Uno puede seguir o no una religión, una fe o un culto, pero sadhana, la práctica espiritual, es independiente de todo ello; es método aséptico para la realización de sí, y por eso precisamente se han servido de él muchos sistemas filosófico-religiosos y ha sobrevivido a cualquiera de ellos, porque el método no se deja limitar por las creencias. Escribe Ramiro Calle.
Si aprendes a meditar, da igual si eres o no religioso, y o lo mismo si aprendes a concentrarte, relajarte o hacer pranayama. La creencia puede confortar e inspirar, pero lo que transforma es el método. Te permite ir más allá y no estancarte ni extraviarte en elucubraciones o con placebos. Para conocer, mejorar, desarrollar, ampliar, sanear, estabilizar y mejorar la mente se requiere sadhana. Si uno trata de seguir una genuina ética, eso es sadhana; si se trata de mantener la atención mental, eso es sadhana; si se está en purificar el discernimiento, sadhana; así como si se medita, se siguen técnicas psicosomáticas conscientes, se trata de ser fiel a la recta motivación o de tener actitudes karma-yóguicas de ayuda a los otros y compasión. Sadhana es la intención puesta en acción; la voluntad que se despliega.
Con tu sadhana nunca te sientes desvalido porque sadhana se convierte en un fiel amigo. Está ahí para que puedas servirte de él y que lo conviertas en un fiable punto de apoyo. Incluso en los momentos de mayor incertidumbre espiritual, cuando se hace muy dificultoso el camino hacia la liberad interior, disponemos del sadhana. No es una ensoñación, ni una filosofía, ni un alimento ilusorio, sino una contundente realidad que ha sido experimentada a lo largo de miles de años.
Como me dijo un mentor: “Puedo dudar de todo, menos de mi sadhana, porque el sadhana es una experiencia diaria, es mi actitud de vida”. Me identifico plenamente con ello. Como todo el mundo, he conocido fracasos, he cometido miles de errores, he sufrido la muerte de seres muy amados (humanos y animales), he pasado por graves enfermedades, he padecido deslealtades, he experimentado “noches oscuras del alma”, pero siempre he podido contar con sadhana. El sadhana es como una poderosa mano invisible que nos sujeta aún en los momentos más difíciles.
Ramiro Calle es pionero de la enseñanza del yoga en España, disciplina que imparte desde hace más de 30 años en el centro de Yoga Y Orientalismo «Shadak». Es el más importante escritor orientalista de este país y uno de los más importantes de toda Europa. Autor de numerosas obras, ha estudiado en profundidad los efectos terapéuticos de las psicologias orientales y de los aportes de la meditación al psicoanálisis, la psicoterapia y la neurociencia. https://www.youtube.com/results?search_query=ramiro+calle
Todos sus libros en la Biblioteca Ramiro Calle de Editorial Mandala:
https://www.mandalaediciones.com/autores/ramiro-calle.asp