En esta nueva sección Harmony Hannigan nos lleva a conocer las 10 caras de la Shakti, la divina energía femenina, cuya fuerza creadora es la energía existente en cada mujer y cada hombre. Estudiar a estas fascinantes diosas nos permite identificar los aspectos de nuestra psique que necesitan ser aclarados y refinados. En esta primera entrega conoceremos más de cerca a Kali.
El yoga, la psicología y la espiritualidad son tres hechos profundamente relacionados.
Diversos campos de investigación de hoy día, tanto desde la física como desde la neurociencia, ya están tendiendo puentes entre las dimensiones sutiles y las orgánicas, y es importante reconocer que determinadas figuras remotas, mitos, historias y símbolos continúan siendo tan válidos y poderosos como antaño para guiar a quienes se entregan a estos conocimientos en busca de una purificación de la psique.
El uso de arquetipos como un método para conectar de una manera más profunda con aspectos de nuestra personalidad es bien conocido tanto en la psicología de Jung como en otras tradiciones paganas más antiguas. Dentro del hinduismo estas figuras se presentan en forma de dioses y diosas, convirtiéndolas en objetos posibles de devoción.
Las prácticas devocionales como tal son accesibles a todos, pero hay que señalar que cuando un acto cualquiera se realiza con el debido respeto e inspiración, la carga vibracional aumenta de tal manera que empodera y enriquece la experiencia.
Las Dasha Mahavidya
Las Dasha Mahavidya (dasha significa «diez» y mahavidya, «poder cósmico») son 10 diosas de un riquísimo imaginario que alcanza desde lo sorprendente hasta lo sanguinario.
Estos 10 aspectos encarnados de la psique humana inciden tanto en la sombra como en el lado luminoso de nuestra conciencia y sirven para ayudarnos a reconocer esos aspectos en nuestro interior.
En verdad no son más que las 10 caras de la Shakti, la divina energía femenina, cuya fuerza creadora es la energía existente en cada mujer, en cada hombre. Estudiar cada una de estas fascinantes diosas nos permite identificar esos aspectos de nuestra psique que necesitan ser vistos, aclarados y refinados. Las prácticas de ciertos asanas de yoga, el uso de mantras y meditaciones con yantras (mantras visuales) proveen una tecnología exhaustiva para poder encarnar cada una de esas fuerzas divinas y experimentar su energía en nuestra vida cotidiana.
En las próximas semanas Harmony Hannigan compartirá con nosotros una introducción a cada una de estas Mahavidyas; hoy comenzamos con Kali. La tercera edición de su formación on-line comienza el próximo octubre y te puedes apuntar hoy mismo.
Mahavidyas 1/ Kali, la feroz diosa negra del tiempo y de la muerte
La primera figura y la más representativa en nuestra rueda de los diez aspectos de la madre cósmica es la bien conocida diosa Kali.
Sus ojos giran y su lengua resplandece mientras agita un machete ensangrentado.
No para de segar cabezas que acaban adornando el collar en torno a su cuello, mientras unos brazos exánimes se balancean desde su cadera. Incluso Shiva yace desfallecido a sus pies.
Ella es la danza del tiempo
Así como su sable desciende sobre tu cuello con un golpe tan fuerte como decidido:
corta la unión con tu identidad humana.
La muerte del ego ha triunfado
Su violencia resultó benevolente
Porque solo cuando el ego se ha quedado atrás puede resplandecer la realidad del Ser.
La muerte te llega más de una vez en la vida
premiándote con la oportunidad del crecimiento radical,
del renacimiento.
Como una representación del tiempo, Kali nos recuerda la naturaleza perpetua del movimiento cíclico presente en cada manifestación de la vida. En vez de temer el tiempo como algo que nos controla y marca el paso inexorable hacia el final de esta encarnación, ella esta ahí para advertirnos de que solamente soltando cualquier apego obtendremos la maestría sobre el tiempo. Esta es en si misma una invitación tremendamente seductora, ya que la mayoría nos sentimos controlados o limitados por el tiempo.
La muerte puede adoptar muchas formas en nuestras vidas y cotidianeidad. La misma naturaleza nos lo enseña constantemente. Limitar o evitar este hecho natural crea conflictos internos y distorsiones. De la misma manera que aferrarnos a aquello que debe soltarse, que necesita ser liberado, puede producir toxicidad dentro de nuestro cuerpo y mente.
La vida nos ofrece la oportunidad de reinventarnos en muchos aspectos de nuestras vidas, pero recordemos que no podremos avanzar sin desprendernos de lo viejo. La muerte no ocurre solamente al final de la vida; está ocurriendo dentro de la vida misma. Y la invitación a encarar miedos y apegos aprendiendo a ‘dejar ir’, nos trae libertad, sorpresas inesperadas y una oportunidad insoslayable para crecer.
Pregúntate: ¿Qué quiere morir? Y ofrécelo a la negra diosa de la destrucción para descubrir que detrás de su hacha sangrienta y su fiera expresión hay una madre amorosa rogando por tu evolución.
Cuando Kali llama a tu puerta es hora de despedirte de alguien, de algo o de la vieja identidad a la que continúas aferrada/o. Permítete soltar, despréndete y déjate “morir”, con la convicción profunda de que aquello que te dio la vida, es también aquello que te guía en la distancia y te llevará a renacerte.
Shavasana es el asana que te conviene en este momento. Acuéstate y ríndete a ella. Enfócate en tu práctica de Yoga Nidra.
Harmony Hannigan comenzará la tercera edición de su formación on-line en torno a las Mahavidyas en octubre del 2022. 10 meses de sadhana con una comunidad de acompañamiento. Reserva tu plaza hoy mismo..
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