Abrimos esta nueva sección de Asanas con Vriksasana. Es una postura de equilibrio, eficaz y asequible, y puede ser realizada al principio o al final de la sesión de Yoga. Texto: Claves del Yoga, de Danilo Hernández. Ejecuta: Raúl Torres, profesor de la Escuela Internacional de Yoga. Fotos: Thor Castro.
Para realizar correctamente las posturas de equilibrio se necesita un soporte externo sobre el que se fijará la mirada durante el ejercicio.
- Posición de partida: sitúate de pie, con los pies juntos y todo el cuerpo vertical. Fija la mirada en algún punto visible que esté enfrente de ti, más o menos a la altura de los ojos. Mantén la mirada en dicho punto durante todo el ejercicio.
- Afirma la pierna izquierda y pasa el peso al pie izquierdo. A continuación, desliza la planta del pie derecho por la cara interna de la pierna izquierda, llevándola a la rodilla. Con la mano derecha coge el tobillo y coloca el talón derecho en la ingle izquierda, con la planta bien apoyada en la cara interna del muslo y los dedos del pie apuntando hacia abajo. Si el talón no alcanza la raíz del muslo, no importa. Sitúalo lo más alto posible, manteniendo cierta presión del pie contra el muslo. Lleva la rodilla derecha hacia atrás, situando las caderas en línea.Hay otra posibilidad más avanzada que consiste en situar el pie en posición de medio loto, es decir, con la ayuda de las manos se toma el pie derecho y se coloca en la zona superior del muslo izquierdo. Hay que girar el tobillo de forma que el empeine del pie se apoye sobre la ingle, mientras la planta apunta hacia el cielo y la rodilla al suelo.
- Junta las palmas de las manos en postura de oración y sitúalas en el cetro del pecho. Mantén la pierna izquierda firme y el tronco erguido.
- Después de algunos segundos, cuando sientas estabilizado el equilibrio, inspirando, eleva los brazos por encima de la cabeza con las palmas de las manos juntas. Alarga la columna y estira el tronco y los brazos hacia arriba. En esta postura inmovilízate el tiempo que te resulte confortable. Luego deshaz la postura lentamente siguiendo los mismos pasos pero a la inversa. Después de una breve pausa, realiza el ejercicio invirtiendo la posición de las piernas.
Detalles técnicos
- Mantén la cara relajada. Evita tensiones inútiles.
- En la postura final, todo el cuerpo permanece en un mismo plano vertical.
- Observa el pie sobre el que descansa el peso del cuerpo y mantenlo muy bien arraigado al suelo.
- Afianza tu centro de gravedad en torno a las respiración abdominal en el área del ombligo. Respira de forma natural y equilibrante.
- La postura tiene que irradiar armonía, equilibrio y firmeza.
Concentración
Concéntrate sobre el punto donde enfocas la mirada, en mantener el equilibrio, en la inmovilidad y en el estiramiento hacia arriba. Los veteranos pueden concentrarse en manipura chakra.
Beneficios principales
- Fortalece pies, tobillos y piernas.
- Desarrolla el equilibrio físico, nervioso y emocional, y proporciona estabilidad mental.
- Potencia la concentración.