No hay dos sabidurías; hay una. Implica la mente y el corazón. Mente clara, corazón compasivo: eso es Sabiduría. Muchas personas brillan con la mente, pero fracasan con le corazón; otras son benevolentes, pero por falta de lucidez no saben bien aplicar su benevolencia o se tornan sensibleras o incluso pusilánimes. Escribe Ramiro Calle.
Igual que un ave para remontar el vuelo necesita las dos alas en buen estado, así tenemos que desarrollar de manera armónica la mente y el corazón. Mucha mente sin corazón, no ayuda a remontar el vuelo; mucho corazón sin claridad mental, tampoco. Pero en la medida en que consigues lucidez mental, va surgiendo la compasión, y la compasión se hace más diestra cuando hay la lucidez mental.
La Sabiduría no es conocimiento, ni información, ni acumulación de datos, ni erudición. Hay personas con un prodigioso saber enciclopédico, pero no son sabias. El conocimiento no transforma, y además unos a otros podemos pasarnos mucha información. Yo te paso datos y tú me pasas datos. No es sabiduría; es conocimiento. No es transformativo; puede orientar, como el saber libresco, pero no transforma. La Sabiduría es intransferible. Cada uno alcanza su nivel de Sabiduría y no se puede transmitir. Uno tiene que encender su propia lámpara, recorrer su propio camino, ir eliminando los oscurecimientos y engaños de la mente para que aflore la energía transformativa y reveladora de la Sabiduría. Los conocimientos se reciben; la Sabiduría se gana.
La meditación es un camino directo hacia la Sabiduría. A menudo en mis clases de meditación les comento a mis alumnos que el mejor consejo que nunca pudieron darme es «Medita». Tambien yo, humildemente y sin ningún tipo de imposición, se lo doy a los demás:»Medita». Al meditar uno aprende a estar consigo mismo, se calma y esclarece la mente, se abre el corazón.
El camino del corazón es más poderoso que el de la mente, pero uno puede extraviarse o estancarse si no hay claridad mental. Pero sí, el corazón nos lleva más allá que la mente. Se complementan, y el saber mental y el emocional hacen posible que la Sabiduría emerja. Me gusta, queridos amigos, recordar un poema de Buda:
Dieciseis veces más importante que la luz de la luna es la luz del sol.
Dieciseis veces más importnate que la luz del sol es la luz de la mente.
Dieciseis veces más importante que la luz de la mente es la luz del corazón.
Os deseo sosiego, os deseo paz, os deseo amor. En suma, os deseo Sabiduría.
Ramiro Calle
Más de 50 años lleva Ramiro Calle impartiendo clases de yoga. Comenzó dando clases a domicilio y creó una academia de yoga por correspondencia para todo España y América Latina. En enero de l971 abrió su Centro de Yoga Shadak, por el que ya han pasado más de medio millón de personas. Entre sus 250 obras publicadas hay más de medio centenar dedicadas al yoga y disciplinas afines. Ha hecho del yoga el propósito y sentido de su vida, habiendo viajado en un centenar de ocasiones a la India, la patria del yoga.
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