El nuevo álbum del dúo conformado por Jeff Johnson y Phil Keaggy es un homenaje a la región de Capadocia, ubicada en el centro de Turquía y que inspira espiritualidad y fe religiosa desde hace siglos. Escribe Pablo Rego.
La particular geografía de esta región, la atmósfera del lugar, el paisaje de casas, iglesias y hasta comunidades enteras esculpidas en la piedra conmovieron a Jeff Johnson durante su viaje allí en 2017.
Cappadocia (Ark Music) transmite la profunda espiritualidad que emana de esa región, y también busca destacar la historia, la geografía y la belleza geológica del lugar. El dúo lo presenta como música exquisita, delicada, de la nueva era, con inflexiones de música del mundo, para pintar su retrato musical.
El viaje de 2017 incluyó la visita de Johnson y su esposa a una basílica tallada dentro de la ladera de una montaña en la que se destaca una ventana en forma de rosa a través de la cual el sol crea unos efectos místicos particulares. La experiencia de descubrir este mundo oculto y la acústica del lugar conmovieron a la pareja e impulsaron a Jeff a reunirse con su socio-músico para realizar Cappadocia.
Además de la exploración emocional, estética y espiritual del arte, Johnson y Keaggy están relacionados con la música como expresión artística de la fe cristiana. Capadocia es y fue históricamente un lugar de culto de la fe cristiana, funcionando en diversas oportunidades como refugio en medio de diferentes olas de dominio de otras religiones en la región.
Phil Keaggy, un maestro de las guitarras acústicas y eléctricas, utiliza una amplia variedad de instrumentos en esta grabación, que incluyen guitarra acústica clásica y española, un cümbüş turco, una guitarra acústica de 12 cuerdas, guitarras Les Paul y Zion (entre otros), bajo sin trastes, ukelele y E-bow. El tecladista Jeff Johnson se mueve del piano a los sintetizadores para combinar la música con texturas adicionales que incluyen los sonidos de percusión, cuerdas y flauta. Ambos músicos también incorporaron ocasionales vocalizaciones sin palabras muy sutiles en el fondo.
Las composiciones de Cappadocia están atravesadas por sonidos de Medio Oriente y van describiendo lugares concretos, edificios particulares y conceptos relacionados con parábolas filosóficas y espirituales que refieren a pasajes bíblicos y hechos históricos.
La música en Cappadocia continúa con el mismo estilo musical suave que Jeff Johnson y Phil Keaggy exhibieron por primera vez en sus álbumes anteriores que resultaron altamente exitosos: Frio Suite (2009) y Watersky (2012). Ambos músicos tienen largas e ilustres carreras como artistas de grabación en solitario y también como artistas en diferentes formatos grupales.
Phil Keaggy, uno de los guitarristas más aclamados y admirados del mundo, comenzó a tocar cuando tenía diez años. Tomó el escenario nacional estadounidense con su banda de rock Glass Harp con la que grabó siete álbumes de estudio y un concierto en vivo en el Carnegie Hall. Cuando Keaggy inició su carrera como solista, decidió grabar música que reflejara sus creencias cristianas. Desde entonces, ha grabado todo tipo de música, sumando cerca de cinco docenas de álbumes, realizando giras internacionales, produciendo también a otros músicos y desempeñándose como músico sesionista en Nashville.
El trabajo inicial de Johnson fue rock progresivo vocal, pero su sonido evolucionó para centrarse más en el jazz, la nueva era, el instrumental contemporáneo, los estilos contemplativo-espiritual y celta.
«A lo largo de mi carrera musical he disfrutado haciendo grabaciones basadas en conceptos como Cappadocia –explica Johnson-. Disfruto la experiencia de escuchar atentamente un álbum completo en una sola sesión y tomar el viaje que creó el artista. Todavía creo que las audiencias modernas disfrutarán de la experiencia completa del álbum si más de ellos le dieran una oportunidad».
Cappadocia está disponible para ser adquirido online
Pablo Rego. Crítico musical. Profesor de Yoga