Brillo y emoción en la celebración del Día Internacional del Yoga en la Plaza de Oriente

2023-06-19

Si algo conmueve cuando se asiste a una práctica colectiva de yoga, aunque sea multitudinaria, es el silencio y la concentración que allí se comparten entre los practicantes. Es una energía especial que quizás provenga de la intención y concentración de quienes ejecutan sus asanas. Esa profundidad que transmite la práctica del yoga y mucho más fue lo que brilló ayer domingo en la Plaza de Oriente.

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Todos lo pudimos percibir ayer frente al Palacio Real durante los actos de celebración del Día Internacional del Yoga. Fue emocionante ver cómo quedaban atraídos por esa energía especial los grupos de turistas japoneses, las señoras y señores del barrio y sus perritos, las familias domingueras de paseo con los niños, las parejas de enamorados o el noctánbulo ya de recogida camino de su casa… La gente, en suma, que se acercaba a mirar, primero con curiosidad y luego con respeto, a los practicantes de todas las edades y condiciones mientras seguían la demostración de asanas en sus esterillas.

Durante dos horas largas que se hicieron muy amenas gracias a la variedad del programa (lo recordamos aquí), pudimos empaparnos de la riqueza del yoga, de su profundidad pero también de su alegría.

En su intervención, El Brujo recordó palabras de Yogananda: «Los antiguos yoguis descubrieron que el secreto de la conciencia estaba ligado al dominio de la respiración». Un descubrimiento inmortal e incomparable de la India que enriqueció el caudal de conocimientos humanos. «A través del yoga podemos experimentar el viaje de retorno de la naturaleza material del universo hacia el origen, hacia su verdadera naturaleza espiritual. Es el viaje de la oscuridad a luz, de los deseos insatisfechos a la realización, de la muerte a la inmortalidad».

«Mahavatar Babaji le aseguró a Yogananda –siguió diciendo El Brujo en su actuación, basada en su monólogo sobre la Autobiografía de un yogui– que la práctica de yoga despertaría la conciencia de la Unidad trascendental y fraternidad de toda la especie humana. El yoga, tarde o temprano, circundará el globo y será causa de la paz en todas las naciones de la Tierra».

Nos quedamos con este deseo y con el recuerdo de la brillantez de la gran fiesta del yoga de ayer, que discurrió con todo éxito gracias a la organización de la Embajada de la India, el intenso y valioso trabajo de las escuelas que participaron y la excelencia de los intervinientes en los diferentes actos. Gracias a ellas y ellos y, por supuesto, gracias también a todas/os los practicantes que acudieron a disfrutar del evento.