El Shankya es probablemente la más antigua de las filosofías ortodoxas indias. En ella se recogen y adaptan los cultos más antiguos de la India de lo femenino y lo masculino, con los que elabora los conceptos de Purusa y Prakriti, los dos entes universales: consciencia y energía. Escribe Chandra Maya Díez Querol.
Se trata de un sistema dualista y realista, que prescinde del concepto de Dios, su diferencia fundamental con el Yoga, que por motivo devocional incorpora en su práctica el concepto de Dios personal como lo más elevado del ser humano, aunque desaparezca con el mundo y el alma individual en cada manifestación.
Capila es el fundador mítico del Shankya, una vía de conocimiento o “jñani yoga”, pero los Shankya Sutras a nuestro alcance pertenecen a un texto muy posterior, los Shankya Sutras de Iswara Krishna. En él se representa al ser humano con la metáfora del ciego con un inválido a hombros. El ciego es la actividad o Prakriti, y el inválido la consciencia que lo dirige. Prakriti es la esencia de la naturaleza, o pradana, y Purusa la consciencia. También se usa la metáfora de la bailarina; sin espectador deja de bailar: Prakriti es activado por Purusa.
Cuando se practica yoga es conveniente conocer sus principios metafísicos, el por qué se pretende meditar. Cada sentimiento, emoción o pensamiento es una sobreimposición sobre el ser y sus categorías. La meditación busca detener los pensamientos para que la consciencia o Purusa, sin nada que iluminar, sin nada con lo que identificarse, tome consciencia de su auténtica naturaleza, se libere de la cárcel de Prakriti y sus limitaciones.
El Shankya incorpora el concepto de gunas: rajas, el elemento actividad; tamas, el elemento masa; y satva, el elemento inteligencia, son la esencia de Prakriti. La articulación de estos tres tipos de vibración va a dar nacimiento a todos los entes de la existencia, desde la mente a la materia. Son los tres hilos que forman la cuerda de la existencia, que laten en el Mahat cósmico. La singularidad inicial de esta manifestación que se despliega a partir del big bang en las 25 categorías de Maya, o upadis -que van a incorporar el resto de filosofías indias- son las limitaciones a las que se ve sometida Purusa y de las que pretende desarraigarse para tomar consciencia de su auténtica
naturaleza: consciencia y existencia eterna.
Purusa, al igual que nuestra consciencia, ilumina a Prakriti, el mundo manifiesto, y al iluminarlo se identifica con ello y padece los males inherentes a la materia: el devenir, la enfermedad, el cambio, la muerte…
Dado que la mente y el cuerpo funcionan al unísono, la meditación consiste en liberar la consciencia de las perturbaciones del ego, que responde a la mente como el carruaje al cochero, siguiendo el camino del Tao o noble curso de las cosas.
Cuando la voluntad consciente se dirige hacia lo universal, el ego se difumina y se perciben las categorías universales del ser: plenitud, certidumbre y bienaventuranza. Es gracias a ello que el Ser puede viajar libre de obstáculos.
Chandra Maya Díez Querol. Yoga Integral. Facebook Chandramaya