La pandemia del yoga gratis

2020-04-13

Como sociedad, ¿valoramos las cosas que son gratis? Piensa en esto por un segundo. ¿Es más probable que nos registremos en algo porque es gratis? Si es por donación o por una pequeña cantidad de dinero o quizás por un precio alto, ¿lo valorarías más? Piensa en tus patrones de compra. Solo piénsalo por un momento… Escribe Heather Anderson.

 

Valoramos lo que cuesta mucho dinero. Esperamos que el precio garantice la experiencia o la calidad del producto. Eso no significa necesariamente que las cosas que son de menor costo no sean tan buenas, pero las expectativas de los artículos gratuitos o de menor precio son bajas, así como la de artículos caros son más altas.

Cuando comencé a hacer cursos de formación de profesores de yoga puse el precio en 1.500 euros para el primer grupo. Después, una estudiante que hizo nuestro segundo curso comentó que pensaba que el precio era demasiado bajo para la experiencia que había tenido. Nos dijo que al principio le preocupaba que el curso no fuera muy bueno a ese precio, y nos recomendó aumentarlo. Ahora el curso de formación cuesta 2.500 euros, no lo hemos subido desde hace cuatro años, y durante este tiempo hemos formado a más de 150 nuevos profesores de 50 países distintos. ¿Eso significa que hay una diferencia entre un curso de 1.500 euros y otro de 2.500 euros? Tal vez sí o tal vez no, pero existe un cambio en la forma en cómo es percibido.

Cualificarse profesionalmente, tarea complicada

La cultura española relacionada con el yoga es algo compleja. Hay muchas clases gratis en los parques, playas e incluso hay conferencias y eventos gratuitos. Entonces, ¿cómo gana dinero un profesor de yoga? Si los cursos de formación de profesores valen entre 1.500 y 2.500 euros y los interesados dan clases de yoga gratuitas o (con descuento) todo el tiempo, ¿cómo puede pagar uno de estos cursos de formación? ¡No puede! La mayoría de las personas hacen su primera formación para profesores de yoga cuando tienen otro trabajo con un salario decente o unos padres que les ayudan a pagarlo.

Si quieren pagar futuros cursos cuando ya sean profesores de yoga a tiempo completo, deberán comenzar a dar clases para ganar dinero y así pagar la formación o especialización que deseen tomar. Se pueden obtener ingresos de los cursos y formaciones para profesores, pero es muy difícil mantenerse solo con clases de yoga, especialmente si son gratuitas o con bonificaciones. Se necesita mucha dedicación, tiempo y dinero para convertirse en un profesor de yoga cualificado.

La percepción en España, al menos aquí en Barcelona, es que el yoga es barato. Se puede encontrar clases muy aceptables por 10 o incluso 5 euros. Existe también la posibilidad de ir a varios centros e intentar hacer las clases gratuitas de prueba que se brindan inicialmente, o usar los bonos para clases gratis o semigratuitas de un gimnasio urbano durante un mes y luego cambiar a otro. Existe la idea generalizada de que el yoga en Barcelona debería ser barato. Los alumnos esperan que así sea.

Esto puede deberse a la oferta y la demanda: hay una gran oferta de increíbles profesores de yoga en Barcelona. Entonces, para conseguir trabajo se ven obligados a bajar sus tarifas. En otras ciudades como Londres o Berlín no hay los precios bajos que se ven aquí.

Además, el turismo ha llevado los precios del alquiler de locales a niveles insostenibles, aunque quizás no tanto como en Londres o Nueva York. Pero es muy difícil vivir con un salario español y pagar comida, vivienda y actividades de ocio durante un año. Especialmente cuando eres profesor de yoga a tiempo completo.

Clases en época de Covid-19

Últimamente los alumnos me han preguntado: «Si todos los demás tienen clases gratuitas online, ¿por qué tú estás cobrando?». ¿Por qué? Porque nuestra enseñanza tiene un valor. Si estás trabajando para un gran estudio de yoga o gimnasio y cuentas con un contrato, tendrás más seguridad. Pero si eres un trabajador independiente (autónomo), como la mayoría de los profesores de yoga, entonces no tendrás ingresos estables.

Pongamos que eres una madre soltera y profesora de yoga independiente que vive en Barcelona. Vives mes a mes. Con la llegada del Covid-19 ahora estás sin trabajo y encerrada en tu casa. ¿Hacer clases gratuitas de yoga online o cobrar por tus clases? Si percibes un segundo salario de otro trabajo o tienes la suerte de cobrar el seguro de desempleo, entonces sí, siéntete libre de ofrecer clases de yoga gratuitas online. Pero si necesitas el dinero, cobra por ello.

No se debe esperar que enseñemos yoga gratis. Nuestra sociedad no debe esperar que todo sea gratis, incluso si es por un corto período de tiempo. Los profesores de yoga, como cualquier otro trabajo profesional, deberían recibir una remuneración por su trabajo, especialmente cuando viven de ello. ¿Tiene sentido pedir un préstamo bancario para mantener el negocio a flote solo para que los alumnos estén contentos? Tal vez sí, si esto forma parte de tu plan de marketing. Pero si todo lo online es gratis, ¿qué es lo que te hace diferente? Es cierto que necesitamos dar para recibir, ¿verdad? Bueno, entonces haz un 10% o un 20% de tus clases sin costo y cobra por el resto. O no cobres a las personas que no tienen salario.

Los alumnos también pueden ser solidarios

Cobra por tus clases de yoga si necesitas el dinero. Cobra por tus clases de yoga si valoras tu propio tiempo. Si los estudiantes y la sociedad te hacen sentir que deberías ofrecer todo gratis durante este tiempo tan difícil, no te sientas culpable por cobrar por tu enseñanza. Si quieres ser famoso en Instagram o dar clases gratis como parte de tu estrategia de marketing, adelante, pero no esperes que todos los profesores de yoga enseñen gratis. No critiques a las personas que cobran por sus clases. ¿Sabes por qué están cobrando? Porque tienen que hacerlo. ¡Necesitan el dinero!

Y si como alumno deseas que tu centro de yoga esté abierto cuando todo esto termine, debes estar preparado para pagar por sus clases. Si deseas que tus profesores de yoga favoritos sobrevivan, paga por sus clases. Pero si quieres que el futuro esté lleno de grandes gimnasios, franquicias de grandes cadenas, ve a todas las clases gratuitas de yoga que puedas. Los estudios de yoga independientes son empresas pequeñas; los autónomos, madres y padres que solo intentan ganarse la vida mientras brindan un servicio.

Te valoramos como alumno; valora tú nuestro tiempo y habilidades.

Heather Anderson es profesora de yoga y propietaria de Yogalinda