Respiramos de 15 a 20 veces por segundo. ¡Cuántas respiraciones, una tras otra, a lo largo de la vida! Al nacer, inhalamos; al morir, espiramos. La respiración se ha utilizado siempre como preciosa herramienta de autodesarrollo y purificación mental en Oriente. Los yoguis comenzaron a servirse de ella como soporte para la concentración y la meditación. Escribe Ramiro Calle.
Posteriormente los yoguis ingeniaron ejercicios psicofisiológicos de gran alcance, llamados en el yoga «pranayama» que pretenden un mejor y mayor aprovechamiento y distribución del prana o fuerza vital, además de unificar la consciencia. Así, pues, a la respiración se le ha dado esta doble vertiente en la esfera del trabajo interior: como objeto de contemplación y meditación y como ejercicio psicosomático.
Existe una enorme conexión entre la mente y la respiración y la respiración y la mente, de modo tal –como ya descubrieron los yoguis hace milenios– que a todo estado anímico corresponde una forma de respiración y viceversa. No respiramos igual cuando estamos tensos o distendidos, concentrados o dispersos, alegres o melancólicos.
¿Por dónde empezar?
Comienza por aquietar el cuerpo y sentir la respiración. No pienses, no analices, no reflexiones. Conecta estrechamente con la respiración y sigue el curso del aire, tratando de estar atento y sosegado. Este es un ejercicio del grupo de atención a la respiración.
Como ejercicio respiratorio, comienza con las respiraciones integrales, que son de un gran beneficio y se pueden realizar extendidos, sentados, de pie o incluso caminando. Consisten en llevar el aire lentamente al vientre y el estómago, por la nariz, y a continuación, sin interrupción, a la zona media del tórax y después, también sin interrupción, a la zona más alta del mismo. Si se hace correctamente, primero se dilatan vientre y estómago y después el tórax. El aire se exhala en el mismo tiempo, aproximadamente, por la nariz. Se pueden hacer varios ciclos de una docena de respiraciones.
En cualquier momento o situación, uno puede conectar con su respiración y utilizarla para centrarse y sosegarse, con tal de hacerla un poco más lenta y uniforme.
La respiración es una gran aliada que siempre está de nuestra disposición.
Ramiro Calle es pionero de la enseñanza del yoga en España, disciplina que imparte desde hace más de 30 años en el centro de Yoga Y Orientalismo «Shadak». Es el más importante escritor orientalista de este país y uno de los más importantes de toda Europa. Autor de numerosas obras, ha estudiado en profundidad los efectos terapéuticos de las psicologias orientales y de los aportes de la meditación al psicoanálisis, la psicoterapia y la neurociencia. https://www.youtube.com/results?search_query=ramiro+calle
Todos sus libros en la Biblioteca Ramiro Calle de Editorial Mandala:
https://www.mandalaediciones.com/autores/ramiro-calle.asp