Los que estamos ya convencidos de la eficacia (necesidad) de introducir el yoga en nuestra vida, tenemos un motivo de alegría más. Los organismos internacionales, convencidos por las evidencias de la mejoría que produce su práctica, le dan apoyo y le dejan un espacio. Escribe Pilar Luna (fotos aportadas por la autora).
Todos sabemos que nadie va a “iluminarse” por este acto de masas, y podrían recelar de este tipo de actividades. El yoga debe mantenerse secreto, sus frutos son para uno mismo, advierte la Hatha Yoga Pradîpikâ. Por otra parte, estas actividades pueden ayudar a sacarlo a la luz, a eliminar ese barniz de “secta” o de “religión” que tanto ha frenado su práctica en occidente.
Cuando se aceptó en la ONU la propuesta de Narendra Modi para que el yoga fuera declarado patrimonio de la humanidad, el Primer Ministro de la India dijo: “El yoga nos ayuda a descubrir una unidad con uno mismo, el mundo y la naturaleza”. La mayoría de medios de información que se hicieron eco de esta noticia, no reprodujeron las palabras dichas por Narendra, sino que se limitaron a difundir la creación de este día, relacionándolo con una mejoría de la salud. Es decir seguimos teniendo una imagen recortada de todas las inmensas posibilidades que el yoga abre y que tanto se necesitan en el mundo actual: mejorar al individuo, al mundo y a la naturaleza. ¡Casi nada! Y al mismo tiempo tan cierto.
Acudimos escandalizados a la corrupción general actual y exigimos cambios políticos necesarios, para terminar con esta lacra que socava el sistema democrático y amenaza el estado del bienestar. Estos cambios son precisos y urgentes, pero el cambio más urgente es nuestro cambio personal. Hasta que nosotros mismos no actuemos éticamente y con justicia hacia los otros y hacia nosotros mismos, ningún sistema diseñado podrá funcionar. Esta es la auténtica revolución pendiente de la humanidad. El yoga habla de ello en todos los textos clásicos. Hay que cambiar el mundo, pero para ello hemos de cambiarnos a nosotros mismos.
El hombre no existe sin una armonía del cosmos; si el planeta no sobrevive, ¿podremos hacerlo nosotros? El yoga también sabe esto y comprende la evolución del hombre dentro del equilibrio de la naturaleza. Las nuevas formas de economía plantean como un futuro mejor el decrecimiento; el yoga también habla de esto. Por eso las sabias palabras de Narendra son globales, como también lo es el yoga.
Movilizaciones, aquí… y en la India
Hay suficientes evidencias científicas en la actualidad que nos informan de que el yoga nos beneficia desde el punto de vista físico, emocional y mental. Si se realiza una búsqueda en uno de los más prestigiosos buscadores científicos telemáticos como PubMed, podemos ver que “yoga” cuenta en la actualidad con una palabra específica para la búsqueda y que existen además 2.832 artículos sobre el tema, en las que la gran mayoría demuestran la eficacia en determinados ámbitos de salud, sin contar con los que podemos encontrar con otras palabras que también incumben al yoga, como las 2.566 referencias que aparecen si la palabra introducida es «mindfulness» (una de las técnicas que el yoga aplica).
Hace unos años, Amnistía Internacional organizó una jornada nacional de yoga, para que todos los practicantes, centros, asociaciones, durante ese día realizaran una jornada de puertas abiertas a las que todos pudieran acudir. El dinero recaudado con donativos se destinó a programas de mujeres maltradas. Cada centro enviaba los eventos organizados y se publicó un mapa de todas las actividades y centros que se unieron a la campaña. La campaña fue un éxito y además de la celebración se benefició a la realización de actividades para mejorar a las mujeres maltratadas de todo el mundo.
Por ello, pese a todos los inconvenientes o críticas que se puedan hacer a este tipo de eventos, animo a todos los practicantes a salir a la calle con sus esterillas para dar visibilidad al yoga, a mover las redes sociales y a expandir su conocimiento en beneficio de la humanidad, movilizando la energía que nos une, mayor que la que nos pudiera separar.
Al fin y al cabo, no haremos nada que la tradición no haya hecho ya. ¿No eran/son las grandes peregrinaciones y encuentros de los yoguis en la India una forma de movilización global para dar visibilidad, propia de otros épocas o realizadas con otros medios? (Ver fotos de arriba) Pues nosotros solo haremos una adaptación inteligente a las posibilidades de nuestra realidad. Nos vemos en cualquier jardín!!!
Pilar Luna es Médico y Profesora de Yoga