Hay profesores de yoga que son reyes. Se han ganado su reino. Su saber abarca inmensas extensiones, leyes claras, fronteras estables. Conocen y se relacionan con otros reinos. Encarnan la auténtica cultura del yoga. Auténticos sabios. Nos inspiran a todos. Escribe Roberto Rodríguez Nogueira ‘Yoga Pirata’.
Hay profesores encastillados. Atrincherados en su verdad única. Yoga es lo que nadie más que ellos enseña en esta era de kali yuga, internet y capitalismo feroz. Sólo en su escuela encontrarás la Verdad del Yoga. Tiranos. Tóxicos en distintos grados. Nos advierten a todos.
Hay profesores de conquista. Insatisfechos que se lanzan a los mares buscando su ser, su espacio, y terminan por inventarlo. Algunos se encastillan pronto y ferozmente conformándose con ser diferentes. Asi se hacen los tiranos. Otros no se conforman con ser diferentes. No es diferenciarse lo que buscan en el yoga y su enseñanza. Navegan mucho más lejos mucho más tiempo dejando atrás sus trincheras internándose en terra incognita. Así nacen los reyes.
Hay legionarios. Los que buscan con pasión un sistema, un método, un patrón, un padre. Quieren pertenecer a un reino y se encuentran de maravilla defendiendo el uniforme que otro ha inventado. Lo hacen con más énfasis que el propio inventor y no se lo quitan ni para dormir. Son apasionados, disciplinados y hábiles. Son excelentes profesores para alumnos que busquen lo mismo y muy útiles para cualquier otro. En realidad ellos son la fortaleza del reino.
Hay corsarios. Se patentan con una licencia fácil que sumar al ego y venden clases. Buenos para quienes creen que el yoga es la forma espiritual de cultivar y exhibir un cuerpo delgado con músculos. O para quienes confunden espiritualidad con autocomplacencia. Dado lo que la sociedad comprende por yoga, no es raro que asciendan al grado de tiranos patentando y franquiciando su propia flota corsaria.
Hay piratas. Gente tan apegada a su desesperación que no les funcionan las recetas clásicas, vengan de donde vengan. Estos se ven empujados a buscarse algo diferente sin licencia ni permiso de nadie. Desprecian los castillos, prefieren los barcos. Antiguos legionarios que ganaron todas las batallas y perdieron la guerra y que sueñan aún con un tesoro, con el método perfecto. Siempre están en tránsito. Algunos conquistarán un reino. Buenos profesores para alumnos que necesitan cuestionarse las cosas más que seguir una autoridad infalible.
Hay profesores de frontera. Acostumbrados a aumentar su incomprensión un mucho al comprender otro poco. Cómodos en la incomodidad de la tierra de nadie, en tránsito, felices en el camino donde nadie quiere quedarse, sólo pasar. Ya no buscan tesoros. No buscan castillo ni reino. No buscan método, patrón ni padre, uniforme ni licencia. Antiguos legionarios, antiguos piratas. Conocen los reinos y los castillos, pero no pueden servir a ningún rey, aunque lo respeten. Sólo sirven a sus alumnos. Prefieren caminar entre la niebla que separa las leyes y vagar entre los ríos, las montañas y las murallas que separan los reinos. No encarnan la cultura del yoga aunque siempre se habla de ellos. Buenos para guiarte al reino que necesites, o para ayudarte a salir de él cuando lo desees. Buenos para que pierdas el miedo salir de tus defensas y caminar soltando el exceso de apego a lo conocido. Malos si buscas un método único, un patrón un padre.
Roberto Rodriguez Nogueira. Profesor de yoga desde 1992. Escritor y bloguero. Estudia, practica y enseña diferentes enfoque de chamanismo, filosofía y magia.