Lecturas de verano: la inspiración que llega del Infinito

2021-08-20

Continuamos ofreciendo fragmentos de interesantes libros para leer este verano. En esta ocasión se trata de Música e inspiración, Conversaciones con Brahms, Strauss, Puccini, Humperdinck, Bruch y Grieg, de Arthur M. Abell, editado por Fragmenta Editorial.

Musica e inspiracion

Una tarde, Johannes Brahms, Joseph Joachim y yo estábamos sentados en la habitación de trabajo del hogar vienés del famoso compositor y hablábamos de la fuente de inspiración de los grandes genios creadores. Eran los últimos días del otoño de 1896 y fue el famoso violinista Joseph Joachim quien organizó el encuentro, como muestra del afecto que me tenía y porque él mostraba un gran interés por el libro que yo quería escribir sobre la inspiración y los genios.

Los escuchaba como si estuviera sometido a un hechizo: el tema siempre me había había fascinado y el marco resultaba inmejorable, ya que la conversación tenía lugar en la misma habitación que había visto nacer muchas obras inmortales de Brahms. Sin la colaboración activa de Joachim, yo no habría conseguido nunca convencerlo para que revelara los secretos de cómo componía, movido por fuerzas interiores e iluminado por el Espíritu del Todopoderoso.

Después de unos cuantos esfuerzos infructuosos y continuados para hacerlo hablar de aquella cuestión, me di cuenta de que, realmente, para él era un tema sagrado y que si hablaba de ello, era más bien a regañadientes. De hecho, ya desde el comienzo de la conversación de aquella noche, Brahms dijo, dirigiéndose a Joachim:

—Joseph, tengo muy presente que tanto tú como Clara Schumann me hacíais a menudo la misma pregunta que el señor Abell, desde hace al menos cuatro años, no para de hacerme y que siempre me había negado a contestaros: es decir, cuál es mi vivencia más íntima mientras compongo. Tenía siempre una gran aversión a hablar de ello, pero después de la muerte de Clara, que falleció el pasado mayo, comienzo a ver las cosas bajo una luz diferente. Además, siento que se está acercando muy deprisa el final de mi vida terrenal. Al fin y al cabo, quizá sea interesante para la posteridad haceros saber, aunque sea un poco, cómo habla el Espíritu cuando me entra la fuerza creadora. Por este motivo, ahora os daré a conocer mis procesos mentales, psíquicos y espirituales cuando estoy componiendo. Beethoven decía que sus ideas venían de Dios; yo pienso y afirmo lo mismo. ¿Qué piensas, Joseph, del libro que quiere escribir el señor Abell?

—¡Por supuesto, Johannes! El valor de un libro así es incuestionable. Escrito a partir de tus propias experiencias, sería de una enorme importancia cultural, no solo para el mundo musical, sino también para todo aquel que se interese por los valores estéticos superiores. La inspiración es un punto que afecta a todos los espíritus creadores: poetas, pintores, escultores, dramaturgos y compositores. ¿Acaso no leerías con mucha satisfacción informes detallados sobre los procesos espirituales de Mozart, Bach y Beethoven si tuviéramos grabaciones fiables de sus testimonios?

—¡Claro, Joseph! ¡Qué lástima que las rarísimas experiencias que nos han dejado sean tan escasas! Así pues, ¿crees verdaderamente que mis experiencias espirituales tendrán suficiente valor para ser expuestas en un libro?

—Eso es una pregunta insólita, Johannes. Hace cuarenta y tres años, cuando solo tenías veinte y te encontrabas justo al inicio de tu carrera, Robert Schumann te llamó el nuevo Mesías musical y, treinta y cinco años más tarde, en 1888, un nada insignificante Von Bülow te comparaba con Bach y Beethoven. A través de tu yo espiritual, vibran armonías celestiales; tú dejas a la humanidad una herencia de un valor incalculable, Johannes, y el mundo de la música se enriquecerá enormemente si aportas tus experiencias de cómo el Espíritu te dirige mientras vas creando tus obras maestras.

—Adelante, pues. Ahora os contaré, a ti y a nuestro joven amigo, cómo me pongo en contacto con el Infinito; ciertamente, todas las ideas inspiradas vienen de Dios. Beethoven, mi ideal, era plenamente consciente de ello.

Este es un fragmento del libro Música e inspiración, de Arthur M. Abell, el capítulo «Brams y Joachim hablan de la inspiración», p. 51-53. Publicado por Fragmenta Editorial.