El Congreso Virtual de Yoga marcó un hito en la comunidad online del yoga. Lo que se generó a lo largo del encuentro fue tan inesperado como transformador. El entusiasmo y la euforia de los participantes iba creciendo de día en día como una ola arrasadora. Escribe Julia Zatta.
A pesar de ser ponente del Congreso Virtual de Yoga, yo desconocía el trabajo de mis compañeras, así que me convertí en espectadora apasionada desde el primer día. Revisaba a diario los nuevos vídeos de las ponentes sumándome a la multitud de yoguis que comentaban entusiastas el Congreso en Instagram. Me di cuenta de que, junto a miles de otros yoguis de todo el mundo, por fin había encontrado una comunidad que no sabía haber echado en falta hasta este momento.
Durante la semana del Congreso me sentí energizada por la euforia que permeaba las redes. Descubrí que, a pesar de que en la actual cultura digital se privilegie la apariencia a coste de la sustancia, siguen habiendo yoguis auténticas, cuya forma de transmitir y vivir el yoga es una enorme aportación para la comunidad en red. Estreché nuevas amistades y reforcé otras.
Percibí cómo las barreras impuestas por la distancia, el entorno y el contexto cultural se desvanecían. Intuí que los yoguis de hoy en día somos más parecidos que distintos a pesar de las distancias: compartimos las mismas inquietudes y necesidades, tanto si vivimos en Lima, Perú, como en Barcelona, España. Y es ahí donde vislumbré el nacimiento de una nueva comunidad en respuesta al Congreso Virtual de Yoga.
Creo que el catalizador del congreso, es decir la fuerza que aunó a tantas personas, fue el espíritu de colaboración presente en sus cimientos. El congreso fue concebido a partir de cuatro valores fundamentales: inspiración, cooperación, proyección y acción.
Estos valores se expresan con el siguiente cambio de actitud: “Si en vez de mirar al yogui de al lado como competencia, ¿qué pasaría si colaboramos juntos? ¿Qué pasaría si unimos fuerzas y nos apoyamos hasta dónde podemos?” La respuesta a estas preguntas fue evidente en el congreso. No hubo dos ponencias iguales, cada una luce distinta por su mensaje, trayectoria personal y forma de transmitir.
Cuando a nivel profesional los yoguis nos enfocamos en enseñar desde nuestros valores, nos convertimos en compañeros y colaboradores. De ahí nos nutrimos mutuamente, nos inspiramos y crecemos juntos. Ese es el gran cambio de mentalidad propuesto por el Congreso, y sus resultados son tangibles en la experiencia de los que hemos participado en él.
Hemos visto de primera mano que la cooperación es fácil, agradable y nutritiva para todos los que participan en ella.
Quién soy y qué aporté
Me llamo Julia Zatta y mi misión es comunicar que el cuerpo que habitamos es una herramienta excepcional para vivir una vida plena. Por ello me dedico a enseñar anatomía aplicada al yoga.
Mi ponencia en el Congreso fue dirigida a profesores de yoga que quieran utilizar la anatomía en sus clases. Era mi intención desmitificar la creencia que la anatomía es difícil, complicada y solo para los expertos. Al fin y al cabo todos tenemos un cuerpo y merece la pena conocerlo.
Quise explicar que la anatomía es una herramienta al servicio de la concienciación del cuerpo del alumno y, por lo tanto, parte fundamental de la práctica de asana. Preparé un video-tutorial que explica de manera sencilla y estructurada cómo uno puede empezar a usar la anatomía en sus clases de yoga.
El beneficio de introducir a los alumnos en la anatomía es que le encantará aprender algo nuevo sobre su cuerpo. Venimos de una cultura y un sistema educativo que privilegia la mente por encima del cuerpo. Y el resultado es que las personas normales y corrientes quizás conozcan la palabra isquiones, pero no los saben ubicar con precisión.
Por lo tanto, creo que merece la pena que los profesores de yoga tomemos el tiempo de explicárselo; así ayudamos al alumno a conocer su cuerpo. Prestar atención a estos pequeños detalles tiene beneficios tanto para el alumno como para el profesor. El alumno aumenta su nivel de conciencia física, mientras que el profesor mejora la calidad y precisión de sus instrucciones verbales. Es un win-win
para los dos!
Julia Zatta se dedica a la terapia manual rolfing y a enseñar anatomía aplicada al yoga en formaciones de profesores y online. A parte de su entusiasmo por la anatomía, Julia es una apasionada de la enseñanza y la comunicación. En su blog, enfocado a profesores de yoga, Julia ha publicado incontables artículos sobre cómo integrar la anatomía en la práctica del yoga.