Es más fácil de lo que piensas, porque la espontaneidad cuenta mucho, pero hay que conocer unas cuantas pautas para que la clase sea un éxito y tenga los beneficios que deseamos. En este artículo te lo explico en detalle, y además te ofrecemos un breve vídeo emitido en el programa Activa2 de TVE2. Escribe Cayetana Rodenas.
Lo primero de todo, al comienzo de la clase, es que el profesor/a cree un vínculo de conexión con cada uno de los familiares que integra el grupo, estableciendo un primer contacto a través del cual los asistentes se dejan llevar y siguen sus instrucciones. Puede ser preguntarles su nombre, o su comida, animal o postura de yoga favorita, etc.
En segundo lugar, podemos realizar un calentamiento divertido, con música, ya sea en movimiento por la sala o sentados en el suelo en círculo.
Una vez terminado el calentamiento, es el momento de comenzar nuestra historia, para realizar las posturas de yoga acordes a la temática del día, ya que convertimos las posturas en los personajes de nuestra narración y al practicarlo en familia intentamos integrar la mayor cantidad posible de posturas en parejas o en grupo todos juntos, que es la parte más interesante y diferente a cuando practicamos solos.
Es en estos momentos cuando se van a ir reforzando los vínculos familiares. Los padres se relajan, al encontrarse en un ambiente distendido y no competitivo, y para los niños ver a sus padres o familiares divirtiéndose, riendo y jugando es una emoción muy especial y les sienten más cercanos. No solamente interactúan los miembros de una misma familia, sino que se crea un ambiente único en el cual el profesor/a puede compartir su tiempo con otras familias, creando nuevas relaciones con otros padres/madres e hijos y que pueden convertirse en nuevas amistades duraderas.
Terminamos la sesión con una relajación guiada, con los padres/madres y niños tumbados en el suelo y, a poder ser, en contacto físico, dándose la mano o descansando los niños su cabeza sobre el abdomen de los mayores, dándose un abrazo, etc. Así ayudamos a relajar completamente nuestro cuerpo, mente y sobre todo fomentamos la conexión, la unión y el cariño en familia mientras disfrutamos esos minutos en calma juntos.
Unión, felicidad, conexión, amor, ejercicio, concentración, relajación, confianza, seguridad, autoestima, etc son sólo alguno de los beneficios que aporta la práctica de Yoga en familia.
Y ahora, aquí os dejo el vídeo de 4 minutos que os gustará: https://youtu.be/ZxWfMq9GxWM
Formación de Yoga en familia
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