Esta asana está dedicada al sabio Marichi. Su padre era Brahma, creador del universo, y su nieto fue el dios solar Surya, el dador de vida. Seguimos las indicaciones del libro de B.K.S. Iyengar Yoga Iyengar, Manual de Iniciación (Tutor). Realiza: Raúl Torres, profesor de la Escuela Internacional de Yoga. Fotos: Thor Castro.
La práctica regular de esta asana estira todo el cuerpo y lo rejuvenece. Marichyasana incrementa nuestros niveles de energía. La asana también masajea y tonifica los órganos abdominales.
- Siéntate en Dandasana sobre una manta doblada. Flexiona la rodilla derecha y tira del pie derecho hacia tu propio muslo, de modo que el talón derecho se halle en contacto con la nalga derecha. Mantén los dedos del pie dirigidos al frente y presiona el pie contra el suelo. Coloca las palmas de las manos en el suelo, junto a las nalgas, con los dedos orientados hacia delante. Asegúrate de que la pierna izquierda se halla completamente extendida.
- Exhalando, sube la columna vertebral. Gira el tronco 90º hacia la derecha. Flexiona el brazo izquierdo y extiende el hombro izquierdo adelantándolo contra el muslo derecho. Extiende este brazo desde la axila hasta el codo (esto es crucial para el estiramiento final). No permitas que la pierna izquierda se incline hacia la izquierda. El peso no debe recaer sobre la palma de la mano derecha. Coloca sobre la rodilla el brazo (entre el codo y el hombro).
- Baja el tobillo derecho hacia el suelo y gira el tronco más hacia la derecha. Empuja con la axila izquierda contra la cara externa de la rodilla derecha. Esto te ayudará a pivotar el torso más efectivamente. Asegúrate de girar desde la cintura y no desde el pecho. Espira y rodea con el brazo izquierdo la rodilla derecha. Presiona con el pie derecho contra el suelo.
- Exhalando, separa del suelo la palma de la mano derecha. Pon el brazo derecho detrás de la espalda. Flexiónalo y desplázalo hacia la mano izquierda. Con la mano derecha agarra primero los dedos, luego la palma y finalmente la muñeca de la mano izquierda. Eleva el tronco y gira más hacia la derecha. Gira la cabeza hacia la izquierda y mira por encima del hombro, Mantén la postura durante 20-30 segundos respirando acompasadamente. Intensifica el estiramiento de la pierna izquierda.
Beneficios
- Incrementa los niveles de energía.
- Tonifica y masajea los órganos abdominales.
- Mejora el funcionamiento del hígado, el bazo, el páncreas, los riñones y los intestinos.
- Reduce la grasa en torno a la cintura.
- Alivia el dolor de espalda
- Alivia el lumbago.
Advertencia: No practiques esta postura con diarrea ni durante un resfriado, con dolor de cabeza, migraña, insomnio o fatiga ni durante la menstruación.