Existe un espacio vacío entre lo que la mente elabora como posible acción y lo que, en realidad, hace el cuerpo. Esta especie de hueco entre la intención y la ejecución verdadera origina una pérdida de energía; una especie de desconexión en el ser que deriva en inconsciencia. En la práctica del Hatha Yoga, este espacio vacío se cierra cuando la respiración sustituye a la mente pensante. Reflexiones del facebook de Mayte Criado.
La experiencia de pensarse a uno mismo respirando no es lo mismo que vivirse uno mismo respirando. Esta es una clave fundamental de reconexión que pasa por sentirse y percibirse en el cuerpo físico. Este sería el estado meditativo que buscamos en la práctica cuando vamos a la esterilla; es la manera en que podemos reestablecernos en el presente.
Incluso en los momentos en los que participa la fuerza como energía revitalizante para el cuerpo, la respiración organiza la orquesta corporal armonizando e integrando. Igualmente, pensamos que la relajación conlleva una disminución de energía. Pero es la propia respiración la que añade una aspecto vital y dinámico al acto de relajar. La respiración nos lleva hacia el equilibrio de las fuerzas físicas y las fuerzas espirituales.
Sri Ananadamayi Ma decía que nadie puede meditar si pierde la consciencia de su cuerpo. Y es que es en la propia presencia física en la que el flujo de la vida, en la respiración, se hace plenamente presente.
La escucha del cuerpo es una vivencia inmediata de las propias señales; aquellas que se originan en Kanda, o Hara, o Tan Tien, o KiKai-Tandem. El cuerpo -en su centro- va por delante de la mente pensante. Aprender a escucharlo -uno de los objetivos más profundos del Hatha Yoga- es generar sensibilidad y percibir los sentimientos y las sensaciones desde una nueva conciencia.
Si podemos elevar nuestra capacidad de percibir, observar, sensibilizarnos y sentir, podemos trabajar con confianza para evolucionar y potenciar los valores que perseguimos.
Sin duda podemos convertirnos en nuestros mejores maestros, y aunque siempre necesitamos de los demás y de la compañía y la luz que nos aportan los que van por delante de nosotros, nosotros mismos podemos también guiarnos con profunda sabiduría en el camino de transformación.
Quién es
Mayte Criado es directora y fundadora de la Escuela Internacional de Yoga.
Comenzó a practicar Yoga hace más de 25 años y en su recorrido como Profesora de Yoga y como Formadora de Profesores de yoga, ha tenido la oportunidad de profundizar en muchos aspectos inherentes al camino del Yoga. Su profunda vocación de proporcionar oportunidades a los demás para crecer y realizar sus potenciales, la han llevado a compartir sus vivencias y experiencia a través de los Programas de Formación que ha creado.
Mas información: http://www.escueladeyoga.com/Mayte-Criado.html