La pirámide de Maslow estaba al revés

2014-11-24

En noches de duermevelas me despierto arrebatado con imágenes inspiradoras de la mente. Aquella vez me levanté con un lema martilleante: «La pirámide de Maslow estaba al revés». Escribe Joaquín G. Weil. Fotos Toni Otero. (En la imagen 1, el autor frente a la pirámide en Adho Mukha Vrksasana; en la 2, frente a la autoridad en Tadasana Samasthiti).

Piramide

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Vamos, que la agarra cualquiera de Podemos y te hace un análisis marxista donde Maslow representa la superestructura burguesa, y el mayordomo es el asesino del señor conde en la novela de misterio. debido principalmente a la lucha de clases.

Tal como lo cuento, en esos duermevelas que son el rompiente del inconsciente contra el consciente y se constelan de imágenes hipnagógicas, como en Savasana o posición del cadáver relajante (por más que los cadáveres ni sufran ni padezcan, ni tampoco relajen demasiado) al concluir tu clase de yoga, de repente vi la pirámide (más bien simple triángulo ascendido de grado geométrico) con la punta hacia abajo.

Maslow, como buen americano, y hasta como buen psicólogo, quiso ordenar las necesidades humanas donde abajo quedarían las más elementales y arriba las más espirituales o éticas. ¡Ja!

Aunque, vale, no niego que en Estados Unidos de América, tales cosas ocurran, pero también es cierto que en India y otros muchos países las personas respiran, comen, duermen o incluso hacen el amor sobre todo porque Dios, o los dioses todos del abarrotado panteón hindú, existen.

Según la pirámide, una vez más quedarían los ricos como no sólo satisfechos de toda baja necesidad, sino también accediendo a lo ético y lo espiritual como un lujo más del catálogo de adquisiciones en los grandes almacenes o a través de internet. Y los no tan afortunados tendrían que conformarse con el papel de pícaro o «gracioso» en el teatro de capa y espada.

Después habrán surgido pirámides de toda clase y condición para explicar la psique humana, y seguro que habrán aparecido paralelepípedos y diversas figuras geométricas como metáfora de nuestra mente. Pero no tengo ganas de guglearlo siquiera para corroborarlo.

La práctica del yoga quiebra continuamente todos los conceptos, sobre todo debido a que el yoga flexibiliza la mente y la hace aunarse con la realidad misma, que es puro cambio.

Igual que cuando el hombre (el astronauta) vuelve de la Luna -y no digamos si volviera del planeta Marte- y al regresar a la Tierra le ponen un micrófono ante la boca para que nos cuente algo. Igual el Buda se iluminó y dijo algo después de aquel viaje (¿Qué fue lo primero que dijo Buda al iluminarse? Todo está ardiendo). Igual había dicho el filósofo Heráclito de Éfeso: el mundo es puro fuego. Esta es la mayor imagen del cambio constante.

Al maestro Sunryo Suzuki le preguntaron si podía resumir todas sus enseñanzas en dos palabras. Dijo: «Todo cambia».

A las personas a veces nos gusta autodefinirnos con ironía, sinceridad, agudeza o autocrítica: «Yo soy así o asao, soy soñador, realista, audaz, imaginativo, reflexivo, emocional, temperamental, calculador, etc». Pero casi nadie se define (ni define al otro) como cambiante.

Al Swami Rudradev le preguntaba alguien apurado en plena realización de una asana o ejercicio de yoga: «¿Puedo doblar las rodillas?». Y él respondía: «Dobla tu mente».

¿Qué va antes la espirtualidad o el sexo? ¿El rezar o el comer? ¿El yoga o la poesía?

Verdaderamente, la Pirámide de Maslow estaba al revés. O quizá el ser humano no puede ser pintado como una pirámide sino como el incesante vaivén de las olas en la playa de Barbate o como la llama de una vela que solo está inmóvil si está colocada ante las narices de un maestro zen.

Joaquin Garcia Weil (Foto: Vito Ruiz)Quién es

Joaquín García Weil es licenciado en Filosofía, profesor de yoga, director de Yoga Sala Málaga y coordinador pedagógico del primer curso con acreditación oficial en España. Practica Yoga desde hace veinte años y lo enseña desde hace once. Es alumno del Swami Rudradev (discípulo destacado de Iyengar), con quien ha aprendido en el Yoga Study Center, Rishikesh, India. También ha estudiado con el Dr. Vagish Sastri de Benarés, entre otros maestros.

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