En el anterior artículo “Una formación integradora de la Asociación de Yoga y Filosofía» planteamos que el aspecto diferenciador de nuestra formación es que incluye varias formaciones-linajes,y accede, de este modo, a una amplia diversidad de técnicas de yoga, pedagógicamente complementarias. Como si fueran las cuatro patas de un elefante, sin prescindir de ninguna y sin mezclarlas todas. Escribe Nale Parada.
Ese elefante es la Filosofía del Yoga, cómo filosofía contemporánea “viva”, concebida cómo una confluencia de la mejor filosofía práctica de Oriente y Occidente.
Os explicamos detalladamente cómo se complementan a un nivel pedagógico los linajes origen del yoga contemporáneo:
1.-La estructura creada por Swami Sivananda
Fue ransmitida en el mundo occidental por su discípulo Swami Vishnudevananda de manera muy sencilla y estandarizada. La consideramos el «abc» para poder transmitir al alumno que el haṭha es meditación en el estado fisiológico interno. La práctica se inicia con un prāṇāyāma equilibrado e intenso, que permite un desarrollo gradual de los alvéolos pulmonares y facilita pratyāhāra o atención interna, para desarrollar la práctica.
La estructura continua con vinyāsa, el saludo al sol, para centrar aún más la atención a través de la coordinación entre respiración y movimiento. Entonces se inician los āsana, en una práctica repetitiva, equilibrada y estructural, basada en posturas y contraposturas. La característica prioritaria es observar el efecto de cada āsana en savasana o relax. Esto supone una constante interacción entre sistema simpático y parasimpático y la posibilidad de acceder a la consciencia experiencial del efecto de los āsana.
Cierto que en este sistema pedagógico el profesor menciona, cuando considera adecuado, los beneficios fisiológicos de los āsana , lo cual va a ser muy interesante para motivar al alumno a persistir en su práctica. Consideramos que la excelencia de este estándar, que permitía formar profesores de manera rápida, difundiendo el yoga en Occidente, es precisamente su sencillez, basada en los āsana más importantes del yoga, y que se van a repetir en todas las escuelas.
Es más, al ser una estructura de āsana que una vez aprendida facilita la práctica autónoma, va a favorecer el necesario desarrollo gradual de las musculaturas que los sostienen. A nivel pedagógico, complementándolo con el conocimiento de otras escuelas, hemos desarrollado la posibilidad de la integración de todos los alumnos en un estándar personalizado, incluyendo preposturas y variantes avanzadas.
Al estar basado en una estructura sencilla de posturas y contraposturas, es muy útil para poner el énfasis en aspectos anatómicos y en la meditación fisiológica. La primera capa de comprensión meditativa, estructural y anatómica. Ese aprender a mantener el mayor equilibrio posible durante el mayor tiempo posible en cada āsana /circunstancia.
Por otro lado, en esta escuela el profesor corrige constantemente. Hemos afinado dichas correcciones, sobre todo para enseñar invertidas avanzadas, y acrecentar la sensibilidad para no romper fascias ni confundir al alumno induciéndole a forzar su organismo. Es decir, la pedagogía supone un profesor que constantemente ayuda a alinear y comprender cada āsana sin invadir. Para ello, utiliza la palabra refiriéndose a detalles anatómicos y la corrección constante de todos los alumnos, a través de un estilo de corrección asentado en la observación, la receptividad y la sensibilidad.
2.-El maravilloso conocimiento transmitido por Swami Satyananda Saraswati
El creador de la Bihar school of yoga, considerada universidad de yoga por el gobierno indio, también fue discípulo de Sivananda, así que seguimos profundizando en el legado del mismo linaje, es decir, lo que llamaríamos yoga clásico, o ejercicios de āsana concebidos de manera estática. Cierto que se incorporan, especialmente en esta escuela, más vinyāsa y mucho pāvanmuktāsana o “preparación de asanas/desbloqueos de nāḍī». Las técnicas de prāṇāyāma y mudras se amplían, incluso la aplicación del mantra.
Consideramos que si en la anterior escuela la función era difundir y asentar una base, esta supone la profundización, comprensión y libertad estructural asentada en el conocimiento. La obra de Satyananda es impresionante y la más completa y profunda a nivel de filosofía aplicada. De una coherencia y belleza incuestionable. Incorpora muchos aspectos meditativos. Sin embargo, en la praxis de la escuela no se presta especial atención al aspecto psicofísico en su pedagogía, por eso, consideramos necesario asentar la base con el alumno enseñando primero Sivananda.
El elemento esencial de la escuela es incorporar elementos tántricos a través del Tantra kriya yoga y el yoga nidra. Para poder utilizar los chakra cómo elemento meditativo y que al alumno no le parezca algo esotérico, insustancial o dogmático, y pueda sentir la experiencia, es necesario que pueda sostener los āsana cierto tiempo, obviamente en equilibrio interno.
Con anterioridad ya hemos enseñado al alumno que la auténtica práctica es aprender a responsabilizarse de mantener el mayor equilibrio posible en cualquier āsana y que, si sienten tensión, es mejor deshacer. Los āsana con rajas o tensión tan sólo muestran incomprensión sobre lo que realmente estamos practicando: meditación y amor en acción hacia nuestro propio organismo.
Ponemos más énfasis en esta escuela porque es la que más profundidad y expansión puede aportar a nuestra práctica. Sin embargo, para aplicar la pedagogía de esta escuela de no interferir ni corregir -el profesor está sentado en estado meditativo y sólo corrige a través de la voz- es necesario pasar por la escuela anterior y no tener ya que hablar de anatomía, de técnica, ni de construcción del āsana. Así, la práctica del āsana se convierte en meditación guiada a través de los chakra y enfocada a la autoindagación psico-física-energética. Es decir, un trabajo más profundo, meditativo y filosófico, que permite elucidar nuestras experiencias de autoconocimiento y transmitir filosofía del yoga para extrapolarlas a la vida diaria. De hecho, hemos ido desarrollando clases inspiradas en la práctica de limpieza psico-física-energética llamada Chakra śuddhi, centrando en parejas o tríos de chakra, para poner más énfasis en dicho aspecto, teniendo en cuenta el tiempo limitado de una clase. Así, el alumno, puede experimentar más claramente dichas energías.
3.-Alineaciones inspiradas en las que inició B. K. S. Iyengar
Al cambiar al linaje de Krisnamacharya, cambiamos de āsana o variantes y nombres. Los āsana son las mismos que Krrisnamacharya enseñó a sus alumnos Iyengar y Pattabi Joice (Asthanga Vinyāsa) inspirándose en un arte marcial. En el caso de su hijo Desikachar, referente filosófico en nuestra escuela, e Indra Devi, siguen una línea más similar a las escuelas anteriores, las que hemos llamado “clásicas”.
El transmitido por B .K. S. Iyengar es el sistema que más ha influenciado y ha sido influenciado por la fisioterapia occidental. Fue precursor en utilizar elementos de ayuda cómo cintas, tacos, cojines, mantas y cuerdas de inversión, para ayudar en la ejecución o en la comprensión del āsana. Ciertas nociones y prácticas que empezó a transmitir y desarrollar nos parecen imprescindibles para avanzar y profundizar desde un cierto nivel.
Más que yoga, el estilo lo consideramos “técnica de āsana ”, imprescindible para el alumno clásico avanzado, dado que no hay conocimiento minucioso ni énfasis en las anteriores escuelas en āsana de suelo, imprescindibles para estimular más activamente los primeros chakra. Técnica de āsana como inversión para mejorar la consciencia en los nāḍī o líneas energéticas y la comprensión anatómica de determinados āsana.
Especialmente importantes son unas nociones básicas para prevenir lesiones en articulaciones y nociones terapéuticas, que nos permitirán re-educar tendencias posturales y adaptar al alumno en clases heterógeneas. En la formación no enseñamos a dar clases según el llamado método Iyengar, dado que tarda mucho en incorporar elementos que consideramos imprescindibles cómo el prāṇāyāma y la meditación. Además, su pedagogía, tiende a priorizar la observación exterior y comparativa del asana, lo cual dispersa la posibilidad de pratyāhāra o atención interna.
Sin embargo, ciertas nociones inspiradas en dichas prácticas nos parecen imprescindibles para un alumno avanzado. Y para enriquecer y complementar las escuelas anteriores y la siguiente. Son clases que consideramos una inversión para profundizar posteriormente mejor en la práctica. Es necesario incorporar elementos pedagógicos que facilitan el enraizamiento y la comprensión de las líneas energéticas para mejorar la práctica de yoga clásico. También es imprescindible para preparar sin riesgos de lesiones o tensión innecesaria la práctica dinámica posterior: Asthanga Vinyāsa Yoga –ambos sistemas comparten los mismos āsana-. El énfasis anatómico, sumado a una práctica que al ser muy técnica se hace de modo lento, permite preparar dicha práctica dinámica, evitando las lesiones generadas por errores anatómicos-pedagógicos.
4.-Asthanga Vinyāsa Yoga
La «xyz» para un profesor, práctica meditativa matinal y solitaria para fortalecernos y asumir la responsabilidad que nos corresponde afrontar. La adaptamos, con preposturas y tacos de ayuda si es necesario, para ascender, priorizando la suavidad interior y la firmeza exterior, hacia una práctica que representa la acción intensa sin pretensiones. Para aprender, tras la integración y comprensión de todas las prácticas anteriores que inducen a la meditación, indagación y autoconocimiento en quietud, a la meditación en la acción.
Destacar la excelencia de la meditación dinámica, a través del prāṇāyāma activo que es ujjayi , asentado y preparado en las prácticas anteriores. Para reforzarnos, manteniendo el equilibrio interno en la dificultad a través de la acción pura, presente y consciente. Sabiendo que Krisnamacharya extrajo este sistema de un arte marcial indio, se entienden las diferencias con el clásico, y sirve de inspiración para el «guerrero interior».
La «limpieza de basura» relacionada, se refuerza al asumir la práctica energética y matinal de manera solitaria nada más levantarse y enfrentarse a nuestra pereza, desgana o tamas y a nuestra precipitación, tensión, exceso, ganas de terminar o rajas, entre otro ejemplos que impiden la meditación en acción.
Nos ayuda a fortalecernos psicológica-física-energéticamente para afrontar los aprendizajes y retos de la vida «mundana». Sin duda, es la mejor práctica matinal para un alumno avanzado -el que es capaz de expresar que comprende que el āsana no es el objetivo-.Además, al ir incorporando los āsana de manera gradual para evitar excesos y coordinar ujjayi con movimiento, aporta mucha energía.
Ya expusimos que consideramos tales estilos los más importantes de lo que llamamos Haṭha / Raja Yoga en la actualidad, sumando el conocimiento meditativo y neurológico que engloba el movimiento llamado Mindfullness. Así, nuestro sistema de enseñanza supone también cultura yóguica y criterio para poder discernir en la compleja realidad del yoga actual. Es más, sea cual sea el estilo que se practique, se pone énfasis en los aspectos filosóficos del yoga, una gran carencia que quisimos compensar. En fin, desde el conocimiento experiencial, sin dogmatismos, para profundizar en la práctica y aplicarla a nuestra vida, para poder actuar sobre las causas y no, tan sólo, sobre los efectos.
Nale Parada. Licenciada en Filosofía por la Universidad de Barcelona. Acharya de yoga, formada en diversas escuelas, lleva más de veinte años en el mundo del yoga y su enseñanza. Directora de la Formación de Profesores de Yoga de la Asoc. de Yoga y Filosofia.