Quizá hayas pensado en las últimas semanas que todo pronto pasará y que las cosas volverán a ser como antes. Quizás por ello has dejado pasar el tiempo postergando la realización de actividades que pueden ayudarte a estar mejor hoy… Escribe Pablo Rego.
Puedes estar pensando que no hay que tomar cartas en el asunto porque el aislamiento social preventivo es pasajero y luego todo volverá a la “normalidad”. También puedes tener miedo de que esta situación devenga en algo peor para todos y que entonces es importante dejar de hacer todo aquello que no sea comprar comida y pagar los servicios básicos, como la luz o el gas.
Pero mientras piensas eso el tiempo pasa. No tenemos la certeza de que todo vaya a volver a ser como antes, no, no la tenemos. Y no podemos asegurar tampoco que todo vaya a ser diferente.
En todo este proceso se dan situaciones que no dependen de nosotros porque las grandes decisiones responden a intereses colectivos, más económicos y del ejercicio del poder que enfocados a mantener saludable a la población.
Por lo tanto las acciones que se ejecutan a nivel colectivo pueden afectarnos más o menos, pero somos nosotros mismos los que tenemos la oportunidad siempre de mantener la atención en lo que es verdaderamente importante.
Esperar a que algo dure lo que nosotros creemos o queremos es utópico y muy probablemente nos lleve a la desesperación y a la frustración.
Pero mientras el tiempo pasa, semanas, meses, dejar de realizar actividades que nos hacen bien por la simple expectativa de que todo será como nosotros queremos, es darle el poder a la situación externa desconociendo la posibilidad que tenemos ahora de dedicar el tiempo y las energías a liberarnos de tensiones innecesarias que nos influyen de manera negativa en nuestros equilibrios esenciales, como los emocionales, mentales o físicos.
Hay ciertos límites, como el no poder asistir físicamente a tomar clases o estar con determinadas personas en determinados lugares, pero sí podemos destinar un poco de tiempo a aprender a utilizar los recursos tecnológicos que tenemos a disposición, como Internet, los dispositivos móviles o la computadora. Tal vez hayas dejado que el entorno te sofoque y no has podido hacerte un lugar, de tiempo y espacio, en tu casa para hacer tus actividades; entonces es importante reconsiderar el valor de seguir transitando los días con la práctica de las actividades que hacen bien, comprendiendo que son fundamentales.
Dejarse vencer por las presiones del entorno significa no tomar consciencia de que lo primero es estar bien con nosotros mismos para que todo lo que hagamos sea mejor, más productivo, más armonioso, más saludable, cualesquiera sean las actividad que desarrollemos, desde el trabajo o el estudio, pasando por el cuidado de los otros, las relaciones personales, etc.
A diario veo cómo muchas personas van perdiendo libertades personales y como esa pérdida de libertad genera también un deterioro de aspectos como el buen humor o el optimismo, esenciales para que el organismo humano se manifieste de la mejor manera posible. Es importante reflexionar en ello y tener la consciencia y la determinación para poner las cosas en su sitio y dedicar tiempo y energía a incorporar actividades como el yoga y la meditación (u otras), venciendo las barreras mentales, físicas y tecnológicas, evitando dejar para el futuro lo que necesitamos hacer hoy, ya que el futuro es incierto y es en el presente que construimos, cada día, con cada acción, nuestro destino.
Pablo Rego. Profesor de Yoga. Masajista-Terapeuta holístico. Diplomado en Medicina Ayurveda de India.