Cuanto más investigo y experimento sobre el mundo infantil, sus necesidades y aptitudes innatas, más en contra estoy de este sistema educativo que aborrega a los más pequeños y empequeñece sus mentes prodigiosas adaptándolas a un sistema obsoleto que no funciona. Escribe Cayetana Rodenas.
Después haber colaborado durante siete años con Rainbow Kids Yoga como formadora representante en Europa, ha llegado el momento de volar por libre y comenzar de nuevo con el proyecto que tenía un poquito olvidado desde hace años: Yoga&Kids.
Siempre he vivido fascinada por los niños, por su ternura, sabiduría, inocencia, alegría, sinceridad, etc. Voy a seguir trabajando con ellos y a su vez con las personas que están o estarán en sus vidas, ya sean familiares, maestros o terapeutas.
Cuanto más investigo y experimento acerca del mundo infantil, sus necesidades y aptitudes innatas, más en contra estoy de este sistema educativo que solamente aborrega a los más pequeños y les empequeñece sus mentes prodigiosas adaptándolas a un sistema ya obsoleto y, sin duda comprobado, que no funciona.
Solamente algunos educadores geniales de nuestro tiempo (César Bona, Francesco Tonucci, entre otros) van ayudando a abrir nuevos caminos y a encender nuevas luces en el mundo de la educación y de la pedagogía con la esperanza de que algún día el ser humano sea prioridad ante el ser social, que nos encamina desde pequeños hacia un sistema que se derrumba.
Ese día esperado será aquel en que se tenga más en cuenta a cada individuo y menos los intereses del poder dominante, que quiere adormilarnos las mentes y las emociones para poder moldearlas a su imagen y semejanza.
Porque no se trata de enseñar a pensar a los niños como nosotros queremos, sino simplemente de dejarles que piensen a su modo; no se trata de enseñarles a través de las experiencias de otros, sino de enseñarles a vivenciar sus propias experiencias, ya sea para errar o para triunfar, ¡da igual! Lo importante es el aprendizaje en sí, el aprender de sus propias experiencias; permitirles caer y ayudarles a levantarse.
Y el yoga tiene tanto qué ver con todo esto… Desde el momento en el que unificamos el cuerpo, la mente y la emoción, estamos conectando desde el corazón. Y es desde ese lugar donde se produce la apertura al aprendizaje, la escucha interna, la confianza, la autoestima y el amor propio.
¡No sería precioso que esto fuera más importante y prioritario que aprender a sumar y restar, a leer, con tan solo 4 y 5 años y pasándose horas sentados en una silla! Podemos aprender a leer en movimiento, a ser los personajes del cuento con nuestras posturas e historias de yoga.Podemos crear figuras geométricas con nuestro cuerpo y aprender a contar con nuestros amigos formando números y conjuntos. Podemos aprender arquitectura formando estructuras con nuestros cuerpos. Podemos aprender música y a cantar y bailar con canciones divertidas y alegres, mientras nos movemos y jugamos con las melodías. Podemos aprender otras lenguas, nombrando las posturas en diferentes idiomas y aprendiendo refranes y poesías de otros países. Podemos aprender lenguaje formando letras y palabras con nuestro cuerpo. Podemos aprender a viajar y a visitar países fascinantes. ¡Jugar mucho!
Todo esto y mucho más podemos conseguirlo a través del yoga. Sólo hay que poner en marcha la imaginación y la escucha a los niños. Lo que les gusta y no les gusta; lo que saben hacer bien, potenciarlo; y lo que se les da peor, motivarles para que mejoren, pero desde un lugar positivo de cariño y confianza.
Por eso quiero ayudar a que el yoga forme parte del currículo escolar, aunque tan sólo fueran 20 minutos para estirarse, respirar conscientemente, aprender a relajarse, a valorarse, a respetarse unos a otros etc. Creo que ya se habría ganado un mundo… Las mentes y los corazones estarían más abiertos y más preparados para el aprendizaje.
Pero para ello hacen falta maestros comprometidos, con ilusión para cambiar lo que ya está impuesto. Los profesores de colegios tienen las posibilidades en sus manos, y son los que más ilusión me hace encontrarme en mis cursos. Porque están dentro del sistema educativo, y desde dentro se pueden cambiar muchas cosas… Y tienen la fortuna de estar con los niños tantas horas, en las cuales se pueden hacer muchísimas cosas y tan bonitas…
Como dice Tonucci: “Me gustaría una escuela sin recreo, porque si en las escuelas se aprendiera jugando, no haría falta que los niños se desahogaran”.
Os invito a conocer mi nuevo proyecto, y mi nueva web www.yogakidsworld.es Y espero conoceros en algún curso, espero encontrar gente tan utópica y soñadora como yo que crea que otro mundo es posible y que tenemos el poder en nuestras manos empezando desde abajo, con los pequeñines, de los que tenemos tantísimo que aprender…
Cayetana Rodenas es profesora de yoga y formadora de yoga internacional..
Próximos cursos: En Madrid, en el centro Shakti Yoga de Gisela. Vázquez, los días 11, 12 y 13 de diciembre 2015.
Más información: www.yogakidsworld.es