¿Cómo están viviendo las profesoras y profesores la crisis creada por la pandemia y por la incertidumbre respecto al futuro de su actividad docente? Hoy hemos contado con el testimonio generoso de una profesora veterana, Susana García Blanco, quien nos brinda buenas ideas para afrontar la situación, y la primera, aferrarnos a nuestra sadhana.
Susana García Blanco se define como una «yoguini eterna estudiante». Aunque estudió Ciencias en la Universidad, he dedicado los últimos 20 años de su vida al estudio de la filosofía del yoga y especialmente del Tantra, tanto Shivaismo de Cachemira como Sri Vidja, con algunos de los maestros más influyentes de esta rama del yoga en la actualidad. Es profesora certificada de Anusara yoga y Rasa Yoga, formadora de profesores. Fundadora de Rasa Lila Yoga,
1. Recursos principales para sobrellevar la situación.
El principal recurso para mí está siendo mi sadhana. Me siento súper agradecida por mis maestros y las enseñanzas recibidas en mi vida. Este tiempo ha sido un momento para activar mis prácticas y también para estudiar más profundamente. El propio yoga nos da las herramientas para sentirnos sostenidos y para poder sostener energéticamente a otras personas. En ese sentido, nuestra misión como profesoras/es de yoga creo que nunca ha tenido tanta importancia y significado como en este momento de nuestras vidas.
Sé que esto puede sonar un tanto extraño para algunos pero yo creo que el covid-19 es un gran guru. En el Tantra existe la idea del “principio del guru” que puede aparecer en forma humana como un maestro o en cualquier otra forma. El guru aparece no solo para guiarnos hacia el camino de la luz, sino también para mostrarnos nuestras sombras y que desde la conciencia podamos purificarlas. Sin duda este virus ha traído a la superficie nuestras sombras individuales, sociales y del gran colectivo humano del siglo XXI. El yoga me ayuda a no sentirme víctima de esta situación, sino a verla como un obstáculo. Como Ganesha, el que nos regala obstáculos para poder crecer y evolucionar.
En el terreno profesional diría lo mismo. Creo que manifestamos nuestra realidad desde el interior, y en el caso de los profesores de yoga, aún más. Lo que manifestamos en lo profesional depende mucho de la energía que movemos a través de nuestra sadhana. Para mí esa es la palabra mágica del 2020 y el 2021: sadhana. No solo porque nos ayuda a vivir en un cuerpo-mente más sanos, sino porque la sadhana aumenta la energía vibracional del cuerpo sutil. Y desde ese nivel de vibración es desde el que vas a manifestar.
Muy importante para mí en este año es el darme cuenta más y más del poder de los linajes en el yoga. Siento que la cadena de gurus y maestros nos sostiene en este momento. Más recursos: el estudio para estar inspirada, la creatividad, la contemplación y las nuevas tecnologías.
2. Consejos para poder sobrevivir a la crisis.
Creo que la situación de las escuelas y los profesores es muy diferente. Las escuelas son negocios con una localización física que implica gastos, a veces muy elevados, mientras que para un profesor de yoga esta nueva época se ha podido convertir en la posibilidad de conectar con los alumnos sin intermediarios. Son situaciones muy diferentes.
Es muy difícil dar consejos de como sobrevivir a esta crisis y cada situación es particular pero se me ocurren los siguientes puntos basados en mi proceso durante este tiempo:
–Claridad en tu visión: el poder del sankalpa. Este es un gran momento para tomar el tiempo de contemplar: ¿Qué es lo que ofrezco como profesor de yoga? ¿Qué es lo que quiero ofrecer? ¿Cuál es mi contribución? ¿Cuál es mi visión? Crea una visión elevada. Ese es el primer paso.
–Realismo y aceptación: hacer un plan de negocio. Sin olvidar la gran misión que es ser profesor de yoga en estos momentos, no podemos olvidar que es nuestra profesión y nuestro negocio. Hay que ser realistas y ver si “salen las cuentas” en esta nueva situación. Muchos estudios están cerrando porque es imposible mantener los mismos gastos con ingresos mucho menores. Es tiempo de practicar el desapego sabiendo que el estudio de yoga no es un local físico, sino los profesores que lo forman. Y aunque ahora haya que soltar, podrá volver a existir como un espacio físico en el futuro.
–Valorar tu trabajo. Lo que ofrecemos como profesores de yoga nunca ha sido más importante. Valora lo que ofreces aunque lo ofrezcas online. No te preocupes por la competencia de precios. Siempre va a haber alguien que ofrezca más y más barato… ¿Cuál es el valor que le das tú a tu trabajo?
–Creatividad. Una de las cualidades más importantes para el ser humano en los momentos difíciles.
–Adaptación a las nuevas tecnologías. Se terminó la idea del yogui sin teléfono móvil. El tiempo nos ha dado la razón a los amantes de la tecnología: bien utilizada es mágica. Ahora nos regala conexión y grandes posibilidades en nuestro campo. Si no te gusta, tómatelo como una sadhana, la de explorar otro nivel de energía…
–Educación y formación. ¿Qué necesitas para manifestar tu visión? Aunque pueda parecer lo contrario, creo que es un momento muy especial para invertir en ti mismo, en tu formación.
–Trabajo duro. Este año ha sido para todos como crear un nuevo trabajo con muchos más elementos, y esto hace que el trabajo haya sido mucho más intenso en muchos momentos. Agradece la posibilidad de hacer tu trabajo de un modo nuevo, una posibilidad que no existe para todos.
Como el contacto humano se ha reducido mucho, hay que encontrar otras formas de unión. Apostemos por lo online a tope, hacer comunidad online, para que los alumnos se sientan acompañados unidos, dentro de una familia…
Ofrezcamos clases privadas presenciales a quien quiera y pueda hacer presenciales, si no hay grupo
3. Tu opinión sobre cómo serán las clases del yoga postcovid.
Nada será igual, y esperamos de corazón que así sea, que cambien nuestras prioridades vitales y el valor de lo auténtico.
Pienso que muchos alumnos se quedarán con las clases online por comodidad y riqueza de oferta. Los retiros y jornadas serán una oportunidad de compartir y aprender presencialmente.
Yo creo (y espero) que en la época post-covid volveremos a juntarnos a practicar pero que también habrá un gran peso de la enseñanza online. A mí esto me gusta. Mis maestros están todos en partes del mundo lejanas y hace ya años que, además de viajar para estar con ellos, parte de mi estudio y mi contacto es a través de la enseñanza online. La capacidad de que gente de muchos lugares diferentes se conecte energéticamente me parece magia pura. Y si pensamos en la Madre Tierra, la reducción de la huella de CO2 es tan importante…
Pero por supuesto, el poder de un retiro compartiendo no sólo la práctica sino el contacto, las conversaciones en la cena y tantas otras cosas… eso siempre va a estar ahí. Tu ratito en tu clase de yoga después de trabajar… Los seres humanos necesitamos de la presencia de otros seres humanos y creo que retomaremos todo lo que no podemos hacer ahora con muchísimas ganas. Creo es que en el futuro todas las clases y cursos serán mixtos: presenciales y online, para no perder el contacto tampoco con la gente de lugares lejanos con la que estamos conectados ahora en las clases online.
Es tiempo de que los practicantes tomemos más responsabilidad de nuestra sadhana… Cuando estemos en nuestra casa tenemos que estar más atentos para que nuestra práctica sea tan profunda como cuando practicamos con nuestro profe y colegas presencialmente. Eso es maravilloso porque madura al yogui, le obliga a tomar las riendas de su práctica un poco más. Y es que somos los últimos responsables de nuestra evolución y bienestar.
Susana García Blanco. Profesora de yoga. Doctora en Ciencias Medioambientales. Astróloga.
Fundadora de Rasa Lila Yoga, desde donde está dedicada, desde su devoción a la Shakti, al despertar de lo femenino.
Saber más sobre ella: https://www.yogaenred.com/tag/susana-garcia-blanco/