencia ordinaria cada día, el de sueño profundo, donde nuestra mente duerme! ¡Si no sería bastante insoportable la vida así!

Ahora, decide: ‘Yo no quiero desperdiciar más así mi vida, mi sentir y mi potencial y mis lagunas, mi luz y mi sombra. Quiero vivir siendo yo y seguir mi sentido vital, el dictado de mi corazón, de mi alma; y no el ruido de la sociedad ni el de mi mente descontrolada, mi corazón agitado.’

En tu vida, faltas tú  

Tu pobre mente-corazón no es mala. Puede que te haga sufrir, pero solo porque ella sufre, porque no estás tú. En tu vida, faltas tú. Tu mente sufre su duelo porque anda descarrillada, huérfana de dirección, de su guía: Tu intelecto puro, tu voz interior, tu intuición, tu poder de discernimiento, la parte más elevada de tu campo mental.

Aprende a conectar con tu intelecto puro, tu voz interior, en la cueva de tu corazón. Aprende y conecta. Concéntrate y medita, en la respiración armonizadora (diafragmática, tranquila, profunda, equilibrada), en la cueva de tu corazón, sintiendo la presencia ahí del sentir en calma de tu alma.

Puedes utilizar la herramienta del mantra que te ayuda a conectar y de la visualización de una forma luminosa –la que te encaje más– ahí, en la cámara más secreta, íntima y profunda de tu ser (en la cueva de tu corazón o en el tercer ojo).

Luz y vida

Ahí estás en tu paz interior, en tu luz y en tu vida. Ahí estás en el centro de la vida y de la luz en ti. La luz y la vida dentro y fuera de tu cuerpo es la misma. Por tanto, ahí, en la cueva de tu corazón, estás conectado contigo, con tu luz, con tu vida, y con la vida y la luz mismas.

El mundo nos ofrece herramientas de luz que disipan la confusión. Entre otras, la luz de las escrituras que no son de nadie, que brotan del conocimiento mismo, para mostrar y demostrar el camino y el objetivo final, como, en estas tradiciones yóguicas clásicas, Bhagavad Gita, Yoga Sutras, Upanishads, etc.

Las terapias, psicología, filosofías y el área del crecimiento personal modernos carecen a menudo de esta comprensión de las dimensiones más profundas de uno mismo y de la vida. Adolecen a menudo de falta de dirección y práctica de armonización completas del ser humano y de su relación con los demás y con la vida, sin separación.

Desconocen a menudo que tu ser interior, el centro de la luz (consciencia, conocimiento) y la vida en ti es la misma naturaleza –luz, vida– que fuera de tu cuerpo. Y, al desconocerlo, el trabajo de estas terapias, psicología, filosofías y crecimiento personal se limita a menudo a cuidar a la mente-corazón heridos, al ego.

Este cuidado es imprescindible para poder reconocerse mejor y crecer en tu nivel de consciencia. Pero cuando la mente-corazón está curándose y se siente algo más segura y tranquila, debe efectivamente expandirse.

(La segunda parte de este artículo se publicará la semana próxima)

David Rodrigo, maestro tradicional de Advaita Vedanta, Yoga Sutras y Meditación, que transmite la luz, el amor y el poder de esta sabiduría universal como filosofía de vida, experimental y práctica.
Estudió y practicó tradicionalmente en Rishikesh, India (2008-14), donde empezó a transmitir. Cofundador en España de la Escuela de la Vida Plena, un viaje de autoconocimiento de la plenitud y la armonía de tu Yo Real y de la Vida.

Retiros y Cursos abiertos (online y presencial):
1) Retiro ‘Los Cimientos’ – The Game of Life: Filosofía práctica y Meditación completa para armonizarte y realizarte. Más info AQUÍ
2) Yoga Sutras en profundidad – Toda la sabiduría de este texto tradicional pilar de la filosofía y la disciplina yóguicas. Más info AQUÍ
3) Bhagavad Guita en profundidad – Filosofía de vida y psicología perennes. Más info AQUI
4) La Meditación completa – Meditación en silencio y en acción, Conocimiento y acompañamiento. Más info AQUÍ
5) Mandukya Upanishad – La quintaesencia del Advaita Vedanta. Más info AQUÍ

Contacto: escuela@delavidaplena.com  T. +34 650 443 669
https://www.instagram.com/escuela_delavidaplena/