Montse Cob y Mayte Criado sobre el precio del éxito de la mujer en el mundo del yoga. Estas reflexiones brillantes se dieron en el curso de los Encuentros de Yoga que se pueden ver en el canal Youtube de YogaenRed. Las hemos seleccionado para nuestras/os lectoras/es porque pensamos que merece la pena volver a repasarlas. En esta sección os estamos ofreciendo las mejores de nuestros Encuentros.
—Montse Cob:
«En mi experiencia, me he tenido que masculinizar mucho para poder estar ahí (…) Sí que es verdad que he tenido alguna experiencia negativa en algún ajuste, en alguna clase, con algún hombre. Ha estado mucho tiempo el hashtag #MeToo sobre los abusos sexuales. Paradójicamente algún gran maestro renombrado está metido ahí y le seguimos siguiendo…
Yo me refugié en la mujer, en mi nicho de yoga para la mujer, y aquí me siento como más protegida en cuanto a poder seguir ideas un poco innovadoras o que incluso van en contra de los textos clásicos. Hay ciertas posturas que están recomendadas en todos sitios para determinados momentos de la mujer, sobre las que yo, por la investigación que he hecho, digo es que es completamente opuesto a lo que la mujer en ese momento podría necesitar.
Entonces me sentido bien, pero es verdad que me he tenido que generar esta burbuja. Cuando he salida de ahí… pues, claro, pocos hombres vienen porque no es muy creíble. Pero, bueno, yo sigo ahí explorando…».
—Mayte Criado:
«Me siento identificada, aunque yo no me he dedicado al ámbito de la mujer, pero claro que he tenido que abrirme paso con mi parte masculina en numerosísimas ocasiones. Mientras que –ahora que estoy pensándolo y reflexionando– mi parte femenina se ocupaba de hacer ciertas innovaciones que, hechas por una mujer, a mí me ha costado mucha fatiga, vamos a decir, muchas críticas, muchas miradas por encima del hombro, etcétera.
Yo comencé en una época en la que todavía había muy pocos centros de yoga y muy poca actividad de yoga. Por lo tanto, que una mujer creara una formación de profesores de yoga en España fue algo muy criticado, y sobre todo una formación y una escuela sin referencias a linajes o a gurús (…). Creo que esto viene de mi parte femenina, lo digo con plena convicción, precisamente para convertir, como he querido siempre y comparto con Montse, el yoga en un verdadero camino de exploración, no en un camino cuadrado donde ya me han puesto las paredes, los muros, las referencias….
Nunca en mis centros ni en mis formaciones he tenido la foto de un gurú ni un estilo concreto al que referir. Eso a mí me ha costado mucho, mucho, mucho, nadie se puede imaginar… puedo escribir un libro.
Yo he sido una persona muy activa, imaginad hace 20 años. He sido cofundadora de federaciones y asociaciones a nivel internacional, coorganizadora de los primeros congresos de yoga en Portugal, Rumanía, Italia (…) Venían muchas personas, sobre todo maestros hindúes y supermaestros americanos y europeos de renombre. Sí he sentido marginación solo por ser mujer (…)».
Fuente: Encuentros de Yoga #3: La llegada de la mujer al yoga (minutos 1:05:15 en adelante)
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