Lejos de reducirse a la práctica de posturas o ejercicios, el Yoga entraña un compromiso de amor como sentimiento de unidad hacia la vida dentro y fuera de una/o mismo. Desde Colombia, nuestra colaboradora Elsa Beatriz Acevedo nos envía su testimonio de este compromiso con el Yoga y con la vida.
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Me comprometo
Me comprometo a seguir un estilo de vida basado en la meditación, y en un desarrollo humano integral, con énfasis en mi paz crecimiento interior como parte de la paz universal.
Viviré cada instante disfrutando ese infinito regalo que me da la vida y me comprometo a pensar y actuar con amor, respeto, solidaridad y ternura hacia mí misma y hacia el mundo que me rodea.
Cada una de mis actitudes, acciones y pensamientos se regirán por la práctica de la consciencia plena y la meditación atenta como principio y senda espiritual de mi vida.
De mi boca solo saldrán palabras de amor, compasión, solidaridad, apoyo y paz. Expresando palabras bellas y llenas de amor hacia los seres que amo y hacia el universo. Siguiendo el principio según el cual “De mi boca solo deben salir flores”.
Me comprometo ayudando siempre en la construcción de un mundo mejor, basado en la práctica del yoga, la meditación y la relajación como ciencia y arte de la vida.