Svatantrya es una de mis palabras favoritas en sánscrito. Viene de la raíz sva, que significa «auto», y tantrya, que significa «dependencia». Es decir, autodependencia o libre albedrío. La Libertad Suprema del Ser. Escribe Patricia Sanagu.
En la tradición tántrica, Svatantrya se describe como una ola que surge desde el interior de la Conciencia (paramasiva). Una ola que es definida como spanda o pulsación y que actúa como fundamento del mundo. Es lo que nos hace estar en continuo movimiento.
El Universo pulsa como un latido, que se contrae y se expande cíclicamente, incansablemente, en espirales ascendentes y descendentes en un continuo recogerse sobre sí mismo para más tarde crecer más allá de sus límites. Y cada uno de nosotros, como parte del Universo, vibramos de la misma manera.
Este año venía sintiendo más que nunca la necesidad de expansión que promete el verano, estaba ansiosa por dejar atrás las rutinas, horarios y disciplina que supone los meses de invierno y así recibir el verano de la misma manera que lo sentía cuando era niña.
Esa expansión absoluta y vibrante alegría cuando el timbre del colegio tocaba por última vez en el curso. Significaba que el verano había llegado, significaba la libertad de mantener el alma a la intemperie, significaba la felicidad de encontrarme con todo el tiempo del mundo en mis manos: las noches largas contemplando las estrellas, la flexibilidad de los mayores para jugar en las calles hasta tarde, la lentitud de contemplar las nubes que transitaban el cielo de verano, observar la cadencia de la ría, el movimiento de los árboles … La permisividad de explorar, de echarse abajo las rodillas, de tomar helados fríos, de no coger nada de abrigo, de andar descalzo y de que el agua entrara por la nariz jugando a las ahogadillas en el mar o las piscinas.
El verano es una época de esparcimiento, de experimentación y de despreocupación. El espíritu anhela más intensamente la necesidad de libertad y de volar. Pero como cuando éramos niños, esto era posible siempre y cuando hubiéramos cumplido con el ciclo de aprendizaje, superación, interiorización y conocimiento que precedía.
Consejos para el Solsticio de Verano
Los ciclos naturales son un espejo de spanda, la pulsación o vibración que se recoge y se expande continuamente. Y también cada uno de nosotros somos un reflejo de ésto, pues nuestros momentos de confusión y búsqueda vienen sucedidos por momentos de expansión y certeza y viceversa, ya que precisamente ese es el juego de lo divino y la expresión misma de la Libertad Absoluta (svatantrya). Y porque la Consciencia o paramasiva es soberanamente libre, puede ocultarse y negarse a sí misma, jugar a perderse y transformarse o velar nuestra luminosidad, para más tarde autodescubrirse y deleitarse consigo misma en un estremecimiento puro, orgásmico y primigenio.
Así que, todavía bajo el influjo del Solsticio de verano:
- Contempla cuánto has vivido en los últimos meses y cómo has expandido la conciencia de ti mismo y de quien eres, a través de esas vivencias. Todo ha servido para iluminar partes de tu ser. Eres el mismo, sin ser el mismo.
- Observa tu respiración, cada inhalación, cada exhalación como una manifestación más del spanda, déjate llevar por ese suave vaivén.
- Medita: de qué manera tu propio ciclo vital se corresponde con el Ciclo Natural.
- Da gracias por el flujo de la vida y por la oportunidad de experimentarnos a nosotros mismos en múltiples caras.
- Encuentra la manera de que toda esa experiencia de ti se refleje en tu día a día y en tu realidad.
Ningún ciclo tiene un comienzo o un final, pero sí pausas para respirar y observar hacia qué nuevo nos queremos enfocar. Pronto comenzará un nuevo ciclo, disfrutemos de la libertad y permisividad que el verano promete.
Patricia Sanagu
Nataraya Yoga & Mindfulness
Anusara-Inspired™ Yoga Teacher
Certified AcroYoga Teacher
Yoga Alliance E-RYT 200 RTY500
Socio Profesional de A.E.Y.T. (Asociación Española de Yoga Terapéutico)
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