En este retiro profundizaremos en el significado de Hridayakasha, literalmente el “espacio del corazón”, como el no-lugar en el que descansa una consciencia que espera a ser despertada a través de la intuición, el afecto y la percepción de la belleza. Una clase de consciencia cuya energía une todas las cosas que alguna vez se sintieron separadas. Del 28 de abril al 1 de mayo. Equipo Aushadhi
“Si un hombre sabio mantiene su cuerpo
con sus tres partes rectas, pecho, cuello y cabeza,
y dirige sus sentidos junto con la mente hacia el corazón,
entonces en el barco de Brahma
cruzará todos los torrentes que provocan el miedo». Svetasvatara Upanisad, 2.8
Desde la tradición del Yoga tántrico se considera a Hridayakasha como el centro de gravedad del ser humano en la medida en que combina los aspectos más densos relativos al cuerpo y las emociones con aquellos más sutiles relativos a la espiritualidad y el anhelo de trascendencia. Es representado por Anahata Chakra, situado a la altura del corazón y se dice, dialogando con el Vedanta, que es la sede del Atman, aquella parte de los seres que es idéntica a Brahman, la substancia hecha de Consciencia pura que impregna la totalidad del Cosmos.
Más allá de los discursos de la tradición, desde un punto de vista donde la vivencia personal se hace protagonista, el despertar de este centro se manifiesta en forma de liberación de viejas barreras y obstáculos generados por el miedo. Desarrollado en los seres vivos -no hay que olvidarlo- para la propia protección, el miedo puede, más allá de cumplir su función biológica acompañarnos tiñendo la experiencia de la vida de opacidad y desencanto, cuando no de desconfianza, aversión o tristeza. El estímulo a través de una práctica consciente de este aspecto de los seres humanos que se asocia a la empatía, la compasión, el afecto, la apreciación de la belleza o la devoción es una invitación valiente y hermosa a mirar honestamente hacia el corazón como si fuera un espejo para pulirlo y descubrir en él la realidad del ser, la gran revelación de quien se es detrás del miedo.
A través de prácticas provenientes de tradiciones del Yoga, el Tantra y el Budismo, explorando mediante dinámicas que nos ponen en contacto directo con nuestro más genuino sentir y ser, donde la música como siempre tendrá un gran protagonismo, practicaremos con herramientas a nuestro alcance en todo momento; el sonido, el silencio, la imagen, el cuerpo, la mente, la emoción, la reflexión, combinándolas en una suerte de alquimia o poesía del alma, sumergiéndonos en una gran aventura que nos conducirá hacia el centro mismo del corazón.
Organiza: Aushadhi Escuela de Yoga. Pº de las Delicias 47-51. Madrid / T 615 986 339
Dónde: El Domo Indomito. eldomoindomito@gmail.com / Fer: T 605 537 178
Imparten: Eva Espeita, Marta Espeita y Ledicia Álvarez. Con l participación e inspiración musical de Eva Espeita, Jorge Lozano y Aolini Shirin.
Programa
- Prácticas tradicionales heredadas de nuestro linaje tantrika del norte de India relacionadas con la energía (meditación y relajación).
- Prácticas físicas enfocadas a la apertura del espacio del corazón, desde lo postural a lo respiratorio (postura y respiración).
- Prácticas inspiradas en la tradición budista Mahayana relacionadas con la compasión (meditación).
- Prácticas relacionadas con conceptos análogos de la Cábala Hermética y simbología – mística comparada.
- Música y expresión libre desde el concepto estético del corazón como símbolo (danza).
- Juegos estético simbólicos (propuestas artísticas y creativas)
- Teoría de corte inspiracional en cada sesión (charla).
- Periodos de silencio.
Inspirados por una diversidad de tradiciones musicales y de mística sonora, realizamos propuestas que permitan experimentar estados meditativos de atención en relajación profunda, silencio mental, armonía y alegría.
Requisitos: Ser practicante regular de yoga/meditación.
Precios: Enseñanza completa: 190 € (alumnos de Aushadhi) y 215 € (alumnos externos); Estancia (4 días y 3 noches con pensión completa): 145 € (habitación compartida) y 115 € (tienda de campaña propia).
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