¿Qué hay más gratificante cuando finaliza un viaje que sentirse cargado de energía positiva y con la sensación de haber vivido algo único e inolvidable? Nada que ver con el turismo de masas o los acelerados tours al uso. Los viajes de Apasho Yoga se caracterizan por la atención plena, y combinan la práctica de yoga en enclaves singulares con proyectos solidarios, cultura y aventura.
Apasho Yoga es el proyecto de una española, Mónica Llorente, afincada en Asia que ofrece experiencias viajeras diferentes para conocer lo esencial de un país a la vez que practicas yoga.
Viajar es una experiencia maravillosa cuando el viajero puede impregnarse de lo local, pero muchas veces carecemos de tiempo y medios y en consecuencia nos perdemos la esencia de los destinos. Viajar con Apasho Yoga te permite optimizar tu tiempo de vacaciones al máximo pero sin perderte esos rincones y lugares auténticos que de otra manera no llegarías a conocer. No exige que vivas con prisa para llegar aquí o allá. Simplemente estás, respiras en ese lugar, te contagiamos de sus olores, colores y sabores.
Se viaja en grupos pequeños de 5-11 personas y acompañados de un coordinador y profesor de yoga experto viajero.
Los expertos de Apasho conocen bien los destinos y por ello recomiendan desde su propia experiencia dónde encontrar lo mejor de cada sitio: la sopa Tom Yan más rica de Bangkok, uno de los mejores médicos Ayurveda de India, un sanador (healer) en Bali o Tailandia, un lago secreto en Camboya, playas vírgenes espectaculares en Sri Lanka o el más delicioso rice & curry de toda la isla.
Destinos soñados
Es así como Apasho consigue transformar un viaje en una vivencia única e inolvidable. Ese fue el objetivo que Mónica Llorente se propuso al decidir fundar el proyecto Apasho Yoga: organizar experiencias viajeras que hagan más felices a los demás y les permitan descubrir el maravilloso mundo que hay dentro y fuera de nosotros.
Desde entonces esta española vive y recorre habitualmente los diferentes países asiáticos para conocer gente local y organizar de cerca cada viaje y experiencias a vivir. India, Vietnam, Sri Lanka, Maldivas, Camboya, Tailandia, Myanmar o Indonesia son algunos de los principales destinos a los que se puede viajar con Apasho Yoga. Propuestas únicas de viajes slow y «de emociones” que combinan la práctica del yoga en enclaves únicos, con proyectos solidarios y aventura.
Mónica crea cada experiencia con mimo y de manera individualizada: “Queremos que cada viaje sea transformador de verdad, que los viajeros cuando regresen a su vida cotidiana lo hagan revitalizados, con una gran sensación de bienestar y de haberse enriquecido interiormente”, explica Mónica. Y lo consigue: en los tres años de vida de Apasho Yoga ya son más de 280 viajeros los que han vivido alguna de sus experiencias y muchos de ellos han repetido con un segundo y tercer viaje.
El Yoga como eje de la experiencia
“La combinación de viajar y practicar yoga es la guinda perfecta en la experiencia de un viaje -cuenta Mónica-. Además de aportarte beneficios físicos, su práctica continuada cambia la percepción de ti mismo y del mundo que te rodea. Es una buena forma de conocer tanto diferentes culturas como de conseguir sosiego y equilibrio para nuestra mente”, concluye.
No importa que el viajero no tenga conocimientos previos de yoga, ya que muchas de las personas que se unen a esta experiencia no han practicado yoga con anterioridad o cuentan con conocimientos muy básicos. “El viaje se convierte para ellos en un punto de inflexión en sus vidas, al practicarlo todos los días y experimentar sus beneficios físicos, emocionales y mentales. A la vuelta del viaje muchas personas se apuntan a clases, retiros…”, explica. Las clases también son totalmente compatibles con los yoguis más avanzados, que vivirán la experiencia única de poder practicar en lugares al aire libre, envueltos por paisajes inolvidables y con los sonidos de la naturaleza como banda sonora.
Nos da testimonio, por ejemplo, Josep Mateu, un fiel de Apasho, con cuatro viajes en su haber. Dice: «En esta ocasión (2018) visité la bella Sri Lanka y, una vez más, ruta magníficamente planificada para aprovechar al máximo los 17 días de aventura, convivencia, experiencias bonitas, comida saludable, relax, cultura, vivencias y experiencias únicas e irrepetibles gracias a las dos coordinadoras que tuve la suerte de tener, como son Emma y Mónica. Llámalo Sri Lanka, llámalo Vietnam o cualquier otro país a los que puedas viajar haciendo yoga. Sea cual sea, tengo comprobado que se vuelve un país único, una experiencia única y una forma de entender los viajes única. ¡Gracias una vez más por hacerme sentir y vibrar de esta forma tan bonita y tan intensa!»
Slow travel: viajar sin prisas
Las experiencias viajeras de Apasho Yoga siempre comparten las mismas señas de identidad, el “slow travelling” o viajar sin prisas. “Nos desplazamos siempre que podemos en transporte local y dormimos en alojamientos locales sencillos, con cierto encanto pero sin grandes lujos (guesthouses, home-stay, pequeños hoteles familiares…), con el objetivo fundamental de potenciar las economías locales e intentar profundizar en el conocimiento del país y lo que conlleva: conocer su cultura, costumbres, historia, vida local, gastronomía y sus gentes. Esto hace que el viajero conecte y viva la experiencia a un nivel más profundo”, explica Mónica.
Otra máxima de estos viajes es la flexibilidad y la libertad, que permiten disfrutar de cada momento sin pretender abarcarlo todo. Aunque llevan una ruta prefijada, estos viajes se van construyendo día a día al ritmo que quiera el grupo. “Creemos que es así como sucede la magia, fluyendo y viviendo cada momento. Dejarnos sorprender por cada regalo que el viaje nos ofrezca”.
No os perdáis lo que dicen los viajeros:
http://apashoyoga.com/testimonial/