Superalimentos: Te kombucha

2023-03-17

Desde que los llamados «superalimentos» llegaron de las ecotiendas y herbolarios a las grandes superficies, se han convertido en un negocio emergente. Aquí os contaremos los mitos y verdades sobre los más populares, y seguiremos para ello un informe de la OCU.

kombucha

Si primero fueron el cacao, las semillas de chía, la quinoa, los frutos rojos o el polen de abeja, van popularizándose otros a los supermercados como el kale, la cúrcuma, el aloe vera… ¿Son esos productos tan buenos para la salud, tan ricos en nutrientes tales como vitaminas, minerales y antioxidantes, y con tantas propiedades curativas extraordinarias?

Té kombucha

El té kombucha, conocido también como hongo manchuriano, hongo de té u hongo chino, ya se consumía en China hace 2.000 años. Es una bebida fermentada, elaborada a partir de té endulzado, que ha sido fermentado por una colonia simbiótica de bacterias y levaduras. La colonia llamada SCOBY (acrónimo de Symbiotic Colony Of Bacteria and Yeast), de aspecto gelatinoso, flota sobre el líquido y, si recibe alimentación, se puede multiplicar indefinidamente.

El conjunto de estos microorganismos actúa sobre el té produciendo CO2, ácido acético y pequeñas cantidades de alcohol, lo que da lugar al particular y efervescente sabor de esta bebida, que puede recordar al vinagre de manzana o a alguna variedad de champán, según el tipo de té utilizado.

El sabor del té Kombucha puede variar mucho según el tiempo que fermente, entre 7 y 30 días; cuanto menos tiempo fermente, más suave y dulce será. Por el contrario, si la actividad de los microorganismos es más prolongada, obtendremos un producto menos dulce, de sabor más intenso y ácido-avinagrado.

Características nutricionales

La kombucha, como cualquier té, no destaca por su interés nutricional, salvo por su contenido en vitaminas del grupo B y algunos aminoácidos. Como resultado de la fermentación, se generan además otros compuestos, como enzimas y ácidos orgánicos, a los que se les atribuyen efectos beneficiosos sobre el organismo.

Beneficios atribuidos

Todos esos supuestos beneficios de esta bebida, responsables de su creciente popularidad, vendrían dados por el carácter de bebida fermentada probiótica: mejora problemas digestivos, fortalece el sistema inmune, normaliza la presión arterial, combate la artritis y el dolor de articulaciones, previene la pérdida de memoria, ayuda a combatir la fatiga y las alergias.

Lo que se sabe

La realidad es que, hasta la fecha, no existe evidencia científica que avale las propiedades que se le atribuyen. En cambio, no hay que perder de vista los riesgos de esta preparación casera: el tipo de bacterias y hongos puede variar según el té utilizado, el tiempo de actuación (es un conjunto vivo y la composición va variando como lo hace el medio), incluso de los microrganismos presentes en la cocina en el momento de preparar la bebida. Por otro lado, tanto la elaboración de la kombucha como la conservación de la colonia necesitan precauciones higiénicas especiales. Por este motivo, y dado que esta bebida no está pasteurizada, deben evitar su consumo las personas que tengan alguna patología intestinal o del sistema inmunológico, las mujeres embarazadas que nunca hayan consumido este alimento, las mujeres lactantes y los niños menores de 5 años.

Asimismo, se trata de un alimento fermentado y, como tal, debe consumirse en cantidades moderadas, pues en exceso puede producir malestar digestivo, como diarrea o flatulencia. La cantidad de alcohol es muy pequeña, pero su presencia debe ser tenida en cuenta en casos de personas con alcoholismo o en recuperación. Por último, hay que recordar que, como cualquier té, contiene cafeína.

(Informe OCU ver AQUÍ)