Pues sí, este es un pequeño homenaje al yoga, días después de la celebración del DIY. ¿No suena muy excelso lo del estreñimiento? Pues lo es: el yoga nos ayuda a reconocer y cuidar nuestro cuerpo como el templo del alma que es, porque con los intestinos atascados ya me contaréis quién se sienta a liberar al ser… Escribe YogaenRed.
Permitidnos el tono de broma, pues solo quiere indicar que sí, que el Yoga vale para casi todo. Y que así se reconoce en cada ser humano que se expresa a través del yoga y en cada profesor que lo enseña.
Un tanto sorprendente resultó a muchos el vídeo denominado Common Yoga Protocol – Exercises que se emitió en el acto oficial de celebración del DIY organizado por la embajada de la India y varias escuelas. Arrancaba y acababa la práctica con un sentido marcadamente espiritual, pero en el grueso del recorrido se presentaban todos los ásanas, pranayamas y dhyana con sus beneficios a modo de indicaciones de prospecto médico. O sea, el yoga cual botica que lo cura todo, desde los sabañones hasta la halopecia. No sé si este es el más adecuado acercamiento al yoga; un poco raro debía de sonar al no iniciado; tal vez ingenuo. Pero en conjunto resultó un acto bonito y organizado, y ver a la gente de toda índole de Madrid siguiendo los ejercicios propuestos no deja de ser emocionante.
En el fondo es que el yoga –volviendo al principio—es un sistema maravilloso que realmente influye positivamente en todo lo que toca, incluso aunque toque superficialmente. Revitaliza, limpia, ensancha, sana, libera, ilumina todos los rincones del ser humano, desde sus tripas a su espíritu, desde lo prosaico a lo más elevado, desde lo monocromático a lo multicolor. De ahí la inagotable variedad de enfoques, acercamientos, métodos y escuelas.
Es lo que queremos ensalzar hoy: esa riqueza y variedad que permite la experiencia del yoga. Este es un pequeño homenaje, sí, a cada practicante y a cada profesor, al valor de su práctica, sea de la naturaleza que sea.
Y especialmente a aquellos que han desarrollado una visión personal a partir de su experiencia, combatiendo la rutina, el dogmatismo y el cansancio para seguir esforzandose en recorrer su propio camino honestamente, con entusiasmo y humildad de principiantes.