«Escribir es un acto de intimidad con uno mismo, y meditar es ir al encuentro de lo que realmente somos», dice Pilar Blanco, autora de Meditación y creación literaria. Compartimos una entrevista de lanzamiento de este muy interesante libro editado por Desclée De Brower. PVP: 17€
Meditación y creación literaria es un libro dirigido a todo aquel que quiera conocer mejor el funcionamiento de su mente, lo que puede hacer para vivir de una forma más creativa e intensa y saber afrontar con un talante constructivo y sereno las circunstancias de la vida. Está fragmentado por capítulos, en los cuales ofrece una serie de ejercicios de escritura y de atención plena, enfocados a dejar salir todo lo que se guarda por ahí dentro y convertirlo en pura literatura y autoconocimiento. A su vez, se consiguen comprender y gestionar las emociones, los pensamientos y los estados de ánimo de una forma más consciente y saludable.
Pilar Blanco es periodista, escritora, coach literaria y una apasionada de la literatura y las técnicas orientales de entrenamiento mental. En su libro Meditación y creación literaria. Aprende a vivir y a escribir mejor recoge una buena parte de los conocimientos adquiridos durante su dilatada trayectoria en ambos campos.
P: ¿Qué te impulsó a escribir este libro?
R: El convencimiento de que la práctica de la escritura y las técnicas de meditación son dos disciplinas muy poderosas para organizar la mente, ser más eficaz, ganar ecuanimidad y reducir la ansiedad, la confusión y el miedo a la incertidumbre.
P: ¿Es un libro sólo para escritores y aspirantes?
R: No, en absoluto. Es un libro dirigido a todo aquel que quiera conocer mejor el funcionamiento de su mente, lo que puede hacer para vivir de una forma más creativa e intensa y saber afrontar con un talante constructivo y sereno las alternancias propias de la vida.
P: Entonces, es una especie de manual de vida y de escritura…
R: Sí, ante todo es un libro para pasar buenos ratos con uno mismo aprendiendo para entenderse mejor. Cada capítulo se acompaña de ejercicios de escritura y de atención plena, encaminados a dejar salir todo lo que se agita por ahí dentro y convertirlo en pura literatura y autoconocimiento. En el proceso también se consigue entender y gestionar las emociones, los pensamientos y los estados de ánimo de una forma más consciente y saludable.
P: Llama la atención que hayas unido dos disciplinas tan dispares. ¿Tienen algo en común?
R: Escribir es un acto de intimidad con uno mismo y meditar es ir al encuentro de lo que realmente somos. Todo está ahí adentro. Se trata de bajar a la mina y trabajar con los materiales que vayan surgiendo durante la exploración de ese territorio tan íntimo y a veces tan desconocido. Aunque no todo lo que se encuentre allí abajo sea agradable y fácil de aceptar.
P: ¿En qué puede ayudar la meditación a una persona que escribe o que quiere empezar a escribir?
R: Además de conseguir una atención más entrenada y dócil, el meditador logra reducir los pensamientos rumiativos y dejar la mente disponible para centrarse en cualquier actividad. La meditación también ayuda a evitar los típicos bloqueos de escritor porque invita a enfocarse en el proceso de creación y no únicamente en el resultado; a disfrutar escribiendo y dar rienda suelta a esos mundos silenciados que llevamos todos muy adentro.
P: ¿Qué hace la escritura para mejorar la práctica meditativa?
Un escritor que quiera iniciarse en la meditación ya cuenta con cierta ventaja, porque es una persona acostumbrada a ejercitar el “músculo” de la atención, a concentrarse a niveles profundos y a viajar a su interior para recoger los materiales que precisa para sus textos.
P: Has empezado a escribir mucho antes que a meditar. ¿Has notado algún cambio en la escritura desde que practicas la meditación?
R: Creo que ahora es más minimalista. Tengo la cabeza más ordenada. Huyo del artificio y me centro en organizar y desarrollar las ideas de una forma llana, casi oral para facilitar al máximo la lectura. Esto supone, a posteriori, un duro trabajo de limpieza para eliminar todo lo que no resulte indispensable: todo lo que no suma es ruido que dificulta la conexión entre escritor y lector.
P: ¿Qué se necesita para escribir o para meditar?
R: Lo mejor del asunto es que para escribir solo se necesita lápiz y papel o un ordenador, si se prefiere, y para meditar, nada. Se puede meditar sentado en un cojín o en una silla, caminando, mientras se contempla un cuadro o se dibujan garabatos en una servilleta de papel.
P: ¿Cuáles son los mejores sitios para escribir y meditar?
R: Es mejor retirarse a sitios tranquilos, pero más que el silencio ambiental lo importante es que la mente deje de parlotear y se consiga cultivar el silencio interior. Muchos escritores preferían escribir en cafés o en otros sitios concurridos y ruidosos. En cuanto a meditar, si se tiene la habilidad de abstraerse del mundo exterior y dirigir la atención hacia un soporte –respiración, recitar un mantra…– se puede meditar en cualquier sitio.
P: Y para finalizar, ¿nos podrías dar una cápsula que nos ayude a vivir más satisfechos y felices?
R: Para mí es muy importante estar más presente y hacer algo divertido y creativo cada día. No hace falta nada demasiado complicado, basta con cosas sencillas, como dibujar, escribir un minirrelato, pasear por un lugar agradable, practicar algún deporte o visitar una exposición interesante. La rutina solo es molesta e incapacitante cuando dejamos de crear y automatizamos la vida.
Agradecemos esta entrevista a Bibiana Ripoll y su equipo.