Una nueva entrega doble de este especial con la participación de dos excelentes profesores, Isabel Ward, de Yoga Anandamaya, y Pedro Junguitu, de Escuela Mahashakti, que nos hacen partícipes de sus inquietudes, recursos y sugerencias para afrontar esta crisis sanitaria y económica que está poniendo a prueba al sector profesional de la enseñanza del yoga.
Este trabajo colectivo está siendo un espacio de testimonios sobre cómo está la situación del sector de la enseñanza de yoga y hacia dónde desea encaminarse Agradecemos muy sinceramente las aportaciones que con tanta diligencia e interés nos han ido enviando todos los profesionales del yoga invitados a participar (puedes ver los nombres en el primer artículo). Es una gran aportación desde y para la comunidad del yoga (el orden sucesivo de intervenciones se está publicando por fechas de llegada al buzón de Yogaenred
Pedro Junguitu es formador de Profesores de Yoga Integral y responsable del área de comunicación en la Escuela Mahashakti. Formado en Yoga Integral, Yoga Clásico (Vedanta) y Yoga Dinámico. Profesor de Yoga Dinámico. Yoga Siromani en Yoga Vedanta. Educador Transpersonal. Diplomado en Empresariales y Marketing.
1. Recursos principales para sobrellevar la situación.
Hay un recurso que utilizo para afrontar esta o cualquier crisis: la confianza en la vida y mantener una buena sadhana, pues ambas están unidas. Cuando la intensidad de lo que estamos viviendo es muy alta, es difícil confiar en la vida. La crítica y la queja entra con facilidad en nuestra mente y básicamente lo que nos aporta es sufrimiento. Mantener una sadhana seria y comprometida en estos momento es vital, ya que va a generar el espacio suficiente para que la confianza deje de ser meramente una palabra o concepto y se convierta en una vivencia.
Hay una pregunta muy básica que me hago cuando veo que estoy perdiendo la confianza: ¿se me ocurriría criticar al universo porque el sistema solar tiene ocho planetas y no nuev?
2. Consejos para poder sobrevivir a la crisis.
–En primer lugar, aceptar que todo ha cambiado. Ha cambiado el paradigma y el formato de compartir yoga, al menos momentáneamente. ¿Hasta cuándo?…
–Adaptarse invirtiendo en las nuevas posibilidades que se abren. El mundo online se ha abierto de golpe y porrazo para toda la comunidad yóguica. Mucha gentes se niega a desarrollarlo por sus ideas. Si se quiere sobrevivir a la crisis creo que es importante abrirse a lo online invirtiendo en medios y/o formación.
El yoga es un tesoro que tiene que ser compartido. Todos los profesores en alguna o muchas ocasiones hemos hablado sobre la necesidad de fluir. Lo importante es compartir la enseñanza del yoga; el canal será el que la vida nos permita en cada momento.
3. Tu opinión sobre cómo serán las clases del yoga postcovid.
Es difícil saber de qué manera se va a normalizar el contacto entre personas. Dudo mucho que cuando se supere la pandemia se vuelva al paradigma anterior a ésta. Probablemente convivan mucho más lo presencial y lo online. ¿En qué proporción? Aún no lo sabemos.
No creo que lo online sea algo transitorio, más allá de la pandemia es algo que venía buscando su lugar desde hace tiempo. Puede que no desplace a lo presencial pero sí le va a quitar espacio.
Pedro Junguitu. Formador de Profesores de Yoga Integral y responsable del área de comunicación en la Escuela Mahashakti.
Isabel Ward es fundadora de Yoga Anandamaya. Practicante de Yoga desde el 2002, profesora desde el 2004, profesora reconocida por la Aepy desde 2008 (Asociación Española de Practicantes de Yoga). Facilitadora de Mindfulness y el Programa MBSR, colaboró durante siete meses con TVE en el programa A Punto con la Dos ofreciendo un espacio para la enseñanza del yoga cada viernes.
Profundiza en las enseñanzas budistas teravadas (mindfulness y metta principalmente) de la mano de Ven. Dhamamsami y el monasterio Amaravati.
1. Recursos principales para sobrellevar la situación.
Hay muchos recursos disponibles, pero creo que la salud y la práctica son los ejes que me permiten sobrellevar las situaciones difíciles, e incluso ver una oportunidad en ellas. La salud es fuente de vitalidad, y la práctica, la de la claridad y el discernimiento. Sin ellas, los momentos de incertidumbre pueden resultar muy duros. El cuerpo nutre a la mente y la mente nutre al cuerpo.
A lo largo de nuestra formación como practicantes desarrollamos varias cualidades que son de gran ayuda en estos momentos. Comparto algunas:
–Nos abrimos al cambio y a la impermanencia. El cambio forma parte de la vida. Como nada es duradero, podemos estar tranquilos, pues el coronavirus no estará aquí para siempre.
–La aceptación. Ver las cosas tal y como son en realidad, más allá de nuestros deseos o creencias, para poder actuar de la forma más eficiente posible.
–La empatía. Expandir nuestra consciencia, comprender a los demás y actuar pensando en su bienestar.
–Dejar ir. Estamos viviendo una época de bombardeo mediático. Sin confundirme, podría asegurar que está siendo más dañino ver y escuchar el comportamiento de nuestros políticos y medios de comunicación que el propio virus. Este no es un momento de tener razón; es un momento para colaborar, de encontrar juntos soluciones para que todos, sin excepción, podamos vivir o morir de forma digna.
En mi caso, la primera ola que vivimos significó un periodo de gran liberación. ¡El mundo me pedía parar! De verdad, lo viví como un regalo. Vivo sola, en el campo. Para mí, fue como un retiro de meditación a la carta. Con la salvedad de que, gracias a la tecnología, pude estar en contacto con personas que hacía mucho tiempo que no hablaba. Muchas de mis relaciones crecieron en afecto y confianza. Y mi práctica ganó en relajación y observación interior.
En el terreno profesional, pues al principio el caos. Desde que dejé mi escuela, doy clases en otros sitios y, de repente, mientras salía de uno de ellos, me llamaron para decirme que cerraban. Fue la primera de otras llamadas iguales. Además, tuve que cancelar seminarios y lanzarme a la aventura online.
A los alumnos de Yoga Anandamaya les ofrecí lecturas, vídeos y sesiones prácticas a través de Zoom. Quien quisiera participar era libre de hacerlo. Al principio, sobre todo, la participación fue altísima. ¡Incluso estuve conectada con gente de otras provincias y países! Fue increíble.
2. Consejos para poder sobrevivir a la crisis.
Paciencia, perseverancia y entrega. No sabemos cómo será el mañana, y darle demasiadas vueltas al futuro resulta enfermizo. El presente, de momento, nos ha mostrado el alcance de la tecnología para llevar la práctica a las casas de nuestros alumnos.
Por otro lado, nuestro deber como yoguis nos obliga a proporcionar herramientas para que la comunidad y las personas permanezcan sanas. Karma yoga. Así que, también es un buen momento para prestar nuestra ayuda a los demás.
3. Tu opinión sobre cómo serán las clases del yoga postcovid.
Creo que la práctica aumentará, tanto a nivel presencial como online. Cada vez somos más los que elegimos ser responsables de nuestro bienestar y, sin duda, el yoga es una herramienta que nos enseña a cuidarnos en todos los ámbitos de nuestra vida.
Isabel Ward es fundadora y directora de Yoga Anandamaya.
Saber más sobre ella: https://www.yogaenred.com/tag/isabel-ward/