En esta sección Javier Ruiz Calderón ofrece respuestas a nuestras dudas desde una visión de la tradición yóguica actualizada y crítica (teniendo en cuenta lo que dice la investigación histórica, filológica, médica, etc). Estás invitado a escribir a Javier a info@yogaenred.com planteando tus dudas o incertidumbres.
Pregunta: «¿Cómo se dice: la asana o el ásana?»
Respuesta: Hay distintas maneras de transcribir los términos sánscritos. Por desgracia, la más extendida es dejar los términos tal como los escriben en inglés. Como en los libros en inglés leemos «the asana», los traductores —que no suelen saben nada de sánscrito— tienden a escribir «la asana», en femenino porque acaba en «a» o porque significa «postura», que es una palabra femenina; y sin acento escrito porque en inglés no hay acentos.
En realidad, ese término es un nombre neutro, y la regla es que los nombres masculinos o neutros se traduzcan en español en masculino, y los femeninos, en femenino. Respecto al acento: en sánscrito clásico no hay acentos, pero sí que hay vocales y sílabas breves y largas. La primera «a» de la palabra que nos ocupa es larga y las otras dos, breves; por eso, en el sistema técnico de transcripción del sánscrito se pone una rayita encima de la primera «a», así: «āsana». Sonaría algo parecido a «aasana». Fijaos que, si alargamos esa primera sílaba, suena como si la acentuáramos. Por eso, si no queremos usar la transcripción técnica del sánscrito, con signos diacríticos (puntitos y rayitas encima y debajo de las letras), al transcribir esa palabra en español deberíamos por lo menos poner acento en la primera sílaba, para que el lector supiera cómo habría que pronunciarla.
En resumen: hay tres formas de transcribir el sánscrito: 1) copiando la transcripción popular inglesa y poniendo el género al azar (la asana, el Bhagavad Gita, etc.); 2) usando signos diacríticos (el āsana, la Bhagavad Gītā); o 3) haciendo una transcripción popular españolizada (el ásana, la Bhágavad Guita).
La peor es la primera, porque nos condena a pronunciar y usar mal las palabras; la más precisa es la segunda; pero, si esta resulta demasiado técnica, por lo menos habría que intentar adaptar la forma de escribir las palabras del yoga a la pronunciación española. Claro, que para poder hacer eso habría que tener unos conocimientos mínimos de sánscrito…
Javier Ruiz Calderón (Shánkara) es doctor en filosofía especializado en filosofías y religiones de la India. Lleva casi cuarenta años estudiando y practicando yoga, vedanta y meditación. Es profesor de esas materias, así como de hinduismo, budismo, sánscrito y canto védico.
Próximos cursos: «La salvación en la historia de las religiones» (Fundación Zubiri, Madrid; marzo – mayo 2017. Más información en http://www.zubiri.net/?page_id=4284). «Teoría y práctica de la meditación. Veinte técnicas budistas y del yoga» (Casa Asia Madrid. abril – junio 2017)