¿Quieres saber cómo es un curso oficial de Instrucción en Yoga? Dos profesores expertos nos comentan los objetivos de esta formación que permite obtener el certificado de profesionalidad oficial expedido por la Universidad Politécnica de Madrid.
Julio Gallego y Olga Jiménez, profesores de Yoga Iyengar con más de 40 años de experiencia entre los dos en la práctica y enseñanza del yoga, han querido participar en uno de los primeros cursos oficiales en Instrucción en Yoga que se va a impartir en INEF, en la Universidad Politécnica de Madrid (UPM).
«Cuando hablamos de enseñanza de yoga -nos comentan- parece que se tienden a valorar más los aspectos subjetivos de la persona que imparte esta enseñanza (‘Es una persona muy cercana’, por ejemplo). Esos aspectos evidentemente son importantes, pero deben estar unidos a una consistente formación técnica y rigor científico a la hora de enseñar y de corregir las posturas».
«Los profesores que llevamos años enseñando nos encontramos demasiado a menudo con comentarios como ‘El primer día me han hecho hacer una postura invertida y he sentido molestias’. Si se sigue con esta práctica sin una preparación previa y sin el uso de soportes, se acaban produciendo lesiones graves, en ocasiones irreversibles. El primer principio en la enseñanza del yoga es que el profesor, con su trabajo personal de años, debe dominar y ejecutar con absoluta seguridad todas las posturas que enseña; debe conocer las secuencias de un buen aprendizaje y saber los tiempos que se pueden exigir según el nivel de cada alumno. Sin estos aspectos previos, la enseñanza del yoga queda perdida, e incluso hay riesgo de lesiones. O quizás simplemente se realicen unos suaves movimientos y mucha meditación desde el principio, aspectos que técnicamente tampoco son correctos, pues el alumno debe desarrollar primero musculatura en la espalda y contar con un mínimo de aberturas y de espacios, principalmente en el pecho y el las caderas».
La idea es que los futuros instructores adquieran unas nociones básicas sobre lo que pueden y no pueden exigir a los alumnos debutantes, aprendan a usar los soportes, mantas, cinturones, ladrillos, para adecuar las posturas a las condiciones físicas del alumno y despertar en ellos el interés en seguir practicando y aprendiendo.
La disciplina del yoga no se termina de aprender nunca. y un buen profesor debe estar en constante formación y estudio. El departamento de formación continua de la UPM nos brinda esa oportunidad, y se realizarán cursos posteriores que permitan ir perfeccionando y avanzando hacia el dominio de posturas más complicadas y la posibilidad de trabajar con problemas que puedan presentarse en los alumnos.
Esta nueva cualificación está recogida en el BOE de 4 de agosto de 2011, Real Decreto 1034/2011, de 15 de julio, que recoge cinco cualificaciones de la Familia Profesional Actividades Físicas y Deportivas y estableció la formación asociada correspondiente a la Cualificación Profesional de Instrucción en Yoga.
(http://www.boe.es/boe/dias/2011/08/04/pdfs/BOE-A-2011-13391.pdf).
Estas nuevas certificaciones son emitidas por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) o, en su caso, por las Comunidades Autónomas, y tienen validez en todo el territorio nacional.
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