Esta profesora de meditación enseña Yoga como lo vive: con entrega, humildad y convencimiento, desde hace más de 25 años. Tanto le ha dado a ella el Yoga y tanto sabe que puede dar, que su gran sueño es que cada vez más gente descubra la transformación que implica su práctica. Foto: Thor Castro.
Empezó a practicar hace 26 años en la Red GFU (Gran Fraternidad Universal) de Murcia, donde se formó como profesora. Más tarde estudió en Asís (Italia) para ser instructora de Ananda Yoga (Yoga y Meditación). Y a continuación se hizo profesora de Yoga por la Escuela Internacional de Yoga, de la que actualmente es coordinadora del centro de Elche y profesora de Meditación en Elche y en la escuela de Madrid.
¿Qué personas conoció a lo largo de estos 25 años que le dejaran huella?
Conocí personas muy interesantes en la época de GFU, en los ashrams de San Martín de Valdeiglesias (Madrid) y Alhama de Murcia. Luego tuve el privilegio de conocer las enseñanzas de Paramahansa Yogananda, el gran maestro de la India, y todavía hoy día sigo estudiando sus instrucciones y todo lo que nos legó.
¿Qué valora más de todo lo vivido en relación al Yoga?
Siempre pienso que mi vida tiene un antes y un después del Yoga. Recuerdo cómo era yo antes y me veo ahora y pienso: madre mía, ¿por qué no hará Yoga todo el mundo? Y cuando digo Yoga no me refiero sólo al Hatha Yoga, aunque sea por donde empezamos todos. Luego el Hatha Yoga te va introduciendo en otros tipos de Yoga que hacen que tú, como ser humano, vayas integrando todas tus facetas, no solamente la física, sino también la mental, la espiritual, la emocional. Y cuando equilibras todas esas facetas te das cuenta de la desarmonía que hay en otros lugares. Y te preguntas: “¿Por qué no hará Yoga todo el mundo? Nos saben lo que se están perdiendo…”.
De verdad, pienso que todos mejoraríamos mucho como personas, porque el Yoga lo que hace es transformar y elevar tu estado de conciencia, lo que nos hace ver la vida con más lucidez y claridad y, en consecuencia, valoramos cosas que realmente tienen valor sin fijarnos tanto en lo que realmente no tiene importancia.
¿Cómo cree que ayuda el Yoga en estos actuales momentos difíciles que vive el mundo?
“Sé tú el cambio que quieres ver”, decía Gandhi. Tenemos que empezar por nosotros. El Yoga nos ayuda a ser más conscientes y a conectar con ese potencial que tenemos y ni siquiera sospechamos. Cuando lo hacemos, nuestro nivel de conciencia se eleva y vemos claramente cómo podríamos tener más armonía como seres humanos y como sociedad.
Y, Lola, ¿qué podemos hacer para que más gente haga Yoga?
Cada vez hay más gente que se acerca al Yoga, pero lamentablemente muchos llevados por problemas , ya sean depresiones, dolores articulares, de espalda, aconsejados por psicólogos y médicos. Pero lo importante, finalmente, es que se acerquen, porque como el Yoga lo que hace es integrar al ser humano en todas sus facetas; poco a poco ese nivel de conciencia se va modificando positivamente, y la persona empieza a ver un poquito más de lo que veía… Y así evolucionamos y vamos dejando atrás viejos hábitos que no nos sirven para nada y tantas otras cosas. Abrimos la mente a una mayor conciencia.