La estructura energética del cuerpo sutil humano tiene polaridad. Por la frecuencia vibratoria de la energía, el lado inferior del tronco (perineo) y su ramificación hacia la tierra (piernas) es el lado negativo, yin, femenino. Mientras que el área superior (cabeza superior, coronilla), el polo positivo, yan, masculino. Escribe Pablo Rego.
Siguiendo las leyes de la física, durante la vida de un ser la energía va recorriendo el cuerpo a través de canales energéticos (nadis), conectando ambos polos y creando un circuito bioeléctrico y un campo bioelectro magnético (aura).
Cuando la energía no fluye libremente, los centros de energía (chakras) se desequilibran, descargándose o sobrecargándose, produciéndose desequilibrios sutiles y luego enfermedades a nivel físico.
Cada chakra (centro de energía con forma de rueda) tiene un nivel de energía que debe estar equilibrado en relación a sí mismo y a los otros. Como en cualquier sistema, debe haber una relación de equilibrio y armonía en cada nivel en particular y en todo el sistema en general.
Los polos positivo y negativo de nuestra estructura energética van moderándose hacia el interior. Así como el polo superior va volviéndose un poco menos positivo a medida que va descendiendo en la posición del cuerpo, el polo inferior se va volviendo menos negativo mientras va subiendo.
Si uno o más centros de energía se desequilibran, descargándose o sobrecargándose de energía, la zona del cuerpo cercana a ese chakra que produce sus procesos se verá influenciada por la vibración de la energía en la zona. Al desequilibrarse la intensidad y vibración de la energía en una zona en particular, su influencia sutil creará una disfunción en el cuerpo físico en esa zona, creando un desequilibrio que llamaremos síntoma (dolor u otro), somatización o enfermedad.
Estos desequilibrios suelen comenzar por razones emocionales (tristeza, ira, miedo, etc.), circunstanciales o crónicas, que afectan a zonas específicas del cuerpo dependiendo de la relación que tengamos, además, con el objeto que las produce.
Cómo afectan estos desequilibrios a la conducta
Cada chakra se manifiesta en nuestra conducta influyendo en la forma en que utilizamos el cuerpo. Por ejemplo, si el chakra de la zona de la garganta se desequilibra, afectará a nuestra comunicación, creando desde una disfonía, un dolor de garganta hasta problemas cervicales o verborragia.
Los centros de energía se modifican por las emociones y al mismo tiempo las emociones modifican la conducta. Éstas van influyendo en el cuerpo físico y construyendo un aspecto y un mundo de hábitos conductuales que van definiéndonos y afectándonos cada día.
Los siete centros de energía principales tienen unas características que se encuentran ampliamente estudiadas y extensamente explicadas por diferentes textos disponibles. Para ejemplificar el caso que estamos tratando aquí diremos que:
El Chakra raíz (1º), ubicado en la base del tronco, rige y se modifica con las cuestiones relacionadas con lo más esencial para la vida material de nuestro ser (por ejemplo, casa y comida, trabajo, etc.)
El Chakra sexual (2º), ubicado un poco por encima del raíz y debajo del ombligo, rige y se modifica por las cuestiones relacionadas con el sexo, la reproducción y la manifestación creativa. La vida es creación que surge de la actividad sexual, y también lo es todo aquello que podamos crear en el mundo de la materia.
El Chakra «plexo solar» (3º) se encuentra en la parte alta del abdomen, allí donde duele cuando nos presentamos en público con temor, un poco por encima del ombligo, donde el diafragma crea el permanente movimiento de la respiración. Este Chakra rige y se modifica por las cuestiones relacionadas por nuestra capacidad de desarrollar nuestro ser. Es el centro del poder personal.
El Chakra “emocional” (4º) es el del centro del pecho y se modifica y rige todo lo relacionado con el amor universal.
El Chakra de la comunicación (5º) está en la garganta y se relaciona con la comunicación del ser. Tanto lo que expresamos como lo que somos capaces de aceptar que nos digan afecta este centro de energía y su buen o mal funcionamiento nos permitirá comunicar emociones y deseos de manera natural, sin conflictos; y aceptar lo que tengan los otros para decir.
El 6º Chakra es la casa de la intuición. Está en el centro de la cabeza y funciona más allá de los pensamientos y de la actividad de la mente, como el regidor de todo el sistema de Chakras. Si liberamos la intuición silenciando la mente, por ejemplo a través de la meditación, conseguiremos el funcionamiento pleno de la consciencia, por lo que este centro se armonizará y proyectará su armonía a todo el sistema de manera natural.
El Chakra corona (7º) está ubicado en la zona más alta del cuerpo, en la coronilla, la última zona en cerrarse cuando somos recién nacidos. Éste es el polo espiritual o en mayor conexión con las energías sutiles del Universo. Su frecuencia es la más alta de todo el sistema y rige y modifica las cuestiones relacionadas con el libre albedrío.
Los chakras se desequilibran en pareja
Como decíamos al comienzo, en todo el sistema de Chakras hay una polaridad, y cuando se produce algún desequilibrio el sistema busca compensar la falta de uno con exceso en el otro.
Las parejas energéticas del cuerpo son: chakra raíz (1º) y corona (7º) (ambas polaridades extremas); chakra de la comunicación (5º) y sexual (2º) (un poco más adentro en el cuerpo); y los dos centrales: el chakra plexo solar (3º) y el emocional (4º). El chakra de la intuición (6º) rige todo el sistema y funciona con su propia gravedad e independencia.
Por lo tanto, cuando un centro de energía se desequilibra hacia abajo, descargándose, su pareja se desequilibra sobrecargándose y viceversa.
Cómo funciona el desequilibrio y cómo éste se manifiesta
Chakras 1º y 7º:
Si el Chakra raíz se desequilibra por falta de energía, posiblemente sufriremos escasez material en nuestras vidas o miedo a la escasez (físicamente problemas lumbares, ciática), y al mismo tiempo, en el otro extremo, por exceso en el corona se desarrollarán muchas ideas relacionadas con lo fantástico, asumiendo una mayor capacidad de elegir que la que podemos concretar en el mundo material.
Y, viceversa, si estamos por demás en un mundo fantástico en el que podemos elegir más de lo que realmente podemos, nos costará resolver los temas de la subsistencia básica de la vida.
S,i por el contrario, el Chakra raíz se desequilibra por exceso de energía, posiblemente sufriremos de exceso de recursos o cosas, creando obsesión por lo material, o en el cuerpo un reflejo de exceso como sobrepeso, mientras que el Chakra corona, en el otro extremo estará bajo de energía y no podremos decidir nada espiritual sino que quedaremos a merced de nuestros deseos materiales. El libre albedrío en este caso se verá condicionado por lo material y nos costará tomar decisiones correctas para desarrollarnos más completamente, más libre y espiritualmente. La relación con la materia es inversamente proporcional al libre albedrío.
Chakras 2º y 5º:
Si el Chakra sexual se desequilibra por falta de energía, nuestro mundo creativo será muy pobre. También, por supuesto, afectará a nuestro mundo sexual, tanto en la forma en la que nos podemos relacionar con nuestra propia sexualidad como en las relaciones que tengamos con un otro. La energía sexual es una fuente poderosa que canalizada correctamente puede ser utilizada como medio para sanar y desarrollar todo nuestro mundo espiritual.
Del otro lado de esta pareja de Chakras tenemos al de la comunicación, en la garganta, que si encuentra que su pareja está faltante de energía se desequilibrará por exceso, creando demasiada comunicación, desarrollando la energía crítica, hablando por demás.
La falta de actividad sexual puede hacer disminuir los niveles del Chakra correspondiente, creando una cantidad de problemas en el área del sistema linfático de la zona inferior y al mismo tiempo un exceso de hablar y criticar en el otro polo.
Si por el contrario el Chakra sexual está desequilibrado por defecto, podremos desarrollar obsesiones en el mundo del sexo o utilizar la energía creativa en lugares equivocados trasgrediendo las normas de la física universal, mientras que en ese caso, nos costará decir y aceptar lo que otros nos dicen por deficiencia de energía en el 5º Chakra.
La energía sexual es inversamente proporcional a la comunicación.
Chakras 3º y 4º
Si el Chakra plexo solar, donde se manifiesta el poder personal, está desequilibrado por defecto de energía, tendremos baja la autoestima y sufriremos de miedo e inseguridad, problemas en los riñones e intestinos, mientras que, en el otro polo, el Chakra emocional exacerbado hará que nos brindemos a los otros en demasía, descargándonos y deprimiéndonos.
Si por el contrario el 3º Chakra está sobecargado, tendremos una actitud de exceso de confianza y omnipotencia, forzando situaciones riesgosas para nosotros mismos ó perjudicando al prójimo, mientras que el cuarto Chakra se verá afectado por una gran dificultad para expresar amor y brindarnos a los demás. Desde el punto de vista físico sufriremos de rigidez en la zona del tórax, dificultad para respirar, ansiedad y opresión en el pecho.
El poder del yo es inversamente proporcional al amor.
Cómo equilibrarse
Así como los chakras tienen una influencia directa y esencial en el cuerpo físico, afectando las funciones de las partes del cuerpo relacionadas con su centro de energía, el hecho de movilizar el cuerpo físico influye fuerte y directamente sobre los chakras, por lo que si realizamos actividades concretas en zonas específicas del cuerpo conseguiremos armonizar o desarmonizar el centro de energía correspondiente.
Desde el punto de vista del Hatha Yoga, las asanas (posturas) y rutinas que se realizan en una sesión suelen estar (y deben estarlo) relacionadas con los diferentes chakras para que, al momento de tomar una sesión de Hatha Yoga (o yoga del cuerpo), nuestros centros liberen la energía excesiva o se recarguen si les falta. Así se consigue consiguiendo que al finalizar una sesión, y más aun, al sostener una rutina de sesiones en el tiempo, nuestros centros se armonicen y podamos percibir cada área de nuestro desarrollo en su justa medida.
Una relación armónica (armonía) entre los diferentes centros permite vivir la existencia con un amplio margen de estabilidad emocional, material, sexual, creativo, tomando la mejores decisiones para nuestro desarrollo, comunicando nuestras inquietudes o emociones correctamente y recibiendo el mensaje del otro sin conflictos y brindándonos a los demás de manera constructiva sin especulaciones y sin perdernos por ello de nuestro centro espiritual.
Pablo Rego es profesor de Yoga. Masajista-Terapeuta Integral. Diplomado en Salud Ayurveda
(Este artículo fue publicado en YogaenRed en octubre de 2015)