El comienzo del nuevo año nos brinda la oportunidad de empezar frescos, pero casi nadie lo hace o sabe cómo hacerlo y seguimos atrapados en la rueda kármica de los condicionamientos del pasado. Escribe Zaira Leal.
Fíjate que la enseñanza del yoga y de infinitud de maestros a lo largo de la historia, nos ha traído valiosísimos aforismos como:
«La vida sucede aquí y ahora».
«La construcción de un futuro luminoso se cimienta en el presente».
«Tenemos un cuerpo físico prácticamente nuevo cada año.»
«El yoga es la vía de la última libertad»
Y, sin embargo, muchos nos sentimos desalentados porque parece que no cambia nada en nuestras vidas, que repetimos los mismos errores o incluso que nos hacemos maestros en volver a tropezar en el mismo traspiés de tantas veces que lo hemos re-visitado.
¿Cuáles son los condicionamientos de los que habla el yoga?
La mente parece tenernos atrapados, amordazados con unas sogas gruesísimas que no nos permiten movernos hacia ningún lado. Transformar nuestro pasado es tan importante que la historia del yoga ilumina el camino de maneras maravillosas en este sentido y nos ofrece varios términos relacionados entre sí, que tienen significados similares pero cuyos matices aportan claridad en el proceso de transformación del pasado y de creación de la realidad.
–Vikalpa: construcciones o representaciones mentales no sólo relacionadas con lo que conocemos como pensamientos discursivos, sino también emociones, sentimientos o sensaciones. Una de las funciones de la mente es la de crear estas construcciones a partir de las experiencias que nos muestra el entorno en el día a día, es decir, a partir de lo que percibimos con los órganos de los sentidos.
–Samskara: los samskaras son las huellas sutiles de acciones que hemos llevado a cabo en el pasado intencionadamente. Sólo aquellas acciones que realizamos dándonos cuenta y con intención plena tienen la capacidad de dejar huella en el tejido sutil de la mente.
–Vasana: con frecuencia es equiparado con “semilla” para referirnos a las tendencias o inclinaciones latentes que resultaron de experiencias pasadas. Recuerdo la primera vez que mi hija tomó mermelada de fresa, ¡era una gloria ver su cara de deleite y sorpresa mientras la saboreaba! Bien, pues una experiencia como esta deja un sentimiento de atracción, una predisposición que nos hace querer repetir experiencias similares.
–Vritti: es un remolino en el océano mental, una agitación de pensamientos, sentimientos o emociones en el estado de conciencia superficial.
–Karma: mientras que la palabra por sí misma sólo significa acción, existe un convencionalismo comúnmente generalizado por el que le hemos asignado el significado de “pasado” o circunstancias del pasado que nos hacen ser quienes somos. El pasado no existe en un tiempo lejano, sino en el ahora; estamos constantemente actualizándolo o reavivándolo y esta es una de las razones por las cuáles seguimos atrapados.
Cuando hablamos del proceso de creación de nuestra vida, existen dos estrategias bienintencionadas que solemos utilizar, pero que desgraciadamente no hacen más retenernos en el mismo lugar:
La primera es el análisis; esto es, nos observamos racionalmente para comprender quiénes somos y de dónde venimos, pero durante el proceso de liberación es muy importante medir nuestras fuerzas, porque la verdad es que cuando estás atrapado por esos cordones de los condicionamientos, utilizar herramientas propias de la mente como es el análisis sólo te va a permitir ver el estado en el que estás, pero no vas a soltar las ataduras. Con frecuencia intentamos solucionar circunstancias en el presente visitando los eventos del pasado que las originaron, pero ver de dónde vienen las cosas no las transforma necesariamente, sino que muchas veces hasta las fortalece. Quizá cobre más sentido con el ejemplo siguiente: en la primera película de Harry Potter hay una escena magistral en la que los tres amigos tienen que atravesar un pasadizo y se ven amordazados por las gruesas raíces de una planta mágica. Herminia sabía que la manera de soltarse era relajándose y creando un estado de ánimo tranquilo y agradable, en cuanto lo hizo, las raíces se retrajeron y pudo pasar al otro lado. Sin embargo, Ron, empezó a forcejear con ellas y no hizo más que empeorar las cosas porque le apretaron más y con más fuerza.
La segunda es la técnica del pensamiento imaginativo como la usada para hacer “vision boards” o los mapas de sueños. Si no la conoces, consiste en pegar sobre un tablero imágenes de todas aquellas cosas que quieres ver en tu vida, desde las más insustanciales como el coche de tus sueños hasta los lugares que quieres visitar o las personas de quienes te gustaría verte rodeado en tu futuro. El fallo aquí proviene de que hacemos nuestras peticiones a partir de sentimientos de carencia o de miedo que se generaron como consecuencia de experiencias pasadas: quiero aquello porque me falta esto o quiero un deportivo rojo porque el coche que tengo ahora es un cacharro y cada vez que me monto en él genero sentimientos negativos respecto a la situación. Pasa el tiempo y empezamos a perder la paciencia porque lo que pusimos en el mapa de sueños no llega, sino que lo que vemos afuera es más de lo mismo y al final acabamos dándolo por perdido.
La táctica que nos propone el yoga es la de centrarnos en el sentimiento de ser plenos, en bhavana.
En todo momento permanecemos enfocados en sentir las sensaciones y las emociones elevadas del ser de Luz que somos en esencia aquí y ahora. Nuestra naturaleza sutil nos mantiene enfocados en ser esas cualidades que cultivamos y nutrimos con nuestra práctica. Bhavana viene a decirnos que no es lo que me pasó cuando tenía tres o trece años, sino cómo me siento ahora al respecto. El poder que tiene sobre mí la huella emocional de ese evento concreto depende del sentimiento que elijo generar en el ahora y, a su vez, este sentimiento se refleja en cómo pienso en aquello que sucedió o cómo hablo de ello. Por otro lado, cuando partimos de un sentimiento auténtico de plenitud, somos conscientes de que todo aquello que volcamos sobre el mapa de los sueños será manifestado a su debido tiempo. Entonces te despreocupas, confías y disfrutas muchísimo más del proceso.
Bhavana sólo sucede creando estados de relajados de conciencia, haciendo cosas que nos gustan y disfrutando de la vida. No florece a través de la actitud de esfuerzo, lucha o superación a la que estamos acostumbrados. Aquí es donde nos atascamos muchos de nosotros, ¿verdad? Los yogins somos expertos es esforzarnos al máximo y en ejercitar la voluntad, pero estas cualidades, si bien son magníficas en otras circunstancias, no nos sirven de mucho en el proceso de creación evolutiva de nuestra vida. Así que este primer mes del año centrémonos en sentirnos bien, felices y alegres y olvidémonos de hacer planes o proyectar hacia el futuro, eso inevitablemente llegará. ¡A disfrutar!
Zaira Leal es autora de Una fiesta para el alma y de Yoga en la cocina, Ed. Urano. Se considera yoguini desde la cuna y empezó a enseñar yoga en el año 2000. Imparte clases públicas y formaciones para profesores de yoga y meditación como El camino de los seres luminosos, una de las experiencias más enriquecedoras tanto para el individuo como para el mundo. Si tienes preguntas, dudas o simplemente quieres recibir más información sobre el curso, no dudes de ponerte en contacto:
zaira@zairalealyoga.com / T +34 636814338
Lingüista, es máster en enseñanza y está acreditada en diversos estilos de yoga, meditación y ayurveda.
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