El sentido del ásana toca la esencia del origen mágico del Yoga. Igual que los arcanos del Tarot, los ásanas cuentan mucho más de lo que muestran. Seguimos presentando los arcanos y su correspondencia con ásanas, a fin reflexionar sobre la geometría sagrada de nuestro cuerpo y su lenguaje oculto. Escribe esta serie, ya publicada en YogaenRed, Carmen Viejo.
Palabra clave: “La hija”
“En el sello micénico que muestra a la diosa sentada al lado del Árbol de la Vida, la figura de una hija más joven emerge de la tierra como el espíritu de la nueva vida”. (Anne Baring y Jules Cashford)
El número tres está regido por Júpiter y por Venus, ambos anunciadores de esplendor y nueva vida. La Emperatriz es el arcano número tres y simboliza la multiplicidad y la fecundidad. Esta joven es comunicativa y esperanzadora y, como Perséfone, recuerda que vida y muerte son cíclicas y se renuevan la una en la otra.
La mente es estéril, la naturaleza es pasiva: la unión de ambas hace posible una manifestación portadora a la vez de desarrollo y de abundancia. Una promesa que, mientras se regenere, hará posible la culminación de la evolución.
La Emperatriz representa asimismo el tiempo trifásico: pasado, presente y futuro. En el ásana este tiempo viene representado por las fases de hacer, mantener y deshacer, las tres fundamentales por igual:
Crear el ásana es construir con conocimiento, desde una forma arquetípica a una adaptación, sin perder la esencia del significado.
Mantener el ásana es vivir una experiencia de vida, de coherencia y armonía, superando el esfuerzo y generando una transmutación a nivel físico, energético y mental.
Deshacer un ásana es un alarde de conciencia y asimilación para que lo que salga sea una forma evolucionada de lo que entró.
La respiración yóguica respeta igualmente este ritmo trifásico, con sus etapas de inhalación o expansión, mantenimiento o plenitud, y exhalación o liberación, emulando las edades de toda manifestación.
Correspondencia en ásanas
Trikonasana es en los ásanas la forma más pura del triángulo, sobre todo cuando la apertura entre las piernas es igual a la longitud de éstas en la procura de la forma del equilátero. Con base en la tierra, lateralidad en las piernas y vértice en el centro de las caderas, el brazo prolonga el ascenso del triángulo como la vida que, una vez nacida, tiende a elevarse hacia el cielo.
Parshvatan Trikonasana es la forma lateral del triángulo y favorece la apertura costal que desarrolla sensibilidad y capacidad de comunicación, igual que la hija llega a la familia aportando expresividad, dulzura y unión entre las partes. Con la misma apertura de piernas que en el ásana anterior, alargaremos primero el tronco hacia un lado, sin llegar a elevar una cadera sobre la otra, y con el brazo en prolongación del costado. Tras asimilar, se repite el ásana hacia el otro lado. Finalmente observamos en reposo la respiración por ambos costados a la vez, llenándonos de esa sensibilidad y dulzura que surge desde el interior. Sin sensibilidad, no hay desarrollo posible.
Shaktiasana favorece el desbloqueo del sacro y la renovación de la energía vital. Tumbados boca abajo, se doblan las piernas por las rodillas y, juntas las piernas y los pies, se dejan caer al suelo hacia un lado. La frente apoya en las manos. Respirar varias veces antes de deshacer, descansar y abordar el otro lado.
Utthita Mandukasana o “La rana elevada” se sujeta sobre los dos talones unidos, mientras las rodillas se abren a los laterales, y todo el cuerpo baja de cuclillas formando asimismo un triángulo elevado, como una flor detenida en apariencia y sin embargo con un gran dinamismo al erguirse y elevarse sobre las puntas de los pies. Las manos permanecen en posición de chi mudra sobre las piernas, sutilizando la energía de esta flor. Las nalgas llegan a tocar los talones. La rana canta la melodía comunicativa y fraternal de la Naturaleza que anuncia la renovación de la vida.
Nota: Estudio y efectos de Trikonasana y Parshvatan Trikonasana en páginas 80 y 91 de Yoga. Teoría, práctica y metodología aplicada y de Utthita Mandukasana en página 319 de Yoga. Ampliación, ambos de Manuel Morata.
Carmen Viejo Heredero (Ahimsa)
Profesora de Yoga, Licenciada en Ciencias de la Información y titulada por la Yoga Vedanta Academy (Escuela de Sivananda) y por la Asociación Española de Practicantes de Yoga (Escuela Manuel Morata).
Información: carmenviejoheredero@gmail.com