La sociedad es una suma de mentes. Si estas mentes no se esclarecen y evolucionan, la sociedad aún menos. Siguen más vigentes que nunca las recomendaciones de los antiguos sabios: «Esperadlo todo de vosotros mismos y encended vuestra lámpara interior». Escribe Ramiro Calle.
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En la mayoría de los seres humanos hay un núcleo interior de caos y confusión que da por resultado a menudo la acción inadecuada, un comportamiento improcedente y el desequilibrio. Este núcleo caótico y confuso viene dado por factores muy diversos, entre los cuales están la educación, los clichés socioculturales, los viejos patrones y las perturbaciones psicológicas.
Pero precisamente el trabajo interior que todos podemos seguir consiste en ir ordenando y esclareciendo ese núcleo y logrando mayor consciencia, lucidez y equilibrio. Hay que liberar este núcleo de conflictos internos, complejos y represiones, agujeros psíquicos y ofuscación. De otro modo, provoca un sentimiento muy agudo de insatisfacción e incompletud, ansiedad, abatimiento y discapacidad emocional.
Mediante la autoobservación, la reflexión consciente, el discernimiento, el autoconocimiento y la meditación, vamos poniendo un poco de orden y luz en ese núcleo interior y vamos activando nuestro entendimiento correcto, del que surge una acción más diestra. No tiene uno por qué resignarse a su propia necedad. En lugar de tratar de cambiar a los demás, tratemos de cambiarnos a nosotros mismos. ¡Qué implacables podemos llegar a ser con los otros y qué indulgentes con nosotros mismos!.
Hay infinidad de circunstancias y situaciones que no podemos modificar, pero sí podemos cambiarnos a nosotros mismos para mejorar y humanizarnos. Por eso ha surgido, desde muy antaño, esa corriente iluminada de enseñanzas y métodos transformativos, que esta sociedad en su mayoría ignora o incluso ridiculiza, aunque algunos habrá, declaraba Buda, que no tengan la mente tan empañada y puedan comprender.
La sociedad es una suma de mentes. Si estas mentes no se esclarecen y evolucionan, la sociedad aún menos. Siguen más vigentes que nunca las recomendaciones de los antiguos sabios: «Esperadlo todo de vosotros mismos y encended vuestra lámpara interior». En suma, ser luz para nosotros mismos. Enseñanzas y métodos no faltan, pero a veces falla la motivación y el esfuerzo consciente, aunque es bueno tener presente el adagio tántrico: «El mismo suelo que te hace caer es en el que tienes que apoyarte para levantarte». Incluso cometer los errores con consciencia y no mecánicamente. Y así se cometerán muchos menos.
Ramiro Calle es pionero de la enseñanza del yoga en España, disciplina que imparte desde hace más de 30 años en el centro de Yoga Y Orientalismo «Shadak». Es el más importante escritor orientalista de este país y uno de los más importantes de toda Europa. Autor de numerosas obras, ha estudiado en profundidad los efectos terapéuticos de las psicologias orientales y de los aportes de la meditación al psicoanálisis, la psicoterapia y la neurociencia.https://www.youtube.com/results?search_query=ramiro+calle
Todos sus libros en la Biblioteca Ramiro Calle de Editorial Mandala:
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