Con casi dos décadas de experiencia adaptando el yoga a diferentes capacidades y necesidades, tengo el compromiso de explorar la vital importancia del yoga como herramienta inclusiva, destacando cuatro pilares fundamentales: el vínculo de ser a ser, la respiración consciente, habitar el cuerpo y la conciencia del ser, que ofrece el yoga. Escribe Arantxa Bermejo.
En el vasto universo del yoga, donde la esencia de la práctica va más allá de las limitaciones físicas, existe un mundo de posibilidades para las personas con diversidad funcional.
1. El vínculo de ser a ser: Activando el nervio vago
Para el yoga adaptado, el vínculo de ser a ser se convierte en la herramienta más importante de nuestro trabajo. Esta conexión trasciende las barreras físicas y sensoriales y básicamente es un conjunto de actitudes que generan un espacio de confianza y seguridad, que propician la activación del nervio vago en las personas con las que trabajamos, uno de los grandes aliados de la autorregulación emocional y sensorial.
Este vínculo le da a la persona una sensación de ser vista como un todo, más allá de las limitaciones y le facilita entrar en conexión profunda consigo misma, a través de la activación de la rama vagal ventral.
2. La respiración consciente: Fundamento de la relajación corporal
Como bien apuntaba el maestro Desikachar, “Si puedes respirar, puedes hacer yoga”. La respiración consciente es el puente que une cuerpo y mente. Para las personas con diversidad funcional, la respiración consciente se convierte en una herramienta poderosa para la relajación corporal.
A través de la combinación de herramientas físicas, en combinación con la respiración, se liberan bloqueos físicos y mentales, proporcionando un espacio para la aceptación y la transformación. La respiración se convierte así en la base de una relajación profunda, permitiendo a cada individuo explorar la paz interior independientemente de sus desafíos físicos.
3. Habitar el cuerpo: El inicio de los aprendizajes para la vida
El yoga adaptado se transforma en una oportunidad única para explorar la conexión con el cuerpo en las personas con diferentes necesidades. La atención plena se dirige hacia la sensación y el habitar el cuerpo.
Desde la propiocepción, el sistema vestibular y el tacto, que proporciona la práctica adaptada, se sientan las bases para el aprendizaje posterior sensorial, perceptivo motor e intelectual, que pueden extrapolarse a diferentes áreas de la vida, incluida la académica.
Además, en la conexión con el cuerpo se abren nuevos caminos hacia la autoaceptación, la resiliencia y la confianza.
4. La conciencia del ser: Trascender las limitaciones físicas, mentales y emocionales
En la mirada yóguica, que incluye el ámbito trascendente o espiritual, destacaría como un elemento fundamental: la importancia de sentir y tomar consciencia del ser. Esta consciencia se convierte en un bálsamo para liberarse de las limitaciones físicas, mentales y emocionales. Al entrar en el momento presente, las personas con las que trabajamos experimentan la calma del ser, y ese espacio ilimitado, que les da una sensación transformadora de autoconciencia y autolibertad.
En conclusión, el yoga adaptado es una herramienta inclusiva que dota a las personas de esperanza y empoderamiento. A través del vínculo emocional, la respiración consciente, la conexión con el cuerpo y la toma de consciencia del ser, se despiertan posibilidades transformadoras que trascienden las limitaciones de cualquier tipo.
En cada postura y cada respiración, el yoga se convierte en un camino hacia la autenticidad, la paz y el autodescubrimiento para todos, sin importar las diferencias.
Arantxa Bermejo Busto es profesora de yoga y meditación. Presidenta y cofundadora de la Asociación Española de Yogaespecial
Coordinadora y directora de la Formación de la Escuela Om Shree Om: “Yoga para Niños con diversidad funcional” en colaboración con City Yoga, Madrid /T 685 549 906
Comienzo de la Formación: 27-28 de enero 2024