Cuando un físico cuántico penetra en la materia con sus experimentos, se da cuenta de que la materia es en un 99’99% puro vacío, y sin embargo, cuando camina por la calle no tiene miedo de ser engullido por ese vacío, pues maneja la realidad sensorial sin perder de vista la realidad profunda de la materia. Escribe Julián Peragón (Arjuna).
Algo parecido ocurre en la meditación.
La conciencia ordinaria cree que el yo (o ego, carácter, etc) es algo real, sólido y continuo en el tiempo, pero una observación minuciosa de ese carácter nos lleva a la conclusión de que es meramente una función de la psique para manejar la realidad que vivimos.
Tal vez por eso, en la meditación puede aparecer un vértigo cuando asistimos a la deconstrucción de ese edificio egoico. Quizá la respuesta a esa paradoja la tenga el místico que manejando adecuadamente el ser alguien en sociedad, sabe en el fondo que no es nadie, y entiende que para poder abrazar al Todo que nos sostiene hay que vaciarse de toda ilusión de solidez para convertirse en Nada.
Om shanti.
Julián Peragón es profesor y formador de yoga, fundador de Yoga Síntesis.
Su último libro, ‘Estar en el mundo. La necesidad de la meditación’. Ed. Kairós.