El Dhrupad es la música clásica más antigua del norte de India (con un componente meditativo de incalculable valor), que requiere toda un vida de dedicación para ser ejecutado correctamente. El sábado 8 de octubre, Aushadhi Escuela de Yoga trae desde Francia al maestro de Dhrupad Yvan Trunzler, uno de los poquísimos herederos de este arte en Occidente, con 37 años de experiencia. Entrevista realizada por Eva Espeita (Swni. Radhananda) para YogaenRed.
Precisamente para hacer llegar este arte a todos, el concierto se ofrece a precio libre (donación) y Jorge Lozano acompañará al pakhawaj, uno de los pocos músicos conocedores de esta percusión en Europa. El maestro Yvan Trunzler responde a nuestras preguntas:
¿Cómo defines Dhrupad?
Es un tipo de música universal. A menudo usamos sílabas que no tienen ningún significado mental, al contrario de como sucede en las composiciones, de forma que estamos jugando con el sonido. Hay un sabor (rasa) y la devoción en el raaga (bhava), que tiene que ver con el estado emocional del artista mezclado con el propio del raaga, adherido además al momento del día en que se está tocando (en el norte de India los Raagas están relacionados con momentos del día, estaciones del año, etc).
En el aspecto melódico, lo infinitesimal de los microtonos, la precisión máxima, generan un mayor campo perceptivo se abre en todos los sentidos, cuyo proceso parece no tener fin.
Si observamos cómo respiramos para cantar, es como las olas del mar: un ritmo que posee la quietud en su centro. ¿Qué es lo que sucede en los tonos y entre los tonos? No importa que no entiendas sobre música india, todos entendemos este lenguaje universal, a todos nos trae lágrimas a los ojos, a todos nos abre este campo.
¿Cuál es el vínculo entre Dhrupad y Naada Yoga?
Para mí tiene que ver profundamente con el artista. Si la persona que lo realiza tiene un desarrollo espiritual real, entonces es Naada Yoga. Si esto no está ahí, puede ser como cualquier otro estilo musical y puede acabar siendo una forma de hundimiento en el ego. Esto es algo que todos podemos percibir cuando escuchamos atentamente.
Hay músicos que no son Naada Yoguis y Naada yoguis que no son músicos (en las prácticas tradicionales donde no es necesario un conocimiento musical). Pero si observamos sólo el propio Dhrupad, puede ser una forma de Naada Yoga, que tiene además en su formato la estética de la música en sí misma, que es un añadido maravilloso que nos aporta una dimensión mayor que otras formas de Naada Yoga.
¿Cómo y cuándo llegó el Dhrupad a tu vida?
Comencé a escuchar música india en el año 1976 y cada vez que la escuchaba, en conciertos o en estudio, siempre me transmitía mucha paz y me sentía equilibrado, centrado: todos los problemas y ansiedades desaparecían al escucharla.
Después en India realicé muchos retiros de Vipassana y me dí cuenta en un momento dado de que lo que yo quería hacer, más que nada en el mundo, era dedicarme a conocer esta música.
Entonces escuché a los Dagar Brothers de Delhi y Bombay. Después supe de un alumno de estos últimos que daba clases en Benarés, India, que no era otro que Ritwick Sanyal. Estuve dos años estudiando con él mientras me ayudaba a salir de la ignorancia en el estilo Dhrupad. Un día viajé a Bhopal con él para realizar un concierto, y allí estaba Ustad Fariduddin Dagar grabando una película sobre Dhrupad; fuimos a su habitación y cuando el abrió su boca empecé a llorar de alegría durante dos horas sin posibilidad de detener este proceso de ninguna forma; yo sentía que conocía esa música desde algún lugar perdido en la noche del tiempo, muy lejos… Luego supe que era la Luna Llena de Guru Purnima, la luna llena que se celebra en India en honor a los maestros; sin duda, para mí, una señal. Al día siguiente supe que los Ustad estaban empezando a abrir el primer centro de estudios en el Dhrupad con la ayuda del secretario de Bharat Bhavan en Bhopal, así que llegué en el momento adecuado al lugar adecuado. Así desde 1981 hasta 1986 obtuve la fundación de mi aprendizaje de la mano de los Ustad.
¿Qué es lo que el Dhrupad aporta a Occidente?
Como cualquier música espiritual, aporta al oyente, músico o no, la conexión con su espacio interior: puede tocarlos directamente en el corazón como me sucedió a mí cuando yo ni siquiera era músico.
El espacio entre los tonos, como decía al principio, que es cada vez más pequeño en nuestra aproximación minuciosa, nos lleva paradójicamente a espacios cada vez mayores internos, y así de forma infinita en un camino que sólo culmina en el silencio: este silencio es el Vacío, el objetivo de la meditación en todas las tradiciones, la ausencia de pensamiento, la totalidad de la presencia. Para conseguir esto necesitamos la máxima concentración, es exactamente igual que lo que sucede en cualquier técnica de meditación, dejando los pensamientos pasar, permaneciendo cada vez más en el Sí Mismo.
A nivel musical , la distancia entre los veintidós shrútis o intervalos (en contraste con los doce de la música temperada occidental) no es equitativa, y se abre un universo de riqueza desconocida para Occidente.
¿Puedes hablarnos del aprendizaje con tus maestros, los legendarios Ustad Fariduddin y Mohiuddin Dagar?
Todos los días nos levantábamos antes de la salida del sol para practicar dos horas sólo en la tonalidad más baja que podíamos realizar (kharaj), después estábamos otras tres horas de práctica con nuestros profesores acompañados al pakhawaj por Shrikant Misra, Manik Munde y su maestro Pandit Amarnath Misra (también llamado Mahantji) de Benarés, los más grandes músicos de este antiguo instrumento de percusión.
Tras esto, toda la tarde practicábamos lo que los profesores nos pedían, y esto se sucedía constantemente durante seis días a la semana once meses al año durante varios años. Mis compañeros de estudio eran Ramakant y Umakant Gundecha y Uday Bhawalkar, actualmente reconocidos maestros de Dhrupad en India e internacionalmente.
Ustad no querían otorgar un diploma como los de la Universidad, que a menudo no se relacionaban con la realidad, así que ellos organizaban un concierto público, una especie de examen como experiencia práctica, en el cual ellos apreciaban si nuestro nivel era suficiente. Cada año observaban esto junto con otros grandes maestros de otras gharanas (diferentes familias dentro del estilo musical) y nos indicaban si podíamos continuar el siguiente año. Así nos acompañaban despacio en cada paso del camino, haciendo seguro el aprendizaje.
En cuanto a nuestros profesores, nos trataban como a miembros de su familia, como a sus hijos, pues convivíamos con ellos encontrando una relación muy íntima que les permitía entender claramente nuestro verdadero progreso. Nos llevaban para acompañarlos en pequeños conciertos tocando la tanpura en viajes inolvidables a lo largo y ancho de India, donde compartíamos bellísimas experiencias. Siempre nos protegieron y siempre nos sentimos protegidos por ellos.
Ellos eran considerados con un altísimo nivel de maestría y referencias indudables en toda India, incluso aunque Dhrupad fuera entonces considerado como algo minoritario. Esto, afortunadamente está cambiando en la actualidad, creciendo lentamente pero de forma clara, tanto en India como en Occidente. En la actualidad, igual que observamos que hay grandes maestros de Yoga en Occidente, poco a poco se va a ir observando esto, sin duda, en relación al Dhrupad.
Eva Espeita (Swni. Radhananda) es estudiante de Dhrupad y fundadora de Aushadhi Escuela de Yoga, que se ha convertido, junto con Sangitarasika en Barcelona, en uno de los dos centros fundamentales de divulgación y estudio oficial de este arte musical y meditativo en España.
Biografía de Yvan Trunzler
Yvan Trunzler lleva 37 años en el camino del Dhrupad. De 1978 a 1979, Yvan se asentó en Benarés (India) para comenzar su aprendizaje con Sri Ritwick Sanyal, profesor de la Universidad y uno de los principales eruditos y promotores del Dhrupad a nivel internacional.
En 1981, tras haber conocido a sus maestros, los legendarios Ustad: Fariduddin (voval) y Mohiuddin Dagar (Rudra Vina), se unió a ellos en Bhopal en su Centro de Estudios en el Dhrupad en 1986.
Entre 1987 y 1990 entró en un intenso estudio práctico y ofreció su primer concierto junto a su maestro Fariduddin Dagar.
Obtiene su primer puesto oficial en el Conservatorio de Rotterdam y las Escuelas de Música de Amsterdam, en el que estuvo durante tres años invitando a sus maestros para la realización de los exámenes.
Entre 1990 y 1995, tras la muerte de Ustad Zia Mohiuddin Dagar, vuelve a vivir en Delhi y Bhopal, adquiriendo poco a poco el nivel profesional, uno de los pocos occidentales que lo han conseguido.
Muy pronto también adquiere la sutilidad y rigor de sus maestros a la hora de enseñar. Los asistía regularmente tanto en India como en Europa. Esto se ha convertido en parte de su actividad, desarrollando un estudio profundo en el Dhrupad que, basado en su experiencia personal, se ha transformado en un método de enseñanza propio.
Cómo músico, Yvan ha sabido recibir la enseñanza de sus maestros, la magia sutil del antiguo Dhrupad y la especialísima interpretación de los Ustad (únicos incluso en India) pero, heredero como es del espíritu de los años setenta en Occidente, es capaz de unir este conocimiento ancestral con la exploración total de los límites, que puede apreciarse en el modo de aproximarse a su música.
El concierto del maestro de Dhrupad Yvan Trunzler:
Cuándo: sábado 8 de octubre, a las 20:30 (apertura de puertas a las 20:00)
Dónde: Aushadhi Escuela de Yoga. Paseo de las Delicias 47-51 (pasaje peatonal). Madrid
Contacto: T 91 539 16 69; 615 986 339