Cada vez se organizan más retiros de yoga, y abundan también aquellos que poco o nada tienen que ver con tan venerable disciplina. Es una realidad admisible, claro, pero hay que saberlo de antemano. Si estás pensando en hacer un retiro, hemos reunido información para ayudarte a decidir cuál se adapta más a ti. ¡Conviene evitar sorpresas indeseadas! Escribe Aitana Bernabé.
Los retiros de yoga hace tiempo que se pusieron de moda, y cada año se organizan más por todo tipo de agentes. En YogaenRed lo sabemos bien porque vemos multiplicarse la demanda de difusión de los organizadores en nuestras páginas (servicio gratuito). En paralelo, evidentemente, es creciente el interés que despiertan los retiros entre nuestras/os lectoras/es.
Los primeros retiros de yoga se realizaron para proporcionar a los participantes una conexión profunda consigo mismos, basada en la inmersión intensiva en yoga. Como otros retiros de carácter espiritual, su principal objetivo era el cultivo de la vida interior fuera del marco de vida habitual, por lo que no solían faltar prácticas de meditación y de devoción. Para ello, había que tomar distancia de las distracciones cotidianas y dedicar el tiempo fundamentalmente a explorar y profundizar en las prácticas tradicionales de yoga.
Enseguida se empezó a valorar en los retiros la experiencia de convivencia en comunidad, ya que los participantes compartían sus experiencias y aprendían juntos. Hoy días los retiros de yoga mantienen su vocación de experiencias de autodescubrimiento y transformación. Se ofrecen en todo el mundo, siendo uno de sus principales atractivos su ubicación en entornos hermosos y tranquilos.
Tendencia a la especialización
Durante los retiros, los participantes tienen la oportunidad de profundizar en la práctica de yoga, aprender nuevas técnicas, conectarse con otros practicantes y disfrutar de experiencias a la vez que fortalecen su práctica. Generalmente los retiros incluyen clases de yoga de diversos estilos, técnicas de relajación y meditación, a lo que se añaden actividades complementarias como baños, spa, excursiones y otras actividades, amén de gastronomía saludable.
La mayoría de los retiros de yoga se caracterizan por que, a través de la práctica de yoga, la meditación y la conexión con el grupo, se ayuda a los participantes a desarrollar una mayor comprensión de sí mismos, a desvelar su propósito en ls vida y su conexión con el universo, y ello conlleva una experiencia de crecimiento en su camino espiritual.
A fin de distinguirse unos de otros, se observa la tendencia de los organizadores a singularizar su oferta en retiros especializados, aunque casi siempre incluyendo prácticas de yoga. Los hay que mantienen un sentido profundamente espiritual y/o religioso, como los retiros de silencio, los monográficos de meditación o de profundización en la filosofía advaita vedanta. Otros potencian el aspecto terapéutico y ofrecen dieta detox, spa, ayurveda, etc. O los hay que se apoyan en un contacto estrecho con el medio natural y organizan paseos y/o senderismo, baños de bosque, descubrimiento de la fauna y flora locales, etc. Y también abundan los que abiertamente destacan su naturaleza de vacaciones lúdicas y/o deportivas que combinan con más o menos dosis de yoga, relajación y descanso.
Por qué son tan atrayentes
Hemos investigado cuáles son las principales motivaciones de las personas para hacer un retiro de yoga. Se citan estas: 1. la profundización en la práctica; 2. la sanación emocional y el crecimiento espiritual; 3. la conexión con otros practicantes; y 4. la relajación y el descanso.
Para la mayoría, los retiros suponen una innegable oportunidad para desconectarse de las distracciones de la vida diaria y del estrés cotidiano y centrarse en sí mismas/os. “Los retiros para mí son una forma muy bonita de explorar diferentes prácticas y estilos de yoga, así como para conectarme con la naturaleza, conocer personas afines y descubrir nuevas y emocionantes experiencias”, dice Mónica, una contumaz participante en retiros, que está a punto de apuntarse al séptimo en el próximo mes de mayo.
¿Y tú? ¿Estás pensando que te vendría bien hacer un retiro? Sea el que sea, seguro que resultará una experiencia inolvidable, porque siempre será un poco inesperado lo que allí suceda… si pensamos que durante tres o cuatro días, intensos en cualquier caso, habrá una combinación de personas diferentes haciendo actividades de resultado bastante imprevisible… Pero ese es en parte el encanto de un retiro, ¿o no?
Si te viene bien un consejo, ahí van algunos…
1.Investiga diferentes retiros de yoga para valorar cuál se adapta a tus metas, necesidades y capacidades, sobre todo si eres principiante en tu aprendizaje de yoga o va a ser tu primer retiro. En la Agenda YogaenRed y en sus Guías de Retiros YogaenRed, tienes muchas opciones.
2. Asegúrate de informarte suficientemente. Lee todos los detalles para que sepas, más o menos aproximadamente, lo que te espera. Investiga qué tipo de clases se van a impartir. Quizás te convenga, por ejemplo, un programa que combine clases tranquilas y restauradoras con otras más enérgicas. Mira qué tiempo se asigna para el descanso en el programa, y si te conviene que el ritmo de las actividades sea más o menos pausado o intenso. ¿Verdad que no se trata de salir del retiro más cansado de lo que llegaste?
3. Es importante que te asegures de estar preparada/o para el retiro física y mentalmente. Si si tienes alguna duda sobre el nivel de intensidad de las prácticas o las condiciones de la dieta o las reglas de convivencia, contacta con el organizador , no te cortes y pregunta todo lo que haga falta.
4. Cuenta con que, en cierto modo, un retiro debe sacarte de tu zona de confort, pues es donde se produce la magia, sobre todo si deseas que resulte una experiencia transformadora. No hay que descartar una dosis de reto, como por ejemplo acudir sola/o, o prestarse a largas sentadas de meditación o a comidas en silencio… Si tu principal motivación es lúdica o de simple descanso, un retiro de yoga quizás no sea lo más indicado.
5. Interésate por el profesional o profesionales que imparten las diferentes prácticas y por su cualificación y experiencia. Lo normal es que los responsables del retiro colaboren con instructoras/es expertas/os, e incluso hay retiros con profesoras/es muy acreditadas/os que hacen de sus clases auténticas oportunidades de aprendizaje.
6. Es esencial asegurarte de que el entorno sea seguro y de que vayas a sentirte respetada/o en todos los sentidos: físico, psíquico, emocional, ideológico. Si algo que lees sobre un retiro o un instructor te inspira incomodidad, desconfianza o no encaja contigo, busca otro. Ten claro que el crecimiento espiritual no entraña en absoluto cesión del poder sobre tu integridad ni por supuesto lavado de cerebro alguno.
7. Valora que el retiro tenga una buena relación calidad-precio, y mejor aún si dispone de buenas opiniones de otros participantes. A lo mejor te merece la pena no guiarte por lo más barato o lo más cercano, y sí esperar y ahorrar para realizar un retiro que sea realmente especial y significativo para ti.
8. Sea cual sea el resultado, tendrá el valor de la experiencia y de aportarte aprendizajes. Lo aprovecharás mejor si vas con la mente y el corazón abiertos, descargados de miedos y prejuicios, y dispuesta/o a consagrar un tiempo a la atención y profundización en tu ser interior. Es incuestionable que el aprovechamiento y la riqueza que puedas obtener de un retiro depende, en primera instancia, de tu buen ánimo y disposición a poner de tu parte.
Aitana Bernabé es redactora de Yogaenred.