Todos somos seres sexuales; la sexualidad es fundamental para ser humano. La energía sexual se activa con facilidad y necesita ser atendida para no volverse destructiva. Podemos aprender a disolver el deseo y otras emociones intensas en el amor y la alegría que somos más profundamente en un retiro de Tantra lento. Escribe Godfrey Devereux.
Hace muchos años, cuando el yoga era un fenómeno cultural marginal, yo soñaba con «generalizarlo». Sin que yo lo supiera, mi sueño era compartido por una nieta del empresario multimillonario John Moores. El destino quiso que su asistencia a una de mis clases me llevara a asumir la responsabilidad de poner en marcha un amplio programa de yoga en el ahora famoso Life Centre de Notting Hill Gate, en Londres. Mis amigos Khati, Kisen y yo pusimos en marcha un programa basado vagamente en el Ashtanga Vinyasa Yoga. Por aquel entonces yo era un devoto, aunque inconformista, practicante de Ashtanga. Sin embargo, en mi práctica y mi enseñanza aplicaba lo que había aprendido de B. K. S. Iyengar. Me encantaba la vibrante potencia que salía de la esterilla conmigo, y precipitaba muchos encuentros interesantes.
Al cabo de un año más o menos, Kahti, Kisen y yo manteníamos una conversación un tanto ansiosa en el vestíbulo. Estábamos sorprendidos y confusos por la intensidad de la energía sexual que bullía en el centro. No es que estuviéramos excitados, sino que el espacio físico del centro parecía vibrar con una innegable carga sexual. Estábamos seguros de que debíamos estar haciendo algo mal, ya que creíamos que la práctica espiritual y el deseo sexual eran mutuamente excluyentes. El destino quiso, una vez más, que un hombre vestido de forma interesante entrara en el vestíbulo. Llevaba ropas suaves y vaporosas de seda hilada a mano y tenía un aire tranquilo y sosegado. Después de quedarse un rato junto al tablón de anuncios, se volvió hacia nosotros y declaró: «No os preocupéis, todo el mundo sabe que los sadhus son los más cachondos de la India».
Aquello me impactó bastante. Al asimilar sus reverberaciones, caí en la cuenta de lo profundamente reprimida que ha estado siempre la sexualidad humana y de que, a pesar de mis credenciales contraculturales, yo no era una excepción. También me hizo sentir vulnerable y aislado en mi papel de profesor, aunque sabía que no estaba solo. Así que me puse en contacto con el profesor de yoga más experimentado que conocía, que además era un sadhu muy respetado, que había pasado la mayor parte de su vida adulta en la India dedicado al yoga. Nos encontramos en Hampstead Heath, bajo la sombra de un árbol. Le expuse mi dilema ante su silencio cálido y atento, y concluí con una irónica declaración: «¡Quizá debería dejar de enseñar Yoga y empezar a enseñar Tantra en su lugar!». Sonrió y dijo simplemente: «Ya lo estás haciendo».
Hablar de sexualidad es necesario
Aquello bastó para que cayeran muchos de los velos que se le han colgado a la sexualidad y la espiritualidad, y para que me relajara respecto a la carga sexual que rezumaba en Kensington y Notting Hill desde el Life Centre. Sin embargo, tuvieron que pasar muchos años, y un poco de insistencia por parte de Olivia, antes de que me atreviera a abordar la situación de frente en mi enseñanza. Un día me apartó en nuestra colina toscana y me dijo: «Creo que estamos siendo irresponsables en nuestra enseñanza». Sorprendido pero intrigado, respondí: «¿Cómo es eso?». «Estamos animando a la gente a intimar con sus cuerpos, abrirlos y suavizarlos sin referirnos a lo que eso puede hacer a la energía sexual». Supe al instante que tenía razón, que así era, y que debíamos cambiar eso. Sin embargo, en mi silencio, también supe que no tenía el valor para hacerlo.
Con el tiempo, tras una sorprendente clase de prueba por invitación en Londres, empezamos a ofrecer clases de Tantra Yoga en nuestros retiros, y luego en Madrid, Lisboa, Praga, Chipre. No lo disfruté. Me parecía mucho más superficial que Yoga Dinámico. Una noche, después de una clase en Madrid, Natalia, mi anfitriona y traductora, me dijo lo mucho que lo había disfrutado y que tenía que hacerlo más. Yo era reacio, pero empezó a suceder. Ahora, con la mutación de Yoga Dinámico en Entrenamiento de Resiliencia somática, el Tantrayoga ha mutado a través de Tantra lento, en Entrenamiento de Resiliencia sexual. No tiene nada manifiestamente erótico, pero reconoce y acomoda el hecho de que todos somos seres sexuales. Que la sexualidad es fundamental para ser humano. Que la energía sexual se activa con facilidad y necesita ser atendida para no volverse destructiva.
El Tantra y el deseo
El deseo plenamente sentido se transmuta en amor divino. El deseo sexual es el amor buscándose a sí mismo; la intimidad es el amor encontrándose a sí mismo.
Tantra es una espiritualidad somática que revela la naturaleza divina de todos los fenómenos. Al hacerlo, transforma espontáneamente tu relación contigo mism@, con los demás y con el mundo en una armonía más profunda. La práctica tántrica transforma las energías del deseo y el placer en amor a través de la intimidad con la sensación. Esto libera el poder curativo del placer interno, que disuelve la resistencia neuromuscular, accediendo a la sensibilidad y apertura de tu corazón espiritual. Esto permite que tus relaciones con los demás, y con el mundo, se fertilicen con empatía, compasión y deleite.
Puedes descubrirlo y aprender a hacerlo en mi retiro de Tantra lento en Bilbao en octubre, donde aprenderás a disolver el deseo, y otras emociones intensas, en el Amor y la Alegría que eres más profundamente.
No habrá actividad sexual ni desnudez durante este miniretiro. En su lugar, aprenderás a reconocer y navegar las sutilezas y el poder del placer y el deseo. De forma pasiva, para que en lugar de expresarlo o reprimirlo, puedas disfrutarlo y nutrirte de ello.
El retiro Tantra lento: El juego de lo divino
Inmersión formativa en Retiro con Godfrey Devereux. En Bilbao, del 10 al 13 de octubre 2024.
Con la asistencia y traducción de José Luis Cabezas
Este taller te iniciará en las prácticas somáticas básicas del Tantra lento. El movimiento suave y rítmico activará la naturaleza placentera de tu cuerpo. La quietud guiada aquietará tu mente y accederá a tu Corazón Espiritual. El compartir pasivo liberará los límites inclusivos de tu Corazón Espiritual en tu experiencia del «otro». Juntos te permitirán experimentar más fácil y plenamente la dimensión espiritual y la naturaleza divina de tu vida tal y como es.
☛ No habrá desnudez ni actividad sexual durante el taller. Más bien, estaremos liberando y explorando el poder subyacente de la energía sexual para nutrir y sanar cuando se le permite fluir libremente sin ninguna necesidad de reprimirla o expresarla. La intimidad pasiva con el deseo y el placer les permite transformarse en la Presencia del Amor Divino y activa tu capacidad de empatía y compasión.
📆 10-13 de OCTUBRE
🏡 Organiza Instituto Yoga Dinámico en La Casa de Marina en la naturaleza a las afueras de Bilbao
🏡 PRECIO base 475€ en habitación compartida todo incluido (curso, hospedaje y comidas).
INFO y RESERVA PRONTO. GRUPO PEQUEÑO. PLAZAS MUY LIMITADAS
📲 whatsapp +34 600857991
📧 yogadinamico@yogadinamico.com