Ya lo decía El Principito: «Lo esencial es invisible a los ojos». Lo visible se refleja en tu retina, como la luz del sol sobre el manto marino. Sin embargo, hay un mundo inmenso debajo que constituye la esencia del océano. En yoga, desarrollamos una mirada más profunda para sumergirnos en lo auténtico. Se llama drishti (del sánscrito dṛś, ver o comprender) e identifica el punto donde la mirada descansa durante la práctica. Escribe Isabel Ward.
Cuando haces asanas (posturas de yoga), un drishti influye en tu postura, alineándote. Pero, también transforma la experiencia física en una experiencia meditativa, pues actúa como un medio para desarrollar la intuición y la sabiduría.
De esta manera, drishti va más allá de dirigir el sentido de la vista, dado que está estrechamente relacionado con la atención y con el resto de los sentidos. Así, lo define Pratyahara, la quinta de las ochos ramas del yoga de Patanjali.
Pratyahara implica liberar los sentidos de su carga sensorial. Es decir, pasar de lo externo a lo interno, como al cruzar un puente. Aquí es donde se produce la introspección, puesto que nos ayuda a saber dónde estamos, desde dónde percibimos y desde dónde tomamos nuestras elecciones.Algo parecido a lo que hacen los practicantes de meditación zen cuando se sientan a meditar con los ojos entreabiertos.
Por lo tanto, el drishti se enfoca hacia el equilibrio en las asanas, pero se usa para mantener la mente sujeta a un estado o tema interior en Pratyahara. Cuando combinas ambas ramas, lo esencial deja de estar oculto a tus ojos.
Tipos de drishti
Los drishti que se mencionan en el yoga clásico son Nāsāgre y Bhrūmadhy. Estos forman parte de los gestos o actitudes (mudras) que eran usados para vaciar la mente de su contenido dual.
Hay cinco grupos de yoga mudra. Nāsāgre y Bhrūmadhy forman parte del grupo denominado mana (o mudras de la cabeza), que se utiliza como medio para alcanzar la conciencia superior y constituye una técnica de meditación por sí misma.
En el yoga clásico, estos dos drishti se introducían después de haber logrado un cierto dominio de las asanas, del pranayama (control de la respiración) y de los bandhas (cierres energéticos). No obstante, el yoga moderno (en especial en el Ashtanga Yoga de Patabhi Jois) usa los drishti para dirigir la practica física (yoga externo) hacia una práctica meditativa (yoga interno). Los más comunes son los siguientes:
Bhrūmadhye | ‘Tercer ojo’, entre cejas | En alguna secuencia de Suryanamaskar y en durante Ūrdhva Mukha Śvānāsana |
Nāsāgre | Punta de la nariz | En la mayoría de las asanas como por ejemplo Muchas asanas, por ejemplo, Samasthitiḥ, Uttānāsana o Caturāṅga Daṇḍāsana; |
Aṅguṣṭhamadhye | Pulgar | Sūrya Namaskāra; Ūrdhva Vṛkṣāsana, Utkaṭāsana, Vīrabhadrāsana |
Hastagrahe | Puntas de los dedos o palma de la mano | Utthita Trikonasana, Parivritta Trikonasana |
Pārśva | Lateral (izquierdo o derecho) | Utthita Pārśvasahita, Marīcyāsana C, y Marīcyāsana D
|
Ūrdhva | Hacia arriba | Upaviṣṭha Koṇāsana B y Ubhaya Pādānguṣṭhāsana
|
Nābhicakre | Ombligo | Adho Mukha Śvānāsana |
Pādayoragre | Dedos de los pies | Paścimottānāsana yJānu Śīrṣāsan
|
Según mi experiencia, los drishti pueden surgir de forma natural si la mente alcanza un cierto grado de concentración. Cuando sucede, la mirada se estabiliza con el resto de los sentidos al alimón.
En ese momento, la experiencia sensorial externa pasa a un segundo plano y, en su lugar, emerge la presencia individual. Es decir, que ves con claridad tu modo de pensar, de percibir y de sentir.
En resumen, el dristhi es un tipo de mirada para ver con mayor claridad que con los ojos. Porque prescinde de los reflejos y te sumerge en tu verdadero interior, de tal manera que ves quién eres en realidad. Es más, te deja en disposición de realizar cualquier transformación que necesites para transparentar todo tu potencial.
Isabel Ward es fundadora de Yoga Anandamaya. Practicante de Yoga desde el 2002, profesora desde el 2004, profesora reconocida por la Aepy desde 2008 (Asociación Española de Practicantes de Yoga). Facilitadora de Mindfulness y el Programa MBSR.